25.08.2021
Un completo análisis llevó a cabo en panel constitucional organizado por el Centro de Estudios Avanzados y Extensión (CEA) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, cuyo tema fue "Régimen Político en la Nueva Constitución: Presidencial, Parlamentario o Mixto", que se enmarcó en la necesidad de debatir al mejor nivel los temas constitucionales que debe tratar la Convención Constitucional. Entre ellos, el régimen político, es decir, la forma de gobierno, exigirá definiciones en torno a un sistema presidencial -que ha sido tradicional en Chile-, el cambio a un sistema parlamentario o alguna fórmula mixta, como un semi presidencialismo.
Para analizar esas distintas estructuras el panel contó con la participación de Natalia González, directora de Asuntos Jurídicos y Legislativos de Libertad y Desarrollo; Alan Bronfman, profesor de Derecho Constitucional PUCV; Ignacio Walker; profesor PUCV, ex senador por la Región de Valparaíso y ex Ministro de Relaciones Exteriores; y Francisco Zúñiga, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Chile. A cargo de moderar la conversación estuvo Pedro Pierry, Profesor Emérito de la PUCV y ex Ministro de la Corte Suprema.
En la oportunidad, los expertos concordaron en que ninguna de las alternativas es buena o mala per se, pues es necesario hacer una lectura de los diversos escenarios que vive el país, como el alto nivel de fragmentación de los partidos políticos y los índices de participación ciudadana en los sufragios. Sin embargo, con el correr de los minutos, fueron develando sus preferencias por uno u otro sistema. Ignacio Walker se mostró a favor de un sistema parlamentario que, a su juicio, permitiría una mejor salida ante una crisis política. “Mi punto es que el presidencialismo realmente existente en Chile, en los momentos de crisis, no ha sabido sortear bien (…) Entonces, lo que explica las ventajas y desventajas de un sistema es cómo hace frente a un momento de crisis institucional. Y ahí lo que sabemos: el sistema presidencial es mucho más rígido, no tiene fusible, no hay primer ministro y, por lo tanto, es ahí, en ese momento de crisis, cuando el sistema parlamentario, incluso el semi presidencial, tiene sus ventajas”, aseveró.
Por su parte, Natalia González, señaló que es una conversación compleja, donde hay ventajas y desventajas en cada uno de los sistemas, aunque declaró su preferencia por un presidencialismo, aclarando que, “el presidencialismo que yo defiendo, tiene estas rigideces, tiene menos válvulas de escape, y, por lo tanto, no quiero plantearlo como que es la solución. Hay que hacer reformas, no son solamente a las cuestiones que están en la órbita del régimen de gobierno, sino también introducir algunos cambios en la lógica en la que se desenvuelven el presidente y el parlamento. Pero la idea más relevante con la que me quiero quedar es que, cualquiera sea el régimen del que estamos hablando, son importantes los pesos y contrapesos, que son esenciales para nuestro resguardo de los derechos y libertades”.
El profesor Alan Bronfman, en tanto, explicó que dentro de los temas que se debieran considerar, sea cual sea el nuevo sistema de gobierno, están los problemas que aquejan a nuestra democracia: los problemas de representatividad y los de descentralización. “Las tasas de participación (electoral) son bajas (…) Creo que a nuestro sistema electoral le falta competitividad, que al actual sistema de representación proporcional le falta una revisión seria y avanzar a un sistema electoral de otro tipo donde tengamos una mayor representatividad y responsabilidad”.
Por último, Francisco Zúñiga, resumió su idea en la esperanza de que el proceso constituyente alumbre la refundación del orden político institucional, con una Constitución paritaria, representativa y participativa, con un reparto del poder basado en la necesidad de dotar al gobierno de una sólida posición institucional. “El debate no debe estar en generar mayor equilibrio entre gobierno y parlamento, sino en generar un mecanismo efectivo de cooperación entre ambos. Ese mecanismo efectivo es, a mi juicio, el régimen semi presidencial y una modificación al sistema de partidos, empoderando los partidos, mejorando su estándar democrático y competitivo, así como su personal político profesional”, señaló. Zúñiga agregó que, desde el punto de vista del sistema electoral, es importante crear un umbral de representación adecuada para que los partidos con representación parlamentaria tengan un peso efectivo en la formación de los gobiernos. “Un cambio en el régimen político debe ir acompañado de una reingeniería en el sistema de partidos y en el sistema electoral para que funcione efectivamente y por un tiempo prolongado”, concluyó.
CEA PUCV