Ir a pucv.cl

In memoriam - Hardy Neumann Soto

Con ocasión del sensible fallecimiento del Profesor Dr. Friedrich-Wilhelm von Herrmann

En el año 2022 se ha precipitado sobre un grupo de académicos alemanes ese fenómeno interno a la vida, que Heidegger denominara la posibilidad más propia irrespectiva e insuperable del existir. En efecto, sin que la mención sea completa, la muerte ha sorprendido este año a una pléyade de ilustres profesores, de los que, se puede decir, han formado parte de lo más excelso que la academia alemana del siglo pasado y de éste ha proporcionado al mundo intelectual. Así, han fallecido en este año los profesores Hans Poser, Walter Jaeschke, Klaus Erich Kaehler, Gernot Böhme, Bernhard Casper. La mención dista mucho de ser completa y no tiene pretensiones de tal. Pero a todos y a cada uno de ellos los caracteriza haber promovido en sus cursos, seminarios y publicaciones figuras fundamentales de la filosofía, como las de Leibniz, Kant, Hegel o Levinas. Pues bien, entre esos profesores y maestros se erige la figura que, con su partida, se enaltece aún más: la del Profesor Dr. Friedrich-Wilhelm von Herrmann de la Universidad de Freiburg i. Br. El sentido de aludir a aquellos maestros y, en especial de quien aquí se trata, por el impacto que ha provocado su fallecimiento en la Sociedad Iberoamericana de Estudios Heideggerianos, se debe a que, entre los cultores, esta vez de la filosofía de Heidegger, la figura del Prof. von Herrmann se emplaza en primera línea.
Como se sabe, von Herrmann dedicó buena parte de su trabajo y de su vida a la edición de las Obras Completas de Heidegger (Martin-Heidegger-Gesamtausgabe), prácticamente hasta sus últimos años, junto con llevar adelante la publicación de la revista Heidegger Studies en calidad de editor principal. La primera tarea le fue encomendada por el propio Heidegger y la asumió como si se tratara de un apostolado. Baste aquí como índice de ello el testimonio que ofrece su viuda, la Dra. Veronika von Herrmann, cuando recuerda que en el año 1989, mientras tenía lugar un encuentro de fenomenología en la Katholische Akademie de Freiburg i. Br., en el que participaba Hans-Georg Gadamer, von Herrmann se excusó de asistir. La razón, que junto con sus saludos y excusas le hizo llegar a Gadamer, era que se encontraba en la etapa final de la edición de los Beiträge zur Philosophie. Gadamer le responde entonces diciendo: “es mucho más importante para nosotros que su marido siga en su escritorio, porque esperamos con ansias la publicación de los Beiträge”.
Indudablemente, la obra del Prof. von Herrmann está lejos de agotarse en los trabajos editoriales referidos. Varios miembros de esta Sociedad —como se señaló al comunicarse la noticia del deceso— deben su formación o su perfeccionamiento filosóficos al Profesor von Herrmann. Es verdad que para la mayoría se trata ante todo del estudio del pensamiento de Heidegger, pero cabe tener presente que no exclusivamente, y que los planteamientos hermenéutico- fenomenológicos en los que se plasmaba la formación que entregó no se limitan de ningún modo a la filosofía heideggeriana. En todo caso, independientemente del pensador del que se trate, se hará bien si se recuerda que von Herrmann exigía a sus estudiantes —entre otros aspectos— algo que él mismo vivió o “vivenció” (si lo expresamos en términos fenomenológicos) en su época de asistente de Eugen Fink. En efecto, como relata con exquisito detalle en el prólogo que escribiera para la edición hoy ya publicada de Epilegomena zu Immanuel Kants Kritik der reinen Vernunft. Ein phänomenologischer Kommentar (1962-1971), le correspondió actuar como protocolante nada menos que en 14 seminarios ofrecidos por Eugen Fink entre 1962 y 1971. Gracias a ese trabajo minucioso, paciente y dedicado se dispone hoy del valioso comentario cuyo epígrafe ha sido indicado, y que se ha publicado justo aufgrund der autorisierten Protokolle von Friedrich-Wilhelm von Herrmann und der handschriftlichen Seminarvorbereitungen Eugen Finks, vale decir, sobre la base de los protocolos autorizados de Friedrich-Wilhelm von Herrmann y de los manuscritos preparatorios para el seminario de Eugen Fink. El texto ha sido editado por Guy van Kerckhoven y cuenta con un Vorwort —como se adelantó— del propio Prof. von Herrmann. La base del texto sobre el que trataba el seminario de Fink era la Crítica de la razón pura. Ello explica también por qué von Herrmann, formado ya antes en Kant con Weischedel (Berlín) dio en Friburgo iluminadores seminarios y lecciones sobre el regiomontano, pero elaborados con la herramienta de la fenomenología hermenéutica. La interpretación unitaria de Kant efectuada por el profesor von Herrmann ha sido publicada el 2021, con el título: Kants Kritik der reinen Vernunft als transzendentale Metaphysik.
