El pasado viernes 03 de noviembre se realizó la Cena Alumni PUCV en el Centro de Eventos Casa Blanca de Rancagua. Esta actividad coordinada por la Universidad busca ser una instancia para rememorar las experiencias vividas como estudiantes de pregrado.

En la ocasión se premiaron a 6 ex alumnos destacados, recayendo la distinción en el alumni de la Escuela de Comercio PUCV, Cristóbal López Coronado, destacado en la sección Acción social y sello valórico. Este premio se entrega a los egresados que “han mostrado un desempeño profesional destacable a lo largo del tiempo, en sus ámbitos particulares y escenarios específicos, dando testimonio del sello valórico de la Universidad”, como sostuvo el rector Claudio Elórtegui.

Cristóbal López  aseguró que: “Ser distinguido de esta manera también es una gran responsabilidad porque uno como Alumni es embajador de la Institución y también de la Escuela representando los valores de la Universidad. Es bonito cuando el Alma Máter se acuerda de uno y lo distingue”.

Al ser consultado sobre lo qué le pareció que se realicen este tipo de fiestas por la Red Alumni PUCV, Cristóbal afirmó que: “Es una excelente iniciativa de vincular a los ex-alumnos generando lazos con la Universidad. Este tipo de instancias deben perdurar en el tiempo”.

Dentro de su discurso, Cristóbal hizo un breve recorrido por lo que fue su experiencia como estudiante de la Escuela de Comercio PUCV, desde el primer día en que una profesora le remarcaba que lo difícil no era entrar a la universidad, sino titularse. También de como sus compañeros lo subieron a pulso al Morro de Arica, y que después en el 2009 junto con un grupo de estudiantes ganaron la elección de centro de alumnos, en que Cristóbal resulto ser vicepresidente.

Cristóbal López también se refirió a quienes lo apoyaron por su paso por la universidad a quienes cuenta a Dios y su familia en primer lugar, a la comunidad de su querida Escuela de Comercio y a sus compañeros con los que mantiene contacto. También destacar a: “Berta Silva por todo el apoyo entregado en todos estos años, a Jonathan Hermosilla, María Teresa Blanco, Orlando González, a Juanito la persona encargada de biblioteca en la jornada vespertina en el Gimpert, a Juan Pablo Ponce y todo el equipo de centro de alumnos del año 2004 quiénes me acogieron cuando ingresé a la Escuela, Paty Mendieta, Álvaro Ramos, Marta Castro, Pablo Cofré, Leonardo Meza (el tío Leo como lo llamamos de cariño), Javier Ramírez con quien participé en CAA el año 2009, Rodrigo Díaz, Samuel Lazcano, Nazareth Garrao, perdón por si alguien se me queda en el tintero”. 

Fotos: Ángela Tobón