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Un enfoque innovador para conciliar la producción agrícola y la biodiversidad

El estudio es realizado en las Regiones V, VI y VII de nuestro país.

El Dr. Francisco Fonturbel del Instituto de Biología de la PUCV, forma parte de un equipo multidisciplinario que busca mediante un Proyecto Anillo, la intensificación ecológica en un esfuerzo por reconciliar la producción agrícola con la conservación de la biodiversidad, garantizando así, la seguridad alimentaria de la población. El proyecto es liderado por Juan Luis Celis de la Escuela de Agronomía de la PUCV y cuenta también con el apoyo de los investigadores Aurora Gaxiola de la PUC y Blas Lavandero de la Universidad de Talca.

Para la investigación se seleccionaron plantaciones en las regiones V, VI y VII de nuestro país, donde mediante un conjunto de prácticas que aprovechan los servicios ecosistémicos proporcionados por la naturaleza para aumentar la producción agrícola de cultivos de cerezo y manzano, los cuales fueron seleccionados debido a su abundancia y facilidad de polinización. El objetivo principal es evaluar el impacto de la diversidad de especies y la cercanía de áreas naturales en la productividad de los cultivos, así como en el equilibrio ecológico de la región.

El proyecto implicó un riguroso proceso de selección de paisajes agrícolas comparables que cumplieran con las condiciones necesarias. Esto incluyó un exhaustivo análisis del catastro frutícola y visitas de campo para verificar su idoneidad. Se buscó especialmente la cercanía de áreas naturales, con vegetación nativa que no fuera directamente un cultivo, lo que proporcionaría un hábitat propicio para la diversidad de especies.

Los resultados preliminares del proyecto revelan que los cultivos intensivos rodeados de áreas naturales exhiben una mayor diversidad de especies, principalmente nativas, en comparación con aquellos rodeados únicamente de otros cultivos y además, traen muchos beneficios. Estas áreas naturales actúan como refugios para aves y carnívoros medianos, quienes juegan un papel crucial en el control de plagas que afectan a los cultivos. La presencia de estas especies beneficiosas reduce la necesidad de utilizar insecticidas, lo que resulta en una producción más sostenible y libre de químicos. Al respecto el Dr. Fonturbel manifestó que: “Esto, trae beneficios como por ejemplo aves que pueden estar en los cultivos, sirven para eliminar plagas que puedan afectar a los cultivos, entonces ya no sería necesario el uso de fumigar con insecticidas, porque las aves tendrían la función de remoción de estos insectos herbívoros.”.

Además de la mayor diversidad de especies, los paisajes con mayor biodiversidad también proporcionan servicios ecosistémicos clave. Entre ellos, la polinización se ha destacado como un factor fundamental para el rendimiento de los cultivos. Los estudios realizados muestran que la presencia de insectos polinizadores nativos, aunque en menor abundancia, genera un rendimiento más eficiente que la introducción masiva de abejas de la miel. El académico del Instituto de Biología manifestó que esto se debe a que los insectos nativos están adaptados a la flora local y realizan una polinización más efectiva.

En la misma línea el investigador manifestó que lo óptimo sería contar con paisajes diversos, con una gran variedad de uso, contrario a lo que vemos actualmente, donde se observan cultivos intensivos de una sola especie y que tren una mayor cantidad de problemas, señalando al respecto que: “estos sistemas son muy poco diversos y tienen un montón de problemas por ejemplo son atacados por malezas, plagas y el agricultor debe gastar muchísimo dinero en químicos para controlar estos problemas”. En contraparte también se refirió a los beneficios de contar con mayor diversidad comentando que si bien, los agricultores cuentan con un espacio más pequeño, finalmente el beneficio es mayor incluso en el ámbito económico, al contar con bondades como ahorro en fertilizante, pesticidas, herbicidas, y otros, además, señaló que: “el beneficio es mucho mayor y el agricultor sale ganando y además tiene la ventaja de que tú puedes certificar esta fruta de mejor manera al ser fruta libre de pesticidas y químicos”.

Sin embargo, a pesar de los evidentes beneficios de cultivar en áreas con mayor biodiversidad, cambiar la cultura y el paradigma agrícola es un desafío. Los agricultores suelen estar acostumbrados a utilizar plaguicidas y sienten temor de perder sus cultivos al confiar en los servicios ecológicos para el control de plagas. El respecto el Dr. Fonturbel manifestó: “Esto es lo que ocurre en un sistema que está fuertemente intervenido como Chile central, que es el área de mayor biodiversidad y endemismos y es también el área que está más impactada”.

Fuente Facultad de Ciencias