Profesor Francisco Vargas participó en conversatorio sobre solidaridad en instituciones católicas de educación superior
En el marco del Mes de la Solidaridad, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso llevó a cabo el conversatorio “Solidaridad que transforma vidas”, instancia que buscó reflexionar sobre el rol de las universidades católicas en la promoción de una cultura solidaria, tanto en la formación de profesionales como en el trabajo con las comunidades.
La actividad fue organizada por el Programa de Vinculación Católica, impulsado por la Vice Gran Cancillería a través de Pastoral PUCV y la Dirección de Vinculación Social y Sostenibilidad, y contó con una presentación inicial de Benito Baranda, fundador de América Solidaria y ex director del Hogar de Cristo.
Posteriormente, se desarrolló un panel de conversación integrado por el académico de la Facultad de Teología, Francisco Vargas; la directora de la Comunidad de Organizaciones Solidarias, Karin Weinreich; y la directora social de la Corporación La Matriz, Romina Cabrera. En este espacio se abordaron los grandes desafíos que enfrenta el país para fomentar la solidaridad en un contexto marcado por el individualismo.
El profesor Francisco Vargas destacó que la excelencia universitaria no puede entenderse de manera separada de la solidaridad, sino que constituye parte esencial de la identidad de una universidad católica: “La excelencia universitaria no es un añadido a la solidaridad, sino que forma parte de nuestra forma ética de ser universidad”. En esa línea, subrayó que “una universidad de excelencia es aquella que une saber y servicio, fe y razón, ciencia y ética”.
El académico también planteó que la calidad de la formación universitaria debe medirse a partir de su impacto social: “No hay excelencia universitaria sin preguntarnos por el impacto que tiene nuestro quehacer en la dignidad de las personas, especialmente de las más vulnerables”.
Finalmente, realizó un llamado a reinstalar la esperanza en la cultura actual: “Hoy la solidaridad enfrenta un obstáculo en el individualismo y el pesimismo de pensar que nada puede cambiar. Necesitamos volver a creer que las cosas sí pueden mejorar y que dependen de nosotros”.
La Vicerrectora de Vinculación con el Medio, Jacqueline Páez, subrayó la importancia de estas instancias: “El Mes de la Solidaridad es altamente relevante para nosotros porque es uno de los principales motores de nuestra visión institucional cuando nos referimos a apostar por la transformación social. Eso solo se puede hacer con diálogo y junto al territorio, escuchando el trabajo y las experiencias de las organizaciones sociales y, en conjunto, propulsar las iniciativas que sean necesarias con el fin de que la Universidad sea un agente de cambio más. Durante todo el año nuestra Universidad trabaja junto a ellas, y estos espacios son vitales para revisar lo hecho y fortalecernos hacia el futuro”.