La Incubadora Social de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Gen-E, se ha posicionado como una de las organizaciones líderes del ecosistema de innovación y emprendimiento de la región y del país. Su trabajo está centrado en entregar una red de apoyo y vinculación integral a diversos colectivos, que se integran desde la mirada de la innovación con sentido, valor sustentado en el sello valórico institucional y que se ocupa, entre otros, de tomar el conocimiento generado en la Universidad y ponerlo al servicio de las personas, desarrollando soluciones efectivas para las diversas problemáticas que afectan a las comunidades locales y nacionales.
En este contexto, el Programa Gen-E Partners: en la senda del valor compartido viene a consolidar el trabajo pionero y colaborativo realizado por años desde la academia, con empresas, organizaciones e instituciones del mundo público y privado, que comparten la idea de que se pueden generar acciones de alto impacto social, que son, al mismo tiempo, oportunidades para las comunidades donde se insertan, demostrando que negocios, crecimiento y sociedad pueden ir de la mano. En este proceso transformador, el trabajo de la Incubadora Social Gen-E ha sido vital para generar confianzas y avanzar en el articulado de una red de actores, que se ocupan desde sus respectivas veredas de conectar progreso económico y social.
Antes de avanzar, es importante dejar en claro que este viaje transformador hacia la generación de valor compartido, no debe confundirse con sustentabilidad o responsabilidad social, porque lo que nos convoca como Universidad, a través del trabajo de Gen-E, no es mitigar los efectos negativos que podrían generar estas organizaciones en el desarrollo de sus funciones, si no “lo que buscamos es avanzar y contribuir con la implementación de un nuevo paradigma basado en articular de manera integral, el quehacer de las empresas con la calidad de vida de las comunidades y sus habitantes”, explica la directora de Innovación y Emprendimiento de la PUCV, Carolina Silva.
El concepto de "crear valor compartido", término acuñado por los profesores de la Universidad de Harvard, Michael Porter y Mark Kramer, ha motivado a la Incubadora Social de la Católica de Valparaíso a establecer instancias de diálogo permanentes con empresas y comunidades. De esta manera, toma toda la experiencia de programas instalados en la PUCV, orientados a mejorar la calidad de vida de personas –que van desde el contexto escolar hasta la tercera edad-, que consideran espacios de capacitación para académicos, estudiantes, integrantes de organizaciones sociales, personas discapacitadas y micro emprendedores de sectores vulnerables, solo por nombrar algunos.
Esta experiencia y conocimiento son recogidos por el Programa Gen-E Partners y puesto a disposición de empresas y organizaciones del sector público y privado, interesados en incorporarlos a sus estrategias de negocios con el objetivo de mejorar, de forma permanente y bajo una mirada de largo plazo, la calidad de vida de la comunidad en que se inserta, generando contextos competitivos y saludables. Para ello, una de las posibilidades de acción está vinculada a desarrollar productos y procesos innovadores que ayuden a resolver problemas sociales.
Al respecto, Carolina Silva señala que “este programa fue pensado para relacionar a diversos actores de la región, que habiendo detectado problemáticas que afectan a las comunidades en que se insertan, no habían sido capaces de articular un trabajo que vincule sus estrategias de negocio o servicios, con mejoras de largo plazo y permanentes en su entorno directo”.
MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DE LAS COMUNIDADES
El principal motor del programa impulsado por Gen-E serán los investigadores y profesionales de la incubadora social de la Universidad que, desde su vasta trayectoria en innovación social, pondrán a disposición de los actores participantes diversas metodologías y herramientas de gestión para abordar de buena manera las necesidades prioritarias de las diversas comunas de la región.
Un ejemplo de ello lo encontramos en el trabajo que se está realizando con la Mesa de Artesanos de “Concón Crea”, donde la Incubadora Social de la PUCV está capacitando a este colectivo con apoyo de empresas locales. La experiencia, que ha sido catalogada como “muy exitosa” por parte de los participantes y beneficiarios, ha permitido que se abran las puertas para el desarrollo de futuros trabajos conjuntos que, en la actualidad, se encuentran en etapas de planificación.
En el ámbito del desarrollo organizacional, Gen-E Partners tiene muy clara la importancia de la calidad de vida de las personas en sus funciones y los impactos que esto tiene en la productividad. Es por ello que, a partir de diversas e innovadoras metodologías desarrolladas por la Incubadora Social, busca colaborar con la generación de climas laborales en empresas y organizaciones, basados en el respeto, confianza, negociación y manejo de conflictos, compañerismo y trabajo en equipo. De esta manera, la iniciativa de la PUCV busca potenciar ambientes laborales de calidad, donde exista una simbiosis positiva entre trabajo, productividad, calidad de vida, armonía, reconocimiento y felicidad, entre otros.
Finalmente, considerando la nueva ley de inclusión laboral en Chile (N°21.015), que incentiva la inclusión de personas con algún grado de discapacidad al mundo laboral, exigiendo a las empresas que tengan más de 100 trabajadores tener al menos un 1% de personas contratadas en este tipo de situación, el programa busca asesorar el efectivo cumplimiento de la normativa, poniendo a disposición de las empresas y organizaciones un completo set de herramientas que contribuyen a que este proceso transformador hacia la construcción de una sociedad igualitaria en derechos se haga de forma armoniosa y sin impactos negativos.
De esta manera, Gen-E Partners se posiciona como una de las mejores alternativas a nivel nacional, para que empresas y organizaciones mejoren sus procesos, tanto internos como externos, con el objetivo de mejorar de forma permanente la calidad de vida de las comunidades y de sus entornos más inmediatos.
Por Marcelo Vásquez
VRIEA