06.12.2016
El ex ministro Sergio Bitar, el Profesor Emérito de la PUCV, Eduardo Cavieres y el profesor Crisóstomo Pizarro realizaron la presentación del Cuaderno XVII del Foro de Altos Estudios Sociales Valparaíso titulado “La declinación del poder hegemónico de Estados Unidos”, texto que fue realizado por el destacado sociólogo estadounidense Immanuel Wallerstein y presentado en la conferencia que ofreció en nuestra Casa de Estudios en octubre de 2015.
El exministro de Obras Públicas de Michelle Bachelet, en su primer periodo, destacó el método de análisis ocupado por Wallerstein, quien se refiere a la evolución de las relaciones de poder en el “sistema mundo”, donde el experto norteamericano plantea que el máximo poder hegemónico de EE.UU. se logró en 1945, luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial.
“Estados Unidos mantendrá su hegemonía en los próximos 20 años. Sigue siendo la primera potencia en capacidad militar, en influencia de vida (soft power), en infraestructura y en la defensa de los valores como la democracia y la libertad del mercado”, precisó.
Sobre el ascenso de China, el exministro de Minería de Salvador Allende, agregó que el gigante de Asia se proyecta a futuro con un crecimiento económico fuerte, con algunos altos y bajos, pero una escasa influencia ideológica para terceros países. “China no intentará sustituir a Estados Unidos, pero acrecentará su influencia con énfasis en los aspectos multiculturales”, indicó.
Sobre el triunfo del multimillonario Donald Trump, el ingeniero se mostró preocupado sobre cómo se abordarán los grandes problemas que ofrece el contexto de la globalización como las migraciones, el narcotráfico, el crimen organizado, el terrorismo y las pandemias, situaciones que requieren de la cooperación internacional, pues no pueden abordarse de manera unilateral.
“Existe incertidumbre respecto a los retos que presenta la hegemonía norteamericana. ¿Recuperará Trump parte del poder hegemónico perdido? A través de distintos aspectos, se aprecia una declinación de EE.UU. por ejemplo, en la disminución de su peso en la evolución económica y un menor prestigio internacional, pero sigue siendo un referente en otros aspectos”, advirtió.
UNA MIRADA HACIA EL PACÍFICO
Bitar precisó que los países están apostando por invertir en tecnología y en poder militar. China está avanzando en un ambicioso programa de infraestructura para conectar a Eurasia, mientras que EE.UU. sigue enfocado en evaluar la posibilidad de vivir a futuro en Marte.
“Para América Latina, este contexto internacional nos sugiere una serie de desafíos. ¿Qué haremos para contribuir a la gobernabilidad de un mundo multipolar donde el poder está repartido? Creo que el futuro de los países latinoamericanos está relacionado fuertemente con el desarrollo del área de Asia-Pacífico y con la Unión Europea. Se requiere avanzar en una economía más fuerte e interconectada en América Latina, donde se pueda efectuar una acción política como bloque”, complementó.
Por su parte, el Profesor Emérito y Premio Nacional de Historia 2008, Eduardo Cavieres, criticó el concepto de hegemonía que muchas veces se centra solamente en lo económico y militar sin considerar variables culturales, de sociedad y calidad de vida.
“Desde la izquierda a mediados del siglo XX se soñaba con un mundo distinto al norteamericano y hubo esperanzas en movimientos de resistencia como lo ocurrido en Cuba, África y Medio Oriente. Sin embargo, en 1970 por ejemplo, nadie pensó en el impacto de una nueva división internacional del trabajo. Se encontró que era mejor y más barato producir fuera de Estados Unidos y Europa, lo que generó una gran desindustrialización en el mundo occidental. Hasta el día de hoy, no hay claridad y exactitud de la cantidad de capital de Estados Unidos que está detrás de la enorme producción asiática”, reflexionó.
Cavieres recordó al historiador inglés Perry Anderson y su texto “El viejo nuevo mundo” de 2012 donde plantea tres problemas que son claves para entender las complejidades de la globalización: las migraciones que comenzaron a profundizarse en la década del 50 luego de la Segunda Guerra Mundial; los movimientos ideológicos y terroristas vinculados a la religión; y el incremento de las nuevas migraciones que han favorecido el multiculturalismo.
“Lamentablemente, la presencia de múltiples culturas y miradas de mundo se ha transformado en xenofobia y en el aumento del proteccionismo económico. En algunos países de Europa están ganando las elecciones los líderes de derecha y se están rejuveneciendo los nacionalismos. Inglaterra, por ejemplo, votó dejar la Unión Europea. Habrá que ver cómo Estados Unidos contribuye a incrementar o a mitigar esta tendencia”, concluyó.
Por Juan Paulo Roldán
Dirección General de Vinculación con el Medio