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Sarcopenia: el síndrome que disminuye nuestra masa muscular

Comúnmente se puede encontrar este síndrome está ligado al envejecimiento y el avance de la edad, aunque también es posible que se de en individuos más jóvenes. La académica de la Escuela de Kinesiología, Dra. Andrea González, se refiere a los efectos que tiene la Sarcopenia en la salud de quienes la padecen y su investigación respecto a la realización de actividad física como métodos preventivos.

¿Qué es la Sarcopenia y cómo se relaciona con la enfermedad hepática crónica?

R: En la actualidad la definición más aceptada y utilizada para definir sarcopenia corresponde a la del Grupo de Trabajo Europeo sobre Sarcopenia en Personas Mayores (EWGSOP2) en el consenso del año 2019, donde se entiende sarcopenia como un "síndrome con pérdida progresiva y generalizada de la masa muscular esquelética, la fuerza y la función física, que a su vez se asocia con un mayor riesgo de resultados adversos, como discapacidad física, pobre calidad de vida y mayor mortalidad".

Determinar la existencia de sarcopenia se basa en la presencia de tres criterios o parámetros. El primero sería la pérdida de fuerza muscular (principal indicador de sarcopenia), el segundo, disminución de la cantidad o calidad de la masa muscular y, por último, la baja función o rendimiento físico.

La sarcopenia puede ser primaria, asociada al envejecimiento, o secundaria asociada a movilidad limitada, desnutrición o enfermedades crónicas, principalmente aquellas que se acompañan de procesos inflamatorios crónicos. Al respecto, una de las patologías crónicas relacionadas directamente con la sarcopenia, es la Enfermedad Hepática crónica (EHC).

La sarcopenia se asocia en forma directamente proporcional al estado de avance de la EHC y la severidad de ésta, además de ser una herramienta que permite predecir el pronóstico de la patología en el corto plazo. En etapas finales de la EHC, la prevalencia de sarcopenia varía entre 40 y 70%, lo que se asocia a descompensaciones de la patología hepática y mayor morbimortalidad.

La sarcopenia es un elemento clave en las EHC, ya que se considera un determinante de la fragilidad que conduce a pérdida de autonomía y funcionalidad en las actividades de la vida diaria (AVD), hospitalización e institucionalización de quien la padece. También se asocia con un aumento del riesgo de caídas, de fracturas, menor la calidad de vida relacionada a la salud, descompensación aguda de la patología hepática, insuficiencia hepática aguda sobre crónica y mayor riesgo de muerte en pacientes con cirrosis hepática. En EHC, la sarcopenia, además, es un predictor independiente de mortalidad post trasplante hepático, con 2,4 veces más riesgo de morir, respecto a quienes no la presentan. Además, tener sarcopenia aumenta el riesgo de muerte mientras la persona se encuentra en lista de espera para el trasplante de hígado. 

¿Cómo se ha desarrollado el estudio?

R: El objetivo de la investigación fue comparar el efecto de los Entrenamientos de fuerza (EF), resistencia (ER) y concurrente o combinado (EC) sobre la sarcopenia inducida por EHC colestásica en un modelo murino. Evaluamos el efecto de los tres protocolos de entrenamiento mencionados (EF, ER y EC) sobre los criterios que determinan la sarcopenia, es decir, la fuerza muscular, la masa muscular y la función física relacionada a la movilidad.

Para ello trabajamos con ratones C57BL6 sanos (controles) y con EHC, que a su vez se subdividieron en grupos: sedentario (SED) (no realizaron entrenamiento físico), EF (realizado en Ladder Climb, 3 veces por semana), ER (realizado en treadmill 5 veces por semana) y EC (realizado en treadmill 3 veces por semana y Lader Climb 2 veces por semana). El entrenamiento efectuado fue de intensidad moderada-vigorosa.

La EHC fue inducida mediante la suplementación de la dieta de los animales con la hepatotoxina 5-diethoxycarbonyl-1,4-dihydrocollidine (DDC).

La intervención experimental con dieta y entrenamiento se realizó por 6 semanas. Antes de comenzar y al finalizar dicha intervención, se evaluó:

  1. a) Fuerza muscular in vivo (mediante fuerza de prensión de patas delanteras y traseras y prueba de levantamiento de pesos) y ex vivo (mediante electrofisiología del músculo Tibial anterior (TA)).
  2. b) Masa muscular general (mediante Bioimpedanciometría), masa de músculos de las patas traseras de los animales, diámetro de fibras de los músculos Tibial Anterior y Sóleo, además de los niveles de proteínas Troponina y cadena pesada de la miosina (MHC).
  3. c) Función física de alto esfuerzo (mediante una prueba hasta el agotamiento en treadmill), de moderado esfuerzo (mediante un protocolo acelerado en Rotarod) y de bajo esfuerzo (mediante la distancia recorrida espontáneamente en la caja del Open field test).

 ¿Qué datos se han obtenido en su estudio? ¿Existe algún ejercicio mejor que otro para la sarcopenia y enfermedad hepática crónica?

R: Nuestros resultados indican que tanto el EF, ER y EC tienen efectos preventivos en la sarcopenia secundaria a EHC en animales C57BL/6J.

Al respecto, durante la EHC, la pérdida de fuerza in vivo y ex vivo, es prevenida por los tres tipos de entrenamiento físico. La pérdida de masa muscular general no es prevenida por el entrenamiento físico en animales con EHC, pero si existe un efecto preventivo de los tres entrenamientos sobre la disminución de la masa de los músculos, el diámetro de las fibras musculares del TA y SOL y el nivel de las proteínas analizadas. La pérdida de la función física es prevenida en mayor medida por el entrenamiento de resistencia y entrenamiento combinado.

En conjunto, los datos nos permiten concluir que el Entrenamiento de fuerza, resistencia y concurrente o combinado, tienen efectos preventivos sobre la disminución de la fuerza, la masa muscular y la función física que caracterizan la EHC, pero el EC podría ser una mejor opción para tratar y prevenir la sarcopenia en EHC.

 ¿Quiénes están más expuestos a sufrir de este problema?

R: La sarcopenia es un síndrome que puede estar presente en adultos mayores y personas de cualquier edad con patologías crónicas tanto respiratorias, cardiovasculares y/o metabólicas. Por ello es fundamental mantener la actividad física regular y mejor aún si es entrenamiento físico planificado y controlado por profesionales competentes en el área como los kinesiólogos. La mejor forma de prevenir la sarcopenia es manteniendo un adecuado nivel de fuerza muscular, masa muscular y función física relacionada a la movilidad, lo que se puede lograr manteniendo un adecuado nivel de actividad física, alimentación balanceada, así como de un correcto control de las patologías crónicas de base.

En el caso de la EHC, las principales razones por las que se desarrolla sarcopenia secundaria a la patología tienen que ver con alteraciones de la comunicación hígado-músculo como: un estado de hiperamonemia permanente, el aumento del estado inflamatorio y de estrés oxidativo, así como el aumento de los ácidos biliares en plasma. También puede influir la disminución de la hormona del crecimiento y la testosterona que caracterizan la patología. Si bien no todas estas alteraciones pueden ser tratadas y/o prevenidas con entrenamiento físico, algunas de ellas si responden a su efecto, mejorando la condición general de la persona con EHC. Es por ello que el manejo nutricional, farmacológico, médico y con entrenamiento físico adecuadamente prescrito, deben ser considerados herramientas fundamentales en el tratamiento de personas con EHC.