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Instituto de Biología PUCV realiza importante donación a colegios de la Quinta Región

Con el objetivo de apoyar a establecimientos escolares de bajos recursos de la región, y contribuir al desarrollo del conocimiento biológico, el Instituto de Biología (IB) donó ocho microscopios a colegios donde trabajan profesores de Biología y Ciencias Naturales egresados de la Unidad Académica.

Cinco escuelas de la región de Valparaíso ya disponen de microscopios en sus laboratorios. Con esta gestión, se espera aportar al mejoramiento del aprendizaje de la ciencia y la biología de los estudiantes. En este contexto, la profesora Joyce Maturana Ross, jefa de la Carrera de Pedagogía en Biología y Ciencias Naturales, y Denisse Carvajal Varas, Asistente de Dirección del IB, realizaron este significativo aporte a establecimientos donde trabajan los  profesores egresados del IB-PUCV: Eduardo Berrios del Colegio Jorge Rock Lara (Quilpué); Marianne Skopnik del Colegio Leonardo Murialdo (Valparaíso); Katia Marín del Complejo, Educacional Clara Solovera (El Quisco); Constanza Arancibia del Liceo Eugenia Subercaseaux (Cartagena) y Corina del Pilar Fuentes de Escuela La Quebrada (Puchuncaví).

Para Joyce Maturana es muy importante que, en cierto modo, el Instituto siga vinculado con sus egresados. “Nosotros tenemos varias formas de hacerlo, por ejemplo, con la red de egresados, las escuelas de verano e invierno. Sin ir más lejos, ahora con el proyecto Bio-Indaga. Pero también es relevante poder proporcionar algún instrumento o material físico que permita a nuestros egresados seguir trabajando o promoviendo la enseñanza de la ciencia en su máxima expresión, si podemos contribuir con eso, es maravilloso”.

Afortunadamente pudimos donar estos microscopios, porque renovamos una parte del material óptico. En este caso, agrega Joyce “fue difícil la etapa de selección, porque se pusieron en consideración distintas variables, principalmente pensamos en llegar a estudiantes que tienen menos oportunidades o colegios que, a lo mejor, están un poquito más distantes, que cuentan con menos recursos materiales. No obstante, es muy gratificante recibir el cariño y los agradecimientos de las personas que lo reciben. Cuando los fuimos a entregar, los directivos estaban muy agradecidos. Es bueno ayudar a otros, tanto para el que lo recibe como para quienes estamos detrás y hacemos la gestión”.  

Asimismo, Denisse Carvajal Varas destaca el hecho de mantener el contacto con los egresados. “En el caso de la escuela rural La Quebrada de Puchuncaví, hay un encuentro misionero de integrar a comunidades que tienen menos posibilidades de acceder a este tipo de equipamiento, tanto para la escuela misma, como para profesores y niños. Allí comienza el primer paso, desde el interés por la ciencia y las primeras oportunidades para lograr que los niños tengan la esperanza de acceder al conocimiento y estudios futuros. Es acortar un poco aquella brecha de accesibilidad”.