En el contexto de la conmemoración de los 100 años de la bendición de la Primera Piedra de Casa Central, el Gran Canciller y Obispo de Valparaíso, Monseñor Jorge Vega Velasco, ofreció una Carta Pastoral, documento en el que recordó los orígenes de la Institución nacida bajo el corazón de la Iglesia.
El texto elaborado a través de Ediciones PUCV fue entregado a los asistentes a la ceremonia y en su interior se destacan los rasgos históricos de una identidad viva y se hace un llamado a conocer, custodiar y transmitir la identidad católica junto con mirar el futuro con esperanza.
“En esta ciudad se ha edificado una universidad que une la Fe con la Razón (…) Nosotros estamos recordando los 100 años de la Primera Piedra de este tremendo edificio, que hoy es patrimonial. Pero no solamente las piedras son patrimonio, sino que también las personas que a lo largo de este centenario han pasado por esta construcción: profesores, administrativos, personal auxiliar y alumnado”, recordó el Gran Canciller.
Monseñor Vega expresó que la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso nació desde la sencillez y la humildad, pero ha ido creciendo con el paso del tiempo. “Hoy es una de las cinco mejores universidades del país gracias al trabajo silencioso de muchas personas, desde el albañil que puso la primera piedra en Casa Central pasando por la labor de académicos, personal de administración y los estudiantes que hacen grande esta Institución. Nosotros somos herederos de este patrimonio, pero tenemos que entregarlo mejor que cuando lo recibimos”, complementó.
Sobre la Carta Pastoral
En el documento, Monseñor expresó que la Universidad Católica no existe para sí misma. Su existencia se orienta a servir a la persona humana y a la sociedad de la luz del Evangelio. Por eso, su misión consiste en buscar, conservar y comunicar la Verdad, uniendo de modo armónico la fe y la razón, el conocimiento y el sentido, el saber técnico y la sabiduría evangélica.
“En nombre de la Iglesia, animo a quienes forman parte de la comunidad universitaria -sean o no creyentes- a sumarse con libertad y responsabilidad a los principios que inspiran nuestra Universidad. Todos pueden participar de su misión: investigar con rigor, enseñar con pasión, estudiar con esmero, construir comunidad con espíritu de servicio y promover la dignidad de cada persona”, complementó en el texto.
El Obispo de Valparaíso además recordó algunos aspectos de la identidad de la PUCV, por ejemplo, el nacimiento de la Universidad junto a la Diócesis de Valparaíso, su compromiso con el bien común, la inspiración magisterial, la centralidad de la vida espiritual, el vínculo jurídico con la Santa Sede, la hospitalidad católica y la salida hacia las periferias.
Finalmente, hizo un llamado a conocer la identidad católica de la Universidad, custodiarla como un bien común y transmitirla con creatividad y testimonio. “El centenario de la primera piedra nos recuerda que todos somos llamados a ser piedras vivas en la construcción de una Universidad que es casa común, comunidad viva y lugar de encuentro. El edificio visible de nuestra Casa Central representa el alma invisible de esta obra: fe, servicio, inteligencia y amor por la Verdad”, concluyó.
La carta Pastoral puede descargarse en el siguiente link.
Por Juan Paulo Roldán
Dirección de Comunicación Estratégica