En un escenario donde el desarrollo de tecnologías sostenibles resulta fundamental para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, especialmente en ámbitos tan relevantes como la industria alimentaria, la PUCV, a través de la académica de la Escuela de Ingeniería Bioquímica, Cecilia Guerrero, solicitó una patente internacional ante la oficina Española de Patentes y Marcas para proteger el desarrollo titulado “Purificación de disoluciones por transformación selectiva de azúcares y otros compuestos orgánicos en biopolímeros de acumulación intracelular utilizando células en reposo”.
Esta tecnología fue desarrollada en conjunto con el académico Ernesto González, de la Universidad Complutense de Madrid, y consiste en un proceso enzimático para la síntesis de la tagatosa, un edulcorante no sintético que posee propiedades prebióticas y antioxidantes, a partir de la lactosa, un subproducto de la industria quesera.
De este proceso enzimático se genera una mezcla compuesta por lactosa sin reaccionar, tagatosa y otros carbohidratos que no presentan efecto prebiótico. En este sentido, y debido a la dificultad de separar los compuestos resultantes del proceso enzimático mediante técnicas tradicionales, se propone utilizar fermentación para transformar los carbohidratos no prebióticos en biomasa y PHB, un biopolímero de alto valor agregado. De esta forma, a partir de un residuo como la lactosa, el proceso permite obtener tanto tagatosa como biomasa y PHB, siendo un proceso más sustentable y en línea con los principios de la química verde y la economía circular.
Impacto en salud y sostenibilidad
Los prebióticos pueden mejorar la digestión, reforzar el sistema inmunológico y ayudar en la prevención de enfermedades como alergias alimentarias o cáncer de colon al modular la flora intestinal. Por su parte, el PHB representa una alternativa compostable al plástico convencional, contribuyendo a la reducción de residuos y la mitigación del cambio climático. Adicionalmente, la biomasa microbiana generada aporta un insumo nutritivo para la industria agrícola y pecuaria, cerrando el ciclo de una verdadera economía circular.
Importancia de patentar
Con el objetivo de proteger la propiedad intelectual de la tecnología e incentivar el interés de empresas del rubro, facilitando así su transferencia tecnológica, se solicitó la patente con el apoyo de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la Universidad. “Cuando una tecnología tiene la posibilidad de salir al mercado, además de resolver una problemática que afecta a la sociedad, es importante contar con una patente de invención”, señaló Cecilia Guerrero.
Es importante destacar que tanto los prebióticos como la tagatosa responden a necesidades concretas en el ámbito de la salud humana, mientras que el PHB representa una alternativa viable y sostenible frente a los plásticos convencionales.
En este contexto, la académica señaló que a mediano y largo plazo el desafío principal será escalar el proceso de laboratorio a una planta industrial. “Hay que buscar el partner industrial que esté dispuesto a invertir en procesos innovadores y más sostenibles, que sean amigables con el medio ambiente, sabiendo que esto tiene un costo adicional, pero que entrega múltiples beneficios tanto económicos como sociales y medio ambientales”, añadió.
Por Antonia Pizarro
Vicerrectoría de Investigación, Creación e Innovación