A mediados de agosto, una serie de organizaciones ambientales y ciudadanas se dieron cita en una nueva edición del Encuentro Latinoamericano por el Aire Limpio, instancia participativa que tuvo lugar en la ciudad de Bogotá (Colombia). En la oportunidad, el abogado y licenciado en Biología, Alex Sánchez, fue el encargado de representar al proyecto “Aires Nuevos”, iniciativa liderada por el Centro de Acción Climática PUCV y la Fundación Horizonte Ciudadano.
Fue en el marco del Día Interamericano por la Calidad del Aire que se llevó a cabo esta actividad a cargo de organizaciones como El Derecho a No Obedecer, proyecto de la Corporación Otraparte, la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente - AIDA, Trébola Organización Ecológica y Fundación Heinrich Boll Colombia; espacio donde acudieron más de 200 personas los días de debate, reflexión y acción.
En la ocasión, el también coordinador del Centro de Acción Climática PUCV participó del foro sobre normativa de calidad de aire en América Latina, dando a conocer la experiencia de Chile. Sobre ello, Alex Sánchez comentó que “la participación del proyecto Aires Nuevos fue super bien recibida, la propuesta despertó mucho interés. Rescato los foros y paneles de discusión que fueron muy productivos. En tres intensos días de trabajo logramos establecer una Coalición de ONGs de países como Colombia, Chile, Brasil, Perú, Ecuador y, por supuesto, México”.
Sobre el trabajo de que realiza la Red Ciudadana de Calidad del Aire para la Primera Infancia, coordinado por el CAC-PUCV y Horizonte Ciudadano, se destacó la presencia de la misma en gran parte de América Latina, a través de la instalación de monitores de calidad del aire presentes en jardines infantiles, además del trabajo conjunto con las comunidades educativas donde se desenvuelven niños y niñas. Lo anterior, con el objetivo de generar espacios de participación ciudadana e iniciativas que surjan desde las comunidades.
DIÁLOGO Y ACCIÓN CONJUNTA
Alejandro Daly, director general de El Derecho a No Obedecer, proyecto de la Corporación Otraparte, y también organizadores de este encuentro, señaló que “cada vez más ciudadanos y ciudadanas de América Latina sienten y ven que la contaminación del aire y la emergencia climática en sus ciudades son problemas públicos que van en aumento” (...) “La mayoría de las fuentes de contaminación del aire de las ciudades están más allá del control de las personas y afrontarlas requiere de medidas estructurales por parte de los gobiernos. Por esto, solucionar la problemática de la contaminación atmosférica requiere de la articulación de distintos actores con la misión de proteger los derechos humanos de quienes se exponen a la mala calidad del aire y de aportar al cumplimiento de las metas climáticas de los países”.
En esa línea, jóvenes, investigadores, representantes de la sociedad civil, de la cooperación internacional y funcionarios públicos de Latinoamérica fueron capaces de reconocer las problemáticas en común, dando cuenta de las acciones que ha tomado la sociedad civil y las autoridades al respecto en cada caso, sobre todo en situaciones críticas, en las que se ve amenazada la salud de la población.
“Las problemáticas comunes que salieron fueron bastante comunes entre los países, a saber: ausencia de normativa, demora excesiva en revisarla, bajos estándares de calidad del aire, ausencia de incentivos a que se hagan valer las responsabilidades, entre otros. Se espera integrar Argentina, Uruguay lo antes posible, reunirse en Brasil el 2023 y respirar aire limpio al año 2030”, precisó Alex Sánchez.
Hacia el final de las actividades de debate, las y los expositores pusieron especial énfasis en la idea de continuar trabajando a través de iniciativas como Aires Nuevos, entendiendo que el trabajo colaborativo con organizaciones y comunidades permite a la población autogestionar espacios y proyectos relacionados no sólo con una mejor calidad del aire, sino también con la adaptación al cambio climático.
Cabe destacar que el encuentro finalizó su programación con una acción simbólica en la Plaza de Lourdes, en Bogotá, donde 40 investigadores y activistas por el aire limpio se reunieron para interactuar con un cuerpo humano construido con basura y plástico. La figura humana fue elaborada con esos elementos para relacionar la mala calidad del aire y la contaminación con el uso inadecuado de estos materiales.
Por Tania López Gallardo y Kristel Friedrichs Zuleta
Centro de Acción Climática PUCV
