07.04.2020

“Chile y el mundo han cambiado con esta pandemia. Como comunidad universitaria hoy tenemos nuevas estrategias de aprendizaje y de encuentro. Debemos reunirnos desde la virtualidad para sacar también nuestra solidaridad. La invitación es a quedarse en casa, rezar unos por otros y lo principal estar unidos para llevar a cabo la misión que nos involucra a todos en estos momentos: cuidarnos para proteger a los demás. Bienvenidos a nuestra Universidad en una dimensión distinta pero no distante de lo que queremos hacer para servir más y mejor”, señaló el padre Gonzalo Bravo, decano de la Facultad Eclesiástica de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, en el inicio de este año académico.

La Dra. Tania Squizzato, jefa de carrera de la Licenciatura en Ciencias Religiosas y Estudios Pastorales PUCV, informó que la actual contingencia sanitaria “no ha impedido que los alumnos nuevos, que no pudieron conocerse presencialmente, decidieran hacerlo a través de un grupo de Whatsapp y, animados por el consejo de una profesora de la Facultad (la Hna. María Inés Concha), comenzaron a armar una red virtual de apoyo”.

De acuerdo a la académica, a pesar de las particulares y difíciles circunstancias del inicio de clases, los estudiantes reconocieron sentirse acogidos. Desde entonces, los grupos de Whatsapp (tanto de quienes ingresan a primer año, como de quienes están en cursos superiores) se han convertido en un importante sitio de encuentro virtual. “Todos nuestros estudiantes han mostrado la mayor colaboración para llevar adelante este semestre en las actuales condiciones y ninguno ha perdido el entusiasmo por la carrera, aun cuando varios tienen que afrontar situaciones laborales y familiares de gran complejidad”, mencionó la profesora.

Omar Olave, estudiante de primer año de la Licenciatura en Ciencias Religiosas y Estudios Pastorales, indicó que el mayor desafío, tanto para profesores como para alumnos, fue dar inicio a las clases de manera online. “Tuvimos que aprender a usar las herramientas virtuales que la Universidad nos ofrece para recibir los nuevos conocimientos. Sin lugar a dudas, este año académico es especial, porque estamos en familia, momentos que nos enriquecen de una manera inigualable, donde tenemos tiempo para todo, especialmente para compartir con nuestros seres que queremos. En este país se ha denigrado y menospreciado de una forma incalculable a la familia, no se le ha dado la importancia de alimentarla de construirla y fortalecerla, sin embargo,  constituye la base de nuestra sociedad”, aseveró el alumno.

 Natalia Cabrera Vásquez

Facultad Eclesiástica de Teología