24.05.2022
Eduardo Cavieres Figueroa fue un orgulloso porteño y entrañable académico del Instituto de Historia PUCV por más de 40 años, marcando a generaciones de estudiantes de pregrado y postgrado. Fue director del Instituto de Historia y de sus programas de Magíster y Doctorado. Fue Profesor Emérito de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y también un reconocido maestro formador en diversas universidades extranjeras y nacionales.
Autor de innumerables publicaciones, sus contribuciones científicas se ocuparon de diversas áreas de la historia económica y social, con un interés particular por los problemas de historia de Chile y América Latina.
Fue autor de más de 100 escritos, capítulos de libros y prólogos en formato de artículos a nivel nacional e internacional. Como autor o coeditor escribió más de 30 libros, siendo el académico de la PUCV que más textos ha editado en Ediciones Universitarias de Valparaíso (EUV). Sus escritos están considerados entre las grandes obras de la historiografía chilena de los últimos 30 años. Fue Premio Nacional de Historia 2008.
En esta misma línea, el Instituto de Historia PUCV anunció esta semana la creación de la Cátedra: “Eduardo Cavieres Figueroa”, donde se difundirá su legado y se proyectará el futuro con sus valiosos aportes desde la historiografía. La iniciativa es liderada por los académicos del Instituto, Juan Cáceres y Jaime Vito, dos discípulos cercanos al Profesor Emérito.
“Como todas las cátedras a nivel académico será un espacio de discusión, conversación y debate de ideas historiográficas y dentro de las ciencias sociales sobre temáticas relevantes que destacan por su vigencia. La base de la discusión se relacionará con las ideas de Eduardo Cavieres donde prácticamente dominaba muchas formas de trabajo: historia económica, historia social, historia política, historia cultural, historia binacional, demografía histórica, entre otros”, advierte el Dr. Juan Cáceres.
“La cátedra está pensada como una instancia dentro de otras que debieran surgir, no sólo dentro de la PUCV, sino que también en otras universidades chilenas donde dejó muchos discípulos. Esto también se relaciona con el Programa de Estudios Iberoamericanos y con las redes que se tejieron con instituciones peruanas, argentinas, bolivianas y con la Universidad de Alcalá”, complementa el Dr. Jaime Vito.
De acuerdo a lo explicado por los académicos, la cátedra pretende destacar una parte de su herencia académica e intelectual. “Debiera ser un espacio dentro de la Universidad, que esté cuidando y revitalizando su pensamiento historiográfico y además rememorando el pensamiento de Eduardo, pero a partir de eso proyectar nuevas problemáticas, incorporar nuevas líneas de investigación, una cátedra que esté a tono con la actualidad”, explica Vito.
METODOLOGÍA DE TRABAJO
La Cátedra “Eduardo Cavieres Figueroa” será una reunión permanente y se espera sesionar cada 15 días, donde un profesor o profesora exponga sobre algunos temas vinculados con sus líneas de trabajo y legado para propiciar la reflexión.
“Comenzará a sesionar la semana del 22 de junio donde los integrantes vamos a conversar sobre su significado. El 6 de julio se realizará la primera sesión donde el expositor será Jaime Vito sobre las ideas y el legado de Eduardo Cavieres. Es una deuda académica contraída con Eduardo, quien nos formó. Fui su alumno de Magíster en la Universidad de Chile. Además, le agregaría un componente de amistad que tuvimos, eso de ir más allá de lo académico y compartir aspectos de la vida cotidiana. Es un recuerdo por su amistad”, recuerda Cáceres.
Un aspecto que le preocupaba al Dr. Cavieres era cómo proyectar el futuro desde el presente y cómo están evolucionando las instituciones de educación superior, el impacto de la globalización y el mundo del trabajo, uno de los temas que el académico abordó en un coloquio realizado en noviembre pasado con académicos españoles y chilenos.
“Eduardo estaba muy preocupado por la Universidad como concepto genérico, que está enfrentando una evolución que nos sitúa en una institución distinta a la que teníamos cuando estudiamos. Eso es positivo, pero también tiene sus riesgos. Se preocupaba por la conexión entre la Universidad con el mundo real, con la sociedad. En el programa de la cátedra, el gran tema será la relación entre la historiografía y el presente”, destacó Vito.
La relación interdisciplinaria en la academia, también era otro ámbito que le preocupaba al Dr. Cavieres. “En general las instituciones universitarias funcionan con disciplinas encapsuladas, tenemos poco diálogo académico con la filosofía, la teología, etc. El encabezó varios proyectos de trabajo interdisciplinario con distintos especialistas, había una preocupación por el conocimiento, que entre en diálogo con los problemas concretos de la gente”, concluyó.
Por Natalia Cabrera Vásquez
Facultad de Filosofía y Educación