17.10.2017
Cuando tan solo restan tres años para la conmemoración de los cinco siglos del descubrimiento del Estrecho de Magallanes, en el Centro de Estudios Avanzados y Extensión de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso se llevó a cabo el seminario “500 años de Magallanes. Conexión de mares y culturas”, organizado conjuntamente por la Ilustre Municipalidad de Punta Arenas, el Centro de Extensión del Senado y la propia Casa de Estudios.
La periodista e investigadora Patricia Stambuk, organizadora del evento, calificó la primera vuelta al mundo de Hernando de Magallanes, pasando por el estrecho que hoy lleva su nombre, como “el único hecho de nuestra historia remota de Chile con una dimensión universal. No hay otro”.
Y con el propósito de conseguir que en Chile se constituya una comisión que trabaje en la conmemoración de este hito, tal como ocurre en Portugal y España, el alcalde de Punta Arenas, Claudio Radonich, señaló que esto no es solo una celebración de su comuna, “sino que una a la que invitamos a todos los chilenos. Por eso es que este hito universal, que tendrá a Punta Arenas en la celebración central, debe ser una vitrina para nuestro país y para Magallanes”.
Por su parte, el vicerrector Académico de la PUCV, Nelson Vásquez, reconoció que “nuestra Universidad quiere resaltar la figura de Magallanes y lo que representó para América y el mundo”.
Explicó que su viaje fue un gran pretexto para explicar el desarrollo de la economía mundial: “sin duda que desde el siglo XVI en adelante se echan las bases del desarrollo comercial, del capitalismo que ha vivido distintas etapas, de la globalización inicial del mundo”.
EL DESCUBRIDOR DE CHILE
Refiriéndose a la figura de Hernando de Magallanes, fundamentalmente como el descubridor de Chile, el Premio Nacional de Historia, Mateo Martinic, lo describió como “uno de los mayores navegantes de la historia, y su figura traspasó los confines de su familia y de su patria hacia un plano universal, como un verdadero símbolo del genio emprendedor (…) Más que portugués nato o español naturalizado, ha pasado a ser un hombre que desde el momento mismo de su hazaña pertenece a la humanidad”.
Para resaltarlo de otros grandes navegantes, de él destacó el hecho de haber conquistado los tempestuosos mares australes, superar la carencia de alimentos y la traición para cruzar el Océano Pacífico que bautizó.
De su descubrimiento dijo que hizo posible que nuestro país ingresara a la geografía universal como nación territorial, a través de sus componentes primigenios: la Patagonia, la Tierra del Fuego y el Estrecho: “Chile se incorpora a la historia de los pueblos”.
MAGALLANES Y LA TRAICIÓN
La filóloga y lusitanista española, Isabel Soler, reconoció que si bien nunca ha estado en Punta Arenas, le es un lugar místico desde que comenzó a seguir los viajes portugueses por los mapas del mundo. Y de Chile mencionó que “tiene una misión cartográfica, de definir dónde está el final del mundo, y desde donde parte un mundo oceánico no territorial”.
De Hernando de Magallanes reconoce que “me atrae un poco el coraje, el decidir una ruta marítima diferente a las que hasta ese momento llevaban a cabo los navegantes portugueses por la ruta del Cabo de Buena Esperanza, la propuesta de una ruta americana hacia las especias asiáticas, y eso era innovador, aunque no fue el primero en intentar ese viaje. De hecho, el de Cristóbal Colón era ese proyecto, y el que lo concretó fue Magallanes”.
Y agregó que su traición “fue política y no tenía que ver con la libertad ni con el destino, o con el buen gobierno, sino que con el despecho. Magallanes es un rebelde con el poder, que se siente traicionado y traiciona. El portugués se dejó llevar por su propio sentido de justicia y tomó una decisión que no tenía vuelta atrás, porque se oponía frontalmente a las decisiones del rey. El viaje de Magallanes transformó no solo las relaciones de poder del mundo occidental, sino que hundió definitivamente la omnipotente Imago Mundi que había gobernado el pensamiento occidental durante siglos de meditación geográfico-moral sobre la idea de mundo”.
LA FORTIFICACIÓN DE MAGALLANES
El profesor de la Universidad de Los Andes, Joaquín Zuleta, abordó al debate geográfico y militar que se produjo sobre la idea de si era necesario fortificar o no el Estrecho de Magallanes, discusión que tuvo varios momentos en el siglo XVI, los más interesantes en la década del 50 y a comienzos de 1580, justo antes de la expedición de Sarmiento de Gamboa.
“¿Por qué se tomó la decisión de fortificar cuando todos los técnicos decían que no era la decisión correcta? Porque existía un sueño imperial de España, de la monarquía de proyectar su grandeza en una fortificación que sería realmente legendaria. De haber prosperado, sería una obra que hubiera dejado la imagen de España en un nivel superlativo frente a Europa”, explicó el conferencista.
EL SIGNIFICADO DE MAGALLANES
Finalmente, la historiadora y académica de la Católica de Valparaíso, María Ximena Urbina, ahondó en el significado que tenía Magallanes en los siglos XVII y XVIII.
“Si el Estrecho era, en un primer momento, el único y lo único del fin de la tierra, más tarde, desde la metrópoli, se habla de ambos de manera inseparable: el de Magallanes y el de Le Maire. El Cabo de Hornos se menciona escuetamente en la documentación española, pero comienza a ser legible en la segunda mitad del siglo XVIII. Por su parte, desde el Reino de Chile se diferencia entre el Estrecho y las ‘islas camino al Estrecho’, es decir, el bordemar patagónico. Pero desde Chile es el concepto ‘El Estrecho’, todo en el confín austral. Y en un tercer nivel, el local, es interesante cómo la documentación generada en Chiloé refleja un progresivo ‘llenado de contenido’ de la geografía patagónica. Así se van distinguiendo islas como ‘Madre de Dios’, lugares como ‘Aquí se perdió Diego Gallego’, o bahía Anna Pink, y canales como el ‘Fallos’ o ‘Taijataf”’, concluyó.
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