En conexión con la dirección científica de la edición de las Obras Completas de Heidegger que le correspondió asumir y que ejecutó por mucho tiempo hasta no hace tantos años, el Prof. von Herrmann dedicó buena parte de su actividad filosófica a la original y estimulante interpretación hermenéutico-fenomenológica del pensar de Heidegger, en un esfuerzo que no consistía, según él, en hablar acerca de las cosas, sino en un Mitgehen mit den Phänomenen, en un acompañar a los fenómenos en la genuina presentación de éstos. Esta labor de interpretación lo convirtió en un cultor de primer nivel de la llamada Escuela Hermenéutico-Fenomenológica de Friburgo. Ese trabajo interpretativo de larga data ha visto la luz en distintas monografías y comentarios. Se destacan los tres volúmenes de Hermeneutische Phänomenologie des Daseins, que constituyen un Kommentar a Sein und Zeit, que abarca en sus tres tomos hasta el parágrafo 44, e. d., toda la primera sección de Ser y Tiempo. Más tarde, el 2019, siguió un comentario al complejo texto Contribuciones a la filosofía, con el título Transzendenz und Ereignis. Heideggers “Beiträge zur Philosophie” (Vom Ereignis). Ein Kommentar. Pero, además, sus estudios de Subjekt und Dasein o Hermeneutik und Reflexion constituyen un aparato conceptual indispensable para quien quiera adentrarse seriamente en los intersticios del pensamiento de Martin Heidegger. Muchas otras obras podrían mencionarse, pero con lo indicado basta para hacerse una idea del trabajo concienzudo y simplemente magistral de su obra. En ella se asoma siempre también una originalidad filosófica que comparece en el momento mismo de ir dando cuenta de los textos comentados. Ése será un desafío y una tarea de sus futuros intérpretes.
El Prof. von Herrmann ofreció también refinadas y penetrantes lecciones sobre otros autores: en su cátedra desfilaron Agustín, Descartes, Leibniz, Kant, Fichte, Husserl, Fink, incluso Sartre, y, por supuesto, Heidegger. Afortunadamente, en los últimos años pudieron ver la luz en formato de libro también algunas de dichas lecciones. Constituyen, huelga decirlo, más allá de su valiosísimo contenido, una forma de trabajo en que se vuelve a plasmar el modo en que von Herrmann llevaba adelante su enseñanza de la filosofía. En estas se refleja, como él mismo lo hace presente en el prólogo del comentario de Fink antes mencionado, una larga tradición en los seminarios filosóficos de Friburgo, que consistía en entregarse “no sólo a la preparación intelectual de las sesiones, sino a releer los textos en el momento en que debía hablarse acerca de ellos” (Vorwort, Op. cit., p. 16). Si cabe aquí la osadía de interpretar la proyección que tiene un trabajo así ejecutado, podría aventurarse que disponer de esa forma de operar exegéticamente adelanta un trecho del camino en el abordaje siempre escurridizo de los textos de los grandes pensadores, con la confianza de estar apoyado por algunas de las herramientas necesarias para extraer de la casi siempre dura cantera del texto fuente no sólo las ideas del pensamiento a abordar, sino hacer posible con ello fecundar las propias y ponerlas a prueba, en diálogo tanto con el pensamiento del caso como con las proyecciones del mismo. Se sigue asistiendo allí pues, de este modo, al famoso Ausblick con que solían (o debían) finalizar los protocolos confeccionados en los seminarios del Profesor von Herrmann.
