PUCV implementa taller formativo en género y masculinidades dirigido a estudiantes sancionados
Con el objetivo de fortalecer medidas preventivas y promover espacios universitarios libres de violencia de género, la Dirección de Equidad de Género junto a la Comisión para la Prevención, Acompañamiento y Sanción de conductas de Acoso, Hostigamiento, Violencia y Discriminación Arbitraria (CAHVDA) impulsan el Taller Formativo en Género y Masculinidades para estudiantes sancionados, orientado a favorecer procesos de reflexión y aprendizaje en torno a la convivencia universitaria.
La implementación de este taller forma parte de las acciones preventivas que la Universidad ha desarrollado en el marco de su reciente Política de Equidad de Género, la cual establece entre sus directrices la creación de espacios universitarios seguros y libres de violencia.
El propósito de esta acción formativa es fomentar procesos educativos que trasciendan la sanción y busquen generar transformaciones profundas en las formas de relacionarse, promoviendo la reflexión crítica, la sensibilización y el compromiso con una convivencia respetuosa e igualitaria. De este modo, se busca no solo interrumpir la violencia de género, sino también prevenirla mediante la construcción colectiva de una cultura universitaria basada en el respeto, la empatía y la equidad.
“Abordar estas temáticas a nivel comunitario resulta fundamental, ya que permite desplazar la pregunta desde el ¿por qué lo hizo? hacia el ¿Cómo, como comunidad, hemos permitido que estas formas de violencia ocurran? Hay que construir espacios de aprendizaje que vayan más allá de lo punitivo”, señaló Yesika Herrera, Directora de Equidad de Género en cuanto al taller.
Desde el CAHVDA, se destacó la importancia de acompañar los procesos sancionatorios con espacios de reflexión que permitan al estudiantado formas respetuosas de relacionarse y convivir dentro de la comunidad universitaria.
Paula Zúñiga, secretaria ejecutiva de la Comisión, explicó que el taller busca abrir un espacio de análisis y aprendizaje para los estudiantes. “El propósito principal es ofrecer a los estudiantes un espacio para reflexionar sobre sus propias experiencias, creencias y prácticas, promoviendo una toma de conciencia crítica sobre los efectos de estas prácticas en sus relaciones interpersonales. Se espera que los participantes logren identificar actitudes y comportamientos que reproducen desigualdades y desarrollen herramientas emocionales y éticas que les permitan actuar desde un lugar más respetuoso, empático y responsable”, indicó.
El desarrollo de estas instancias responde al compromiso de la Universidad con la prevención de la violencia de género, acoso y discriminación. En ese sentido, el taller también se entiende como una oportunidad para construir aprendizajes colectivos que contribuyan a una cultura universitaria más justa e inclusiva.
Emma Echeverría, psicóloga encargada del Programa de Diversidad de Género, destacó la necesidad de avanzar hacia estrategias que integren lo reparatorio y lo educativo. “Limitar las respuestas a sanciones individuales pone en riesgo las metas que propone la Política de Equidad de Género. Es necesario avanzar hacia estrategias reparatorias y preventivas que favorezcan espacios de aprendizaje colectivo en torno a las causas culturales de estas violencias de género”, señaló.
Juan Bastías, psicólogo del taller, y parte de la Fundación CulturaSalud, dedicada a la investigación, intervención psicosocial y formación en masculinidades y equidad de género destacó el rol que tienen las universidades en acompañar estos procesos. “Las universidades, al ser espacios de formación, cumplen un rol clave en la reflexión sobre las masculinidades. Hablar de masculinidad ayuda a los hombres a hacerse preguntas como el tipo de relación que se tiene con las mujeres y con ellos mismos”, comentó.
La reciente aprobación de la Política de Equidad de Género refuerza este compromiso institucional, abriendo un nuevo ciclo en el que se busca consolidar políticas preventivas, promover relaciones más equitativas y fortalecer las relaciones de respeto. El desafío actual radica en avanzar hacia una institucionalidad capaz de prevenir las violencias desde sus raíces, apostando por procesos educativos que convoquen a toda la comunidad.
Por:
Fernanda Ancalaf, estudiante en práctica de periodismo
Yaznarie López Vega, periodista de la Dirección de Equidad de Género