02.05.2016
Con la presencia de las máximas autoridades de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y de la Escuela y Facultad de Derecho, se llevó a cabo la investidura como Profesor Emérito PUCV del destacado académico, investigador y uno de los mejores y más reconocidos romanistas del mundo: Alejandro Guzmán Brito.
La ceremonia, que tuvo lugar en el Salón de Honor de la Casa Central, fue encabezada por el Obispo de Valparaíso y Gran Canciller de la Universidad, Monseñor Gonzalo Duarte; el Vice Gran Canciller, pbro. Dietrich Lorenz; y el rector Claudio Elórtegui.
Tras la lectura de una serie de discursos, el secretario general de la PUCV, Juan Carlos Gentina dio lectura al Decreto de Nombramiento que estipula que se entrega este reconocimiento al profesor Alejandro Guzmán “en razón de sus sobresalientes y destacadas condiciones de académico, investigador y maestro”, así como también “a su relevante aporte científico en los ámbitos del derecho romano, de la historia del derecho, del derecho privado y de la teoría del derecho, que le ha valido ser considerado por reconocidos académicos y destacados editores, como uno de los más grandes juristas americanos de todos los tiempos”.
En el documento se pone de manifiesto también, entre otros aspectos, su prolífica producción de más de 30 libros de su autoría, 221 artículos publicados en diversas revistas, y numerosos prólogos y discursos; las innumerables distinciones académicas recibidas en Chile y el extranjero; su compromiso con la Universidad que lo motivó a servir los cargos de director y decano de la Escuela y Facultad de Derecho, respectivamente, y de director del programa de Doctorado de Derecho.
El profesor Alejandro Guzmán agradeció el homenaje y manifestó que “el haberme relacionado tan prolongadamente desde mis inicios como estudiante y después como académico con este edificio y con la Universidad, ha fortalecido el vínculo espiritual que siento con la Facultad, la Escuela y la Universidad misma, de eso no cabe la menor duda. Como lo señalaron mis colegas, no busco reconocimientos, pero por supuesto que siempre los recibo con complacencia y los aprecio mucho, valoro lo que significa y agradezco de sobremanera este homenaje que hoy se rinde a mi persona”.
En tanto, el rector Claudio Elórtegui destacó del profesor Guzmán su disposición y disponibilidad para responder a los requerimientos de mayor trascendencia para la PUCV. Explicó que “se ha otorgado en forma totalmente merecida la distinción como Profesor Emérito al académico Alejandro Guzmán, quien ha servido y prestigiado a la Universidad durante muchos años a través de sus labores de docencia, de investigación y ocupando cargos de administración académica del más alto nivel”.
Agregó que, en su permanente compromiso, “ha estado siempre dispuesto a servir a la Universidad y ha realizado muy grandes contribuciones a la gestión institucional”.
Por su parte, el director de la Escuela de Derecho, José Luis Guerrero, manifestó su alegría por el merecido reconocimiento al destacado académico que “nunca rehuyó a asumir tareas administrativas”.
“Él representa lo que uno esperaría fuera el perfil y la impronta de cualquier profesor. Es una persona comprometida primero con la PUCV, y también con la academia, la investigación y sus alumnos, siendo siempre leal con la Escuela y la Universidad, pensando en su engrandecimiento. Lo que hacemos hoy es terminar con una serie de homenajes que se le han hecho, que además nos permitirán contar con él permanentemente como parte de nuestro Consejo”, sentenció.
“ERUDITO DEL DERECHO ROMANO Y DE LA RETÓRICA”
A lo largo de la ceremonia, algunos de sus colegas y amigos ofrecieron palabras de reconocimiento a su labor. Tras referirse a su trayectoria como académico, directivo y decano de la Facultad de Derecho, además de su función de legislador con la redacción conjunta de diversos cuerpos normativos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, su amigo, el profesor de Derecho Canónico, Carlos Salinas, se refirió a la creación de diversas obras significativas para la Escuela.
“Numerosas son las obras con las que actualmente cuenta nuestra Escuela y Facultad y que son obra suya. La más significativa de todas es la Sala de Ceremonias que fue diseñada por él, cuidando hasta el menor detalle, utilizando solo materiales nobles. No puedo dejar de mencionar la nueva Biblioteca en donde el cuidado lo tuvo hasta en la elección de los sillones, que encargó a Estados Unidos para que cumplieran con altos estándares de comodidad para las largas horas de estudio de los alumnos. A propósito de ésta, me veo obligado a mencionar la nueva Sala de Impresos Chilenos Raros y Valiosos, cuyo contenido único hoy en Chile se debe en parte a su generosidad, ya que hizo donación de su colección particular de primeras ediciones de los diversos códigos de la República y de las actas de preparación de los mismos”, complementó.
El académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Patricio Carvajal dirigió una laudatio en la que realzó las bondades personales del homenajeado, a quien calificó como un “erudito del derecho romano y de la retórica”. Aun cuando reconoció que rehúye de los homenajes, señaló que “don Alejandro Guzmán es un hombre sobrio y generoso, un amigo sensible y atento, un caballero intachable, y un católico valiente”.
Respecto a su enorme vocación, añadió que “ha sido un notable profesor en el aula, cuyas clases de derecho romano han dejado un recuerdo indeleble en tantas generaciones de esta Casa de Estudios”. Asimismo, reconoció que siempre está dispuesto a dedicar su tiempo a quien se lo requiera, “función que asume como un deber por el cual pospone su propio trabajo en pos de la ayuda al prójimo”.
Sobre su carácter científico como investigador, por lo que ha sido catalogado en muchas oportunidades como el “mejor jurista hispanoamericano vigente”, Carvajal indicó que “es dueño de una obra literaria y jurídica inmensa, impresionante (…) Entre sus libros tiene un lugar muy especial su manual de derecho privado romano que, entre sus dos tomos de 700 páginas cada uno, constituye el manual del ramo más largo que exista, no solo en castellano, sino que en cualquier lengua”.
Por Karen Unda/Juan Pablo Guerra
Escuela de Derecho/Dirección General de Vinculación con el Medio
Fotografías: Ángela Tobón