Es imposible aquí atreverse siquiera a aproximarse a resumir todos los frutos que la vida filosófica de von Herrmann deparó y ciertamente seguirá deparando. Porque se trata, en sentido estricto, precisamente de eso, de una vida dedicada completamente a la meditación de los textos y su enseñanza rigurosa, pero sin pasar por alto en ningún momento aquellos rasgos que hablan de la valiosa persona del Prof. von Herrmann y que se materializan en el soporte intelectual y moral que eficientemente brindó a quienes tuvieron la suerte y el privilegio de estudiar con él. Otro tanto vale también para aquellos que le venían a escuchar y a los que integraba generosamente en sus sesiones de seminario, en una audiencia que devenía eminentemente internacional. Muchas veces había en las aulas más estudiantes extranjeros que aquellos provenientes del ambiente germano. Esto es especialmente relevante para Iberoamérica y, por ende, para esta Sociedad, pues allí se poblaba de chilenos, españoles, argentinos, brasileños, venezolanos, mexicanos, etc. Otro tanto podrán referir estudiantes e investigadores venidos de Asia y del Este de Europa, así como de Norteamérica.
Para la Sociedad Iberoamericana de Estudios Heideggerianos la figura de von Herrmann también se hace presente por otra vía, a saber, gracias a la colegial amistad que cultivara con el traductor de Ser y Tiempo: Jorge Eduardo Rivera. Rivera alude al “constante diálogo con el profesor Friedrich-Wilhelm von Herrmann” cuando elaboró en Alemania una nueva versión de su propia traducción. Al momento de agradecer a quienes colaboraron en la última versión de la traducción, al primero a quien expresa esos agradecimientos es precisamente al profesor von Herrmann. Ello se debe, entre otros, a “su paciente colaboración en el desciframiento de algunos textos especialmente difíciles”. De los profesores alemanes a los que Rivera acudió para decidir cuestiones particularmente intrincadas del pensar de Heidegger se cuentan precisamente Hans-Georg-Gadamer y Friedrich-Wilhelm von Herrmann.
La huella y figura de von Herrmann se ha expandido, pues, a lo largo y ancho del mundo y está destinada a crecer. Nos queda, entonces, pese a la natural congoja que hoy nos embarga, la seguridad de pertenecer a una comunidad que ha tenido en este gran profesor a uno de esos focos que inundan de luz la muchas veces oscura región del pensamiento filosófico. De ese foco central deberían irradiarse numerosos haces de luz, cuya proyección no se termina con el acaecimiento de la muerte, sino que se mantendrá vigente en su obra y también, por supuesto, en las personas a las que directa o indirectamente el Prof. von Herrmann formó o que seguirá formando a través de la lectura de sus finos textos. Según ha informado su viuda, la Dra. Veronika von Herrmann, su legado estará en el largo plazo al cuidado de la Universidad de Friburgo, para que también las generaciones que vienen puedan aprovechar el prístino manantial que brota de la obra del ilustre Prof. von Herrmann y mantener así vivo el espíritu de la fenomenología friburguesa.
Hardy Neumann Soto
Director Instituto de Filosofía PUCV
Miembro de la Sociedad Iberoamericana de Estudios Heideggerianos