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La Pulga y el piojo

El Rey Dralak tenía en su palacio una alcoba bellamente decorada con una cama inmensa, inmensos cojines, almohadas y suaves sábanas. Allí vivía feliz una pulga llamada Yani que todos los días tomaba sangre real. Un día llegó el rey con un piojo llamado Rajesh. La pulga Yani se enfureció al ver que alguien invadía su territorio y le ordenó que se retirara inmediatamente.

- Señora Pulga no sea así, vengo cansado y hambriento. Sé que soy plebeyo pero he viajado por todo el Hindustán y he probado todo tipo de sangres excepto sangre azul que me imagino es un sabor exquisito y refinado. Ser hospitalario es una virtud...

- Esta bien Señor Piojo pero le quiero advertir sólo una cosa. Yo le chupo la sangre al rey sólo cuando está profundamente dormido, cuando empieza a roncar. No se le ocurra molestar al rey hasta que empiece a roncar.

- Seguiré sus recomendaciones- contestó el piojo.
El rey se puso su piyama y se metió a la cama a dormir. Había sido un día muy largo de cacería por el bosque. El piojo hambriento y apurón no esperó a que el rey se durmiera profundamente y comenzara a roncar. Le clavó su lanceta y comenzó a chupar sangre azul...Al segundo el rey saltó de la cama , comenzó a gritar y a llamar a sus empleados. Las mucamas entraron a la alcoba, registraron meticulosamente la inmensa cama y lograron pillar y triturar a la pulga Yani a pesar de sus saltos acrobáticos.

El piojo logró esconderse en una rendija de la madera del catre.

El Maestro dice: Nunca recibas ni seas hospitalario con sujetos de dudosa reputación.