
Las estudiantes Fernanda Arcos y Monserrat Alday, de la Escuela de Ingeniería Bioquímica, fueron reconocidas a nivel nacional tras obtener el Premio Silvio Montalvo Martínez, otorgado por AIDIS Chile, gracias a su proyecto de título “Evaluación técnico-económica de un sistema de gestión de residuos orgánicos para el Mercado Cardonal de Valparaíso”, dirigido por los académicos María Cristina Schiappacasse y Marcelo Mena.
El reconocimiento distingue a la tesis más destacada del país en el ámbito de la ingeniería sanitaria y ambiental, especialmente por su potencial impacto al abordar una problemática urgente que requiere solución, esto por parte de la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (AIDIS) que reúne a profesionales, empresas e instituciones dedicadas a desarrollar soluciones integrales frente a desafíos sanitarios y ambientales.
“La tesis surge de la problemática del Mercado Cardonal: todos sus residuos son dispuestos en el relleno sanitario El Molle, que está proyectado para llegar al fin de su vida útil en 2028, generando a la fecha importantes emisiones de gases de efecto invernadero. Este trabajo aborda tempranamente una problemática que será prioritaria para Chile y que puede replicarse en otros mercados y ferias en el marco de la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos 2040, que indica que la materia orgánica no debiera llegar a los rellenos”, indicó la académica Schiappacasse.
Para levantar información, las estudiantes entrevistaron a locatarios y al personal de aseo del Mercado Cardonal, con apoyo de PUCV Sostenible.
Monserrat Alday comentó que este trabajo “nos permitió evaluar tanto la percepción del problema como las cantidades reales de residuos que se generan. El personal de aseo tuvo total disposición para explicarnos su rutina diaria y eso nos permitió ser muy precisas con los datos. La cifra sorprendió incluso al equipo: el mercado genera cerca de 4,5 toneladas diarias de residuos orgánicos”.
A partir de ello, las estudiantes definieron dos soluciones concretas: el compostaje tradicional y el compostaje acelerado.
El primero consiste en una planta de compostaje con pilas aireadas. “Propusimos una planta comunal donde los residuos se reciben, clasifican y acondicionan antes de formar pilas aireadas dentro de un galpón. El proceso dura alrededor de 16 días y permite obtener un compost clase A, que luego puede pelletizarse y venderse como abono orgánico”, explicó Fernanda.
Por otro lado, el sistema de compostaje acelerado con equipo automatizado utiliza tecnología que controla temperatura, humedad y aireación, reduciendo enormemente los tiempos de degradación. “El proceso llega a solo cinco días, disminuye olores y vectores, y puede instalarse dentro del mismo mercado”, añadió Monserrat.
Impacto ambiental: más de un 90% menos de emisiones
“Calculamos la huella de carbono y nuestras alternativas permiten reducir más del 90% de las emisiones actuales. Y podrían disminuir aún más si se combinan con energías limpias o transporte eléctrico”, señaló Arcos, quien precisó que “el tratamiento actual genera 1,7 millones de kg de CO₂ equivalente al año, considerando sólo transporte y descomposición descontrolada”.
En ese sentido, el académico Marcelo Mena explicó que “la basura orgánica representa cerca del 60% de los residuos de la región. Si se separa y valoriza, se duplica la vida útil del relleno. Si no, Valparaíso tendrá que enviar su basura a Santiago, triplicando los costos. Estas soluciones muestran que sí es posible hacer algo distinto”.
Para él, este trabajo refleja el propósito de la Escuela de Ingeniería Bioquímica y la PUCV como institución. “El valor de esta tesis es que busca resolver un problema real de la comunidad. Eso identifica el espíritu de la ingeniería y de la universidad que busca siempre incidir en políticas públicas. Además, este proyecto demuestra la madurez de una escuela capaz de integrar lo ambiental, lo social y lo económico en la formación de sus profesionales”, opinó el profesor.
En materia personal, Monserrat Alday recordó con emoción el momento en que se enteró de que la tesis fue destacada por la AIDIS: “Fue sorprendente, pero muy gratificante”. Por su parte, Fernanda Arcos destacó el significado del trabajo. “Habíamos trabajado muy duro y recibir este reconocimiento externo fue muy enriquecedor. Nos alegra que nuestro proyecto pueda llegar a más personas y que ojalá inspire soluciones similares en Valparaíso y otras comunas”, finalizó la estudiante.
Por Camila Rojas
Dirección de Comunicación Estratégica