22.03.2019
En el Salón de Honor de la Casa Central de la PUCV se efectuó la inauguración del Año Académico 2019 de la Escuela de Ingeniería Bioquímica que este año conmemora sus primeros 50 años de historia. El acto contempló la conferencia “Ciencia y Tecnología como motor de desarrollo”, la que estuvo a cargo de la senadora por la región de Magallanes y la Antártica, Carolina Goic Boroevic.
En la inauguración, el rector Claudio Elórtegui agradeció la disposición de la senadora por venir a la Universidad para participar en este importante aniversario. “La senadora Goic se ha caracterizado por defender causas en la línea de los temas sociales, salud y laborales, con una perspectiva de preocupación por las personas, especialmente los más vulnerables y también por las familias, con una visión que coincide con los valores que identifican a nuestra Casa de Estudios”, indicó.
El rector además se refirió a los diversos logros que ha alcanzado la Escuela durante este medio siglo. “Hoy reiteramos públicamente nuestro reconocimiento desde la Rectoría y toda la Universidad a la Escuela de Ingeniería Bioquímica por su aporte a la región y al país como una unidad académica señera que desarrolla una actividad completa y de excelencia. La Escuela destaca en todos los ámbitos del quehacer universitario (…) A través de estos 50 años pueden mostrar una cantidad de egresados que se ha destacado en distintas áreas del quehacer nacional con una formación de excelencia”, precisó.
Por su parte, la directora de la Escuela, María Cristina Schiappacasse, se refirió a algunos desafíos que enfrentarán, entre ellos desarrollar un nuevo plan de desarrollo estratégico para el próximo quinquenio. “Nuestra Escuela se creó en el año 1969 y fue pionera en Chile en ofrecer el título de Ingeniería Civil Bioquímico y abocarse al cultivo de esta novedosa disciplina que se enmarca dentro de la ingeniería de bioprocesos. Los 50 años de historia y de excelencia de la Escuela han sido consecuencia de la rigurosidad, responsabilidad y compromiso de sus académicos y administrativos, como también del apoyo permanente recibido desde las autoridades”, señaló.
UNA SOCIEDAD MÁS IGUALITARIA
Al inicio de la conferencia, la senadora Carolina Goic hizo un llamado a construir el país que soñamos entre todos, sin caer tanto en las discusiones polarizadas y avanzar en levantar puentes donde la academia tiene mucho que aportar.
“Si generamos mayores conexiones entre nosotros el resultado puede ser distinto. Se requiere una mirada más amplia para cambiar la forma de hacer las cosas en Chile. Nuestro país tiene el desafío de superar su actual etapa de desarrollo. Ello implica mucho más que sólo crecer económicamente y de manera sustentable. Hay que avanzar para construir una sociedad capaz de ofrecer oportunidades de realización plena y mejor calidad de vida a todos sus ciudadanos”, agregó.
La parlamentaria, que es asistente social y Magíster en Economía, planteó que nuestro patrón de especialización productiva basado en la extracción de recursos naturales no nos llevará necesariamente por la senda de un desarrollo inclusivo y sostenible. “La ciencia y tecnología no son un lujo de los países ricos. Son condiciones esenciales para alcanzar el desarrollo. Tenemos que transformar al conocimiento y la creatividad en los motores de nuestro desarrollo”, advirtió.
En esta misma línea, la senadora abordó algunos aspectos del modelo de desarrollo de Corea del Sur y Holanda que han avanzado en diversificar su matriz productiva. Otro de los aspectos donde Chile se encuentra estancado se vincula a la baja productividad, donde nuestra matriz se centra fuertemente en la exportación de recursos naturales. Algunos de los aspectos que influyen en la baja productividad se relacionan con el alto grado de concentración del mercado, las malas prácticas de contratación y despido del personal, el bajo impulso gubernamental para el desarrollo de productos tecnológicos, las crecientes brechas en la educación primaria y la baja inversión de las empresas en I+D.
“Chile es uno de los países que menos invierte en I+D, alrededor del 0,4% del Producto Interno Bruto. Brasil invierte el 1,18%. Debemos cambiar el foco para descubrir y aprovechar nuestras oportunidades. El desafío es cómo articular los distintos saberes detrás de un objetivo común”, concluyó.
Por Juan Paulo Roldán
Dirección General de Vinculación con el Medio
Fotos: Ángela Tobón Coral