El consejero superior en representación del Gran Canciller de nuestra Universidad, Kamel Harire, evalúa muy positivamente el debate y discusión que en estos momentos se está llevando a cabo en el Consejo Superior en el marco del proceso de Reforma de los Estatutos Generales.

En este contexto, el también académico de la Facultad Eclesiástica de Teología pone de relieve “el elevado criterio de la Gran Cancillería y de la Rectoría para elegir el momento contingente que consideraron más adecuado para implementar y llevar adelante este proceso. Asimismo, destaco la ponderación de la Rectoría para iniciar esta discusión después de un adecuado tiempo de instalación en el gobierno de la Universidad”.

¿Cómo se ha dado la labor en el Consejo Superior?

“En primer lugar, subrayo la existencia de un documento base para el análisis y la discusión de los consejeros, y cuyos antecedentes son los Estatutos Generales vigentes de la Universidad; el Proyecto de Reforma elaborado por la comisión ad-hoc del Consejo Superior elegida durante la Rectoría del profesor Elórtegui la que, a mi modesto entender, no sólo realizó un proceso muy participativo de toda la comunidad, sino que, además, construyó un documento muy completo y de gran rigor jurídico; y las propuestas presentadas por Rectoría. Al tenor de esos antecedentes documentales, los consejeros superiores han iniciado el proceso de análisis y discusión con plena libertad para efectuar sus propios aportes, ya sea de mantención, modificación o supresión”.

¿Cuál es su evaluación respecto a la metodología?

“Considero que la metodología legislativa que estamos llevando adelante, no sólo permite la participación plena y democrática de todos, sino que asegura que todas las ideas sean acogidas, ya sea para ser incorporadas al texto o como insumo para el documento de la ‘historia de la ley’”.

¿Cómo vislumbra el futuro de este trabajo?

“Creo que la manera rigurosa y democrática según la cual estamos avanzando en la discusión y aprobación estatutaria son, a mi juicio, prenda de garantía tanto para el Claustro de Aprobación al cual será convocada la comunidad académica como para la posterior y definitiva instancia en la Santa Sede”.

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