23.08.2017
Los niños vulnerables de nuestro país no pueden seguir esperando. Bajo esta premisa, la Escuela Oscar Romero de la PUCV organizó el conversatorio “Crisis del Sename en Chile. Dignidad para nuestros niños”.
En la ocasión, participaron como panelistas el diputado de la Unión Demócrata Independiente, Osvaldo Urrutia; el director del Refugio de Cristo, padre Enrique Opaso; el director ejecutivo de María Ayuda, Ricardo Evangelista y el exdirector regional del Servicio Nacional del Menor, Esteban Elórtegui. El panel fue moderado por la académica de la Escuela de Trabajo Social PUCV, Yesika Herrera.
La profesora Herrera comenzó el encuentro dando un panorama desolador respecto al cuidado que requieren los niños más desvalidos de nuestra sociedad. Al respecto, planteó que ha habido un descenso del 400% en recursos para capacitación del personal del Sename y hay una falta de control en los dineros que se otorgan a las instituciones colaboradoras. “En los últimos tres años, se han apoyado 338 proyectos con recursos del Estado, pero no se han revisado las cuentas. Por otro lado, algunos niños han enfrentado situaciones de maltrato”, advirtió.
Al respecto, el padre Enrique Opaso ofreció una serie de estadísticas que muestran un triste panorama respecto a la atención efectiva que desarrolla el Estado para cuidar a nuestros niños. El Sename se encarga de un total de 136.767 niños y se vincula con 778 instituciones colaboradoras. En Chile hay 248 residencias para niños, donde un 22% son de la Iglesia.
“El presupuesto del Sename asciende a los 285 mil millones de pesos, donde los hogares reciben sólo un 10,5% del total, alrededor de 29 mil millones. En este contexto, el Refugio de Cristo obtiene sólo el 0,1% del presupuesto y nos vemos en la obligación de organizar actividades de caridad para pagar los sueldos del personal”, lamentó.
El padre Opaso señaló que los proyectos de ley para reformar el sistema de cuidado de nuestros niños siguen descansando en el Congreso Nacional. “Vivimos un estado de catástrofe nacional de los menores que han sido vulnerados. Se han cerrado muchos hogares por falta de recursos. El Estado no cumple con los derechos básicos de los niños”, advirtió.
EL MALTRATO SE HA NATURALIZADO
Por su parte, el exdirector regional del Sename, Esteban Elórtegui, planteó que cuando se habla de los niños vulnerables, esto se relaciona con un ámbito de respeto a los Derechos Humanos, pues son personas que requieren dignidad y derechos. “No hay que olvidar que la pobreza es multidimensional. Hay carencias materiales, pero también de oportunidades. El 23% de los niños en nuestro país viven en situación de vulnerabilidad, está cifra supera el millón de niños, lo que es bastante”, agregó.
El abogado señaló que en nuestro país el maltrato se ha instalado en los Centros de Administración Directa (CREAD) del Sename y es muy difícil que los abusadores de los niños enfrenten la justicia, pues son protegidos por las organizaciones de funcionarios.
“La autoridad está atada de manos. No quiere tener problemas con los funcionarios. La tortura es normalizada y los niños se retractan para denunciar, pues tienen miedo a ser atacados posteriormente. Hay funcionarios públicos que cometen atrocidades y se viven situaciones de precariedad en las residencias del Sename. Es una institucionalidad enferma”, precisó.
Por su parte, el director ejecutivo de la Fundación María Ayuda, Ricardo Evangelista, advirtió que en nuestro país es la sociedad civil la que se hace cargo de la vulnerabilidad en la infancia. En el caso de María Ayuda, ellos atienden a 8 mil niños en residencias y cada año los casos se van haciendo más complejos. El 90% de las familias son del primer quintil y un 56,9% son ingresados por abuso sexual.
“Hay que cambiar de paradigma y tomar a los niños como pares, como sujetos de derecho. Se requiere pasar de una protección especial a una que sea complementaria (…) Falta un mayor trabajo intersectorial en las áreas de salud, educación y vivienda. Reforzar el trabajo con las familias, mejorar el proceso de adopción de los niños y contar con profesionales que estén más capacitados para trabajar con los menores y que permanezcan en el tiempo”, indicó.
Finalmente, el diputado Osvaldo Urrutia recordó que la institucionalidad del Sename data de 1979 y gran parte de la infraestructura de los hogares es de principios de los años 80. En esta misma línea, hizo un llamado a modificar la ley de adopción, pues un niño puede llegar a demorarse seis años en encontrar una nueva familia.
“El sector privado es el que está manteniendo el sistema. El 81% de los niños vulnerables está en las organizaciones colaboradoras, cuando reciben un cuarto de la subvención del Estado. Durante los últimos 10 años han muerto 1.313 niños. Del total, 803 estaban en programas ambulatorios al cuidado de sus padres y familiares directos. Es decir, el 70% de las víctimas estaban al cuidado de sus familias”, agregó.
El legislador propuso nombrar un defensor de la niñez, considerando que una gran parte de los casos recae en la Corporación de Asistencia Judicial, donde muchos sumarios permanecen abiertos sin ser finalizados. “El sistema financiero de muchos hogares y entidades privadas está quebrado. Llevan décadas de arrastre y es difícil que el Estado se haga cargo de esto. Falta invertir en una nueva infraestructura y crear una institucionalidad acorde a las necesidades del Chile de hoy”, concluyó.
Por Juan Paulo Roldán
Dirección General de Vinculación con el Medio