05.10.2020
La Cátedra de Doctrina Social de la Iglesia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, fue creada el año 2011, y es una instancia de estudio y reflexión sobre los valores y pricipios que plantea la Iglesia acerca de las diversas realidades humanas. Está conformada por las facultades de Derecho, de Filosofía y Educación y de Ciencias Económicas y Administrativas, y cuenta con la coordinación de la Facultad Eclesiástica de Teología.
Su primer coloquio de este año, titulado “Pobreza y Dignidad Humana a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia” fue inaugurado con la conferencia de Monseñor Pedro Ossandón Buljevic, Administrador Apostólico de la Diócesis de Valparaíso y Pro Gran Canciller de la PUCV, quien dio la bienvenida al encuentro. “Agradezco a todo el equipo que ha preparado el coloquio con esta temática tan pertinente. Se hace tan necesario en este contexto de pandemia sanitaria y que ha afectado profundamente nuestra situación social con cesantía, enfermedades y con el fallecimiento de tantas personas. Todo esto nos exige que podamos despertar con Cristo y en comunidad la solidaridad que él nos enseña. Debemos preguntarnos qué nos dice Jesús en su mensaje y en la enseñanza social de la Iglesia”.
Durante su conferencia, Monseñor Pedro Ossandón expuso sobre el principio de la dignidad humana y la pobreza. Explicó en qué consiste el valor, la vocación y la misión de las personas. Asimismo, brindó una mirada desde la teología pastoral y cómo los principios de la doctrina social de la Iglesia se aplican en la pastoral. Una experiencia que destacó como valiosa en Chile, es que los que más colaboran son los que menos tienen.
La Dra. Inés Riego de Moine, académica de la Universidad Católica de Córdoba, Fundadora y Presidenta del Instituto Emmanuel Mounier de Argentina, se refirió a la situación actual de la pandemia por coronavirus y las desigualdades que han quedo al descubierto frente a esta problemática mundial.
“La dimensión de pobreza, de vulnerabilidad, es absoluta y profundamente humana. Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos experimentado esta condición. No solamente los pobres, como ha dicho el sacerdote español José Antonio Pagola, son los necesitados de toda justicia, también son los carentes de amor. La pobreza no es sólo estar desprovisto de cosas materiales. Se pueden incluir los que han sido degradados por esta situación pandémica: los cesantes; algunos escolares y universitarios que por no contar con herramientas tecnólogicas no pueden acceder a la oferta educativa; las personas en estado de adicciones que se han incrementado estos meses; los que sufren violencia de todo tipo, entre otros”, precisó la profesora.
La Dra. Adela Bork Vega, directora del Magíster en Trabajo Social de la PUCV; señaló que “la pobreza, desde las distintas disciplinas, está definida como una carencia, como una necesidad. Fundamentalmente, la economía ha generado una definición relacionada con la manera en cómo las familias, grupos o personas no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas. La pobreza también tiene una dimensión de tipo socio-histórica, lo que ayer era básico, porque éramos sociedades más pobres, hoy día no lo es. Pan, techo y abrigo no es un indicador de pobreza. En la actualidad la salud, la educación, la previsión social, el ocio, son parte de las necesidades humanas fundamentales. Es decir, para que nosotros podamos desarrollarnos en dignidad, de alguna manera requerimos de un conjunto de posibilidades”.
Para Bork la pobreza se puede definir desde la insuficiencia de ingresos económicos, pero también se discute como aquella falta de acceso a las instancias de participación o la inexistencia de espacios para hablar del destino de la sociedad a la cual yo pertenezco.
“Tenemos distintas definiciones, desde diversas disciplinas. La ciencia ha tratado de explicar el fenómeno de la pobreza y si nosotros hacemos un ejercicio reflexivo podemos darnos cuenta de que la pobreza lamentablemente es resultado de una no gestión de lo social, de una forma inequívoca de gestionar la vida en común, haciendo distinciones entre unos y otros”, puntualizó la profesora.
El padre Víctor Ronald La Barrera Villarreal, vicerrector Académico del Centro Bíblico Teológico Pastoral para América Latina y El Caribe (CEBITEPAL-CELAM), se refirió a la pobreza, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, como “todos aquellos obstáculos o todas aquellas herramientas, que se ponen en contra de la dignidad humana, como la violación de los derechos, y que no nos ayudan a alcanzar la felicidad y la salvación eterna para la que hemos sido creados. Pobre es aquel al que no se le respeta la dignidad, al que se vulneran sus derechos y que no tiene la posibilidad de utilizar los bienes para alcanzar la salvación”.
A finalizar el coloquio, la profesora Carmen Márquez, coordinadora de la Cátedra Doctrina Social de la Iglesia, agradeció la generosa participación de los expositores e invitó a los asistentes al segundo conversatorio, que se llevará a cabo en el mes de noviembre, y que se titulará: “Estado subsidiario o solidario: una reflexión sobre el destino universal de los bienes”.
Por Natalia Cabrera Vásquez
Facultad Eclesiástica de Teología