Con una gran asistencia de público y un emotivo ambiente de recogimiento se desarrolló el concierto de Semana Santa que el Coro y la Orquesta de Cámara de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso brindaron el martes pasado en la Catedral de Valparaíso.
Ambos conjuntos, bajo la dirección de Pablo Alvarado, interpretaron un cuidadoso programa especialmente escogido para la ocasión y que comenzó con la emotiva obra “We are”, del compositor Yuri Shevchenko, quien se inspiró en el himno de Ucrania y hoy es interpretada como un mensaje de cese al conflicto bélico que afecta a Europa.
La jornada prosiguió con Variación IX Nimrod, de las Variaciones Enigma del británico Edward Elgar, quien compuso 14 piezas para retratar a sus amigos y donde busca plasmar algunas de sus relaciones sociales más cercanas.
Finalmente, se ofreció el Réquiem en re menor, Op. 48 de Gabriel Fauré, considerada una de las más hermosas y populares misas de difuntos. Fue escrita entre 1886 y 1888, e interpretada por primera vez en la Iglesia de la Madeleine. Su compositor es considerado uno de los más destacados de su generación por su estilo musical influyó a muchos creadores del siglo XX.
“Por ser un lugar de oración, quiero agradecer a Dios lo que hemos vivido en este momento. Este concierto alegra el espíritu y ayuda a encontrarnos con Dios”, señaló en la oportunidad el Obispo de Valparaíso y Gran Canciller de nuestra Casa de Estudios, Monseñor Jorge Vega Velasco.
Asimismo, recordó que ésta es la primera vez que ambos elencos estables de la Universidad se presentan en la Catedral de la ciudad puerto y, junto con agradecerles esta experiencia, les extendió una invitación para que vuelvan a ella. Y al público, también agradeció su asistencia: “si no fuera por ustedes, esto tal vez no se estaría realizando. Cada uno de los asistentes está animando a los músicos a mostrar lo mejor de su arte”.
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