Estudio de la PUCV indaga en las claves para formar el pensamiento histórico en enseñanza básica
Proyecto se centra en cómo el profesorado está promoviendo el desarrollo de habilidades necesarias en un mundo donde abundan las fake news e informaciones inciertas en las redes sociales.
05.06.2025
“¿Cómo se enseña a pensar históricamente en las aulas de Educación Básica?” es el nombre del proyecto Fondecyt de Iniciación financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y liderado por la académica de la Escuela de Pedagogía y del Magíster en Educación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Damaris Collao.
Se trata de una iniciativa que explora el ámbito de la educación entre primero y cuarto básico, específicamente la enseñanza de la historia, e indaga en los factores que son necesarios para formar el pensamiento crítico en los niños para cimentar las bases de su ciudadanía.
Según explicó la directora del proyecto, hay ciertas habilidades propias del pensamiento histórico que deben adquirirse y ejercitarse desde etapas tempranas de la escolaridad para ser capaces de discernir sobre los contenidos a los cuales tienen acceso e ir formando el pensamiento crítico.
“Una de estas habilidades fundamentales y que se ha explorado poco en el ámbito de la educación básica, es el trabajo con las fuentes. Qué se hace con esa fuente, cómo soy capaz de preguntarme algo respecto de ella o incluso de cuestionarla, que es algo importante en este contexto donde muchas veces la desinformación impacta en nuestra democracia y va de la mano con el hecho de ejercer una ciudadanía informada”, planteó Damaris Collao.
UN ENFOQUE DESDE EL ESTUDIANTE
Según explicó la académica, hay mucha información en Chile sobre la enseñanza del pensamiento histórico en secundaria, o de quinto básico hasta cuarto medio, incluso en el ámbito universitario. Sin embargo, la situación entre primero y cuarto básico es algo no explorado en el país.
“Lo que busco es determinar cómo se están trabajando las habilidades del pensamiento histórico, ya sea de análisis de fuente, de interpretación, de narración, pero desde el estudiante. La idea es analizar cómo estamos abordando estos temas para que sean ciudadanos activos y transformen el espacio en el que se van a desenvolver y en el que ya se desenvuelven porque en mi concepción, la ciudadanía comienza desde que estamos en un territorio, desde la infancia”, sostuvo Collao.
La investigadora añadió que “la enseñanza de la historia no debe ser reproductiva, centrada en fechas y personajes, sino que debe incluir una mirada más crítica en el desarrollo de habilidades que permitan que los niños entiendan el presente, se comprendan como seres históricos y aprendan a ser ciudadanos”.
El proyecto, que trabajará con 60 escuelas de la Región de Valparaíso, propone revisar las planificaciones de los docentes con el fin de obtener un panorama general sobre cómo el profesor está planteando la clase y las temáticas que tiene que abordar. De esta forma, determinar cómo se están trabajando las habilidades del pensamiento histórico y, además, poder nutrir a los académicos con los resultados de la investigación a fin de contribuir con su labor formativa.
“Hay dos ámbitos en los que está mi interés: uno es la enseñanza de la historia, la geografía y las ciencias sociales en la educación básica y otro, que va de la mano, es la educación patrimonial. El patrimonio es una fuente que no suele utilizarse para la enseñanza de la historia, se piensa solo en el día de los patrimonios como el momento para apropiarnos de ello, pero la enseñanza de la historia está muy ligada a la enseñanza de la historia local que está próxima al contexto de los niños. Entonces ahí están mis primeras preguntas: ¿qué se está haciendo para utilizar estos recursos para nutrir la formación del pensamiento histórico?, ¿cómo estamos conectando, por qué no lo conectamos?”, finalizó la académica.
Erika Schubert
Dirección de Comunicación Estratégica