La pandemia del Coronavirus representó un duro golpe para el sector cultural, no sólo a nivel internacional sino que también en nuestro país. Afectó de manera transversal prácticamente a todas las disciplinas vinculadas con el arte: teatro, ballet, danza, música, cine, poesía, galerías de arte, entre otras.
El impacto se produjo por la crisis sanitaria que se reflejó en el aumento de casos de Covid-19 y también en un remezón económico que se expresó en una merma en los ingresos. En este complejo contexto, instituciones como las universidades readecuaron sus presupuestos para mantener la docencia, los laboratorios y mejorar el apoyo a los estudiantes.
La PUCV en comparación con otras casas de estudios de regiones mantuvo durante este periodo los honorarios de los integrantes de los conjuntos musicales estables: como son la Orquesta de Cámara y el Conjunto Folclórico, lo que es destacable considerando que el apoyo a la cultura se encuentra dentro de la misión de nuestra Institución, que cuenta con una profunda vocación pública y que se expresa desde sus orígenes.
Al respecto, la jefa de Proyectos Culturales de la PUCV, Kareen Stock, planteó que “la Universidad cumplió de una manera muy noble con nuestros músicos, pues se mantuvieron los honorarios de los conjuntos estables. Pudo seguir en este periodo la Orquesta y el Conjunto Folclórico. El Coro Femenino de Cámara sufrió una reestructuración, por eso tuvo un receso. La Universidad permitió mantener a estas agrupaciones y nosotros le retribuimos trabajando de una manera incansable. Fuimos los primeros a nivel universitario en empezar a producir los contenidos en la plataforma audiovisual, los canales de You Tube, mantuvimos a los músicos cohesionados aunque sea en línea, ensayando de manera virtual y produciendo cultura en tiempos de pandemia”, precisó.
Una vez que los músicos comenzaron a transitar hacia la presencialidad, los integrantes de las agrupaciones tomaron conocimiento que la escena cultural en el país se había visto brutalmente impactada porque muchas agrupaciones no pudieron volver a constituirse y tuvieron que cerrar, algunas con una larga trayectoria y de universidades con mucho prestigio.
“Valoramos con mayúscula este enorme esfuerzo de la PUCV por mantener sus agrupaciones culturales al servicio de la comunidad y al momento de reintegrarnos, dar muestras de aquello. El Coro estaba en proceso de reorganización y continuará a través de una nueva agrupación mixta de cámara. Es un hecho importante en la escena nacional. Somos de las pocas instituciones que estamos teniendo conjuntos estables profesionalizantes y profesionalizadas”, complementó Stock.
Los honorarios de los músicos son financiados en un porcentaje por la PUCV y otro es aportado por el Ministerio de las Culturas, el Arte y el Patrimonio (MINCAP), a través de fondos concursables que se postulan año a año, considerando que se han ampliado la cantidad de integrantes de cada agrupación.
20 AÑOS DE EVENTOS ABIERTOS A LA COMUNIDAD
El Conjunto Folclórico PUCV acaba de presentarse con un programa en la clausura de la Semana del Patrimonio, que nació producto de una investigación efectuada en terreno por especialistas y se tradujo en el montaje de Malku Qhapac Ñan, cruces y huellas en el camino del Inca, que recreó una de las fiestas religiosas más grandes del norte de Chile.
El Coro de Cámara y la Orquesta Clásica están funcionando como instituciones autónomas y además como una gran agrupación que se llama Coro y Orquesta PUCV. “En lo personal, esto me llena de felicidad porque musicalmente permite llegar a una puesta en escena con obras del repertorio más icónico de la literatura universal como son las Cantatas de Bach, lo que es muy hermoso y un gran logro poder concretarlas”, indicó.
El Coro de Cámara PUCV cuenta con 16 integrantes, cuatro cantantes por cuerda: sopranos, mezzo, tenores y bajos, más su directora Loreto Pizarro. La Orquesta Clásica PUCV cuenta con 23 músicos, 17 intérpretes de instrumentos de cuerda y seis músicos que tocan instrumentos de viento. La ampliación de la anterior Orquesta de Cámara fue posible gracias a la postulación de los fondos concursables del MINCAP.
Considerando lo ocurrido en las universidades a raíz de la crisis económica, el escenario regional se ha visto afectado. En general, las otras instituciones de nuestra región cuentan con agrupaciones integradas por estudiantes, donde se propicia el trabajo formativo, pero que cuesta mantener su calidad en el tiempo dada la rotación de sus integrantes. Además, se organizan temporadas de concierto donde se venden entradas.
Por el contrario, en la PUCV desde hace unos 20 años, se tomó la definición estratégica, en tiempos del rectorado de Alfonso Muga, de que todas las actividades culturales de la Universidad iban a ser con entrada gratuita. “Esto nos sacó un peso de encima para entrar al mercado y obtener las ganancias necesarias para mantener las agrupaciones. Se decidió que toda nuestra oferta cultural fuera informada, abierta a la comunidad y de orden gratuito. Con eso se asumió el compromiso de la Universidad con financiar la cultura y sus conjuntos estables. Es una definición de principios muy hermosa que permanece en el tiempo”, advirtió Stock.
“Agradezco el apoyo de la Universidad porque sé que nuestro proyecto es muy bien recibido en el MINCAP. La contraparte, es decir la Universidad, hace un trabajo muy serio. Todo lo que es la administración económica y financiera se rinde primero en la PUCV, luego con el Ministerio de las Culturas. Pasa por el control de gestión, contabilidad y se revisa desde el ámbito financiero en la Universidad. Esto hace que el proyecto sea exitoso. La Universidad además facilita los espacios para efectuar los ensayos: el Aula Mayor del IBC y la Sala Alberto Cruz en Casa Central. El Coro ensaya en la Capilla. Hay un respaldo universitario hacia la cultura, lo que se percibe en diversos aspectos”, añadió Stock.
Dentro de los planes a desarrollar se espera posicionar más el Aula Mayor del IBC como la gran sala de conciertos de la Universidad. La región de Valparaíso ha perdido múltiples espacios culturales a causa de terremotos, incendios y cambios de gestión. “Nosotros hemos logrado habilitar un muy buen espacio universitario para realizar el trabajo de difusión cultural, lo que estamos abocados a retomar luego de la interrupción de los conciertos ocurrido desde octubre de 2019 y con cierre sostenido en tiempos de pandemia. Sin duda hay mucho por hacer, debemos retomar las confianzas y cercanía con las audiencias, ese es el gran desafío que asumimos en el 2022”, concluyó.
Dirección General de Vinculación con el Medio
Fotos: Ángela Tobón Coral
