Ir a pucv.cl

La necesidad de un Programa Asia Pacífico en la PUCV

Por Fanor Larraín Verdugo

La región de Asia Pacifico es la más dinámica en términos de su crecimiento económico y su significación demográfica. En esa región se encuentra la mitad de la población del mundo y produce casi un 30% del PIB mundial. El volumen y tamaño de las economías y comercio representan en APEC el 60% del PIB mundial. Asimismo, el océano Pacífico cubre un 30% de la superficie de la tierra y es mayor que el total de la superficie terrestre. Chile con 6.400 km de costa en el Pacífico es un país privilegiado geográficamente.

Asia y Oceanía a menudo evocan imágenes de un mundo misterioso, exótico, lejano e ininteligible. Los niveles de información y conocimiento del área son mínimos o altamente distorsionados. La distancia y las barreras idiomáticas son sin duda factores que inhiben un mayor estudio y comprensión de la región. Esta situación pone de manifiesto que existe un profundo desconocimiento mutuo que se corresponde con la escasez de relaciones institucionales.

En esta región es donde se ha dado una creciente revolución tecnológica impulsada por la aplicación sistemática y cuantiosa de energía no-humana a los procesos productivos (producción material) y por la ampliación acelerada de la capacidad humana para procesar información y la capacidad de producción de nuevos conocimientos.

La iniciativa de crear el Programa Asia Pacífico en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, responde a la necesidad de un foro académico que estudie y explore los aspectos económicos, políticos, sociales y culturales de la región, promoviendo proyectos académicos que contribuyan a un mejor entendimiento entre Chile, Asia y el Pacífico.

Este foro estará abierto a todas las instituciones académicas, representaciones diplomáticas, entidades empresariales, medios de comunicación social que permita que surjan nuevas relaciones institucionales y de cooperación, intercambio y diálogo en la región.

POTENCIAR LA PRESENCIA DE CHILE EN EL ASIA PACÍFICO

La política exterior de Chile de "regionalismo abierto", dirigida a establecer una relación con todos las áreas geográficas del mundo, desde una perspectiva latinoamericana, responde al interés de Chile por estrechar lazos con los países que forman la región de Asia Pacífico. La extensión e intensificación de sus relaciones con las naciones asiáticas se ha convertido en una política Estado y se inserta en el marco de su política general por integrarse al mundo en la discusión de temas de interés globales como en lo que respecta a contactos políticos bilaterales y el intercambio comercial.

Esto coincide con las tendencias hacia la integración mundial, en donde la política exterior que ha buscado el liderazgo como país de América Latina. Chile país ribereño del Océano Pacífico busca favorecer un crecimiento armónico y homogéneo de su presencia internacional, del comercio mundial y de los flujos financieros entre las distintas regiones del orbe.

El interés de Chile por vincularse con Asia y Oceanía parte de la convicción de que el conocimiento mutuo con los países que conforman esos continentes es indispensable para la construcción de una relación fructífera, cuyos objetivos están fijados a largo plazo. Además, apunta al establecimiento de relaciones de alto nivel con naciones cuya experiencia histórica, desarrollo y culturas constituyen un valioso aporte para obtener una visión completa de la situación mundial, la evolución de temas de interés común, y el enriquecimiento mutuo a través de proyectos conjuntos de desarrollo y amistad.

El Programa Asia Pacifico de la PUCV nace con el objetivo prioritario de promover y realizar proyectos y actividades que contribuyan a un mejor conocimiento y al impulso de las relaciones entre Chile y los países de Asia y del Pacífico, especialmente, en el ámbito institucional, académico y cultural.

Una región clave de este siglo XXI es sin lugar a dudas la región Asia Pacífico, y la PUCV no puede dar la espalda ni sustraerse a esta realidad. Es en este sentido el Programa se erige no sólo en instrumento y eje catalizador de los esfuerzos, iniciativas y acciones de las administraciones de la región, sino que aspira a la participación activa de todos los organismos públicos y agentes económicos y sociales para lograr este nuevo reto.

Como una institución que se inicia en el nuevo milenio, en el que el protagonismo de la sociedad de la información y de las nuevas tecnologías cobran un relevante papel en la difusión del conocimiento a través de Internet, la plataforma tecnológica del Programa Asia Pacífico pretende ser una ventana abierta a todos aquellos interesados en aprender y compartir conocimiento sobre Asia Pacífico.

Aspira a ser un espacio de comunicación intercultural en la que el usuario encontrará no solo información sobre los pilares en los que se asienta la actividad del Programa en lo institucional , cultural y académico, sino también información especializada sobre toda la zona con recursos como noticias, bancos de datos, información cultural, actividades, etc. 

Este programa tiene un carácter multidisciplinario con énfasis en lo económico-político, histórico, sociocultural y científico-tecnológico. A través del diseño e implementación de una estrategia selectiva de convenios contempla visitas académicas desde y hacia la región Asia-Pacífico. Asimismo busca acceder a fuentes externas de financiamiento nacionales, bilaterales y regionales.

Se trata pues de construir entre todos los agentes con interés en Asia-Pacífico un proyecto basado en la colaboración, con vocación de servicio y con la aspiración de convertirse en referente de la información sobre Asia y el Pacífico en la Región de Valparaíso

Desde su fundación, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso ha contribuido al crecimiento del país, misión que coincide en la actualidad con el interés de la nación de ser parte activa en la región Asia Pacífico.

En este contexto la Rectoría ha definido como un área prioritaria dentro de su plan estratégico las relaciones con esta vasta región, para de esta manera, contribuir a la formación de recursos humanos, al desarrollo en ciencia y tecnología y al estudio de temas de interés común entre los países que la integran, a la vez de comprender e incrementar las relaciones culturales.

Por lo anterior la PUCV ha creado el Programa Asia-Pacífico con el propósito de poner al servicio del país y la región todo el potencial de la capacidad innovadora y productiva de la Universidad en múltiples y variadas áreas. El Programa está destinado a desarrollar, proyectar y consolidar acciones tendientes a promover el intercambio académico y las relaciones culturales a fin de estimular un mayor quehacer institucional, de carácter multi- interdisciplinario, en temas de relevancia en la región.

MARCO POLÍTICO

La pregunta que se hacía en 1924 Karl Haushofer en su obra titulada 'Geopolítica del Pacifico' proyectaba que para el siglo XXI el centro político-económico del mundo estaría en el Océano Pacífico. Para él era claro, entonces, que en el cuadrante noroccidental el dominador sería Estados Unidos de América, en el nororiental China, en el suroriental Australia. Sin embargo, el país dominador del cuadrante Suroccidental no le era del todo claro; pero, supuso, que Chile se proyectaría como la más viable alternativa.

Noventa y dos años más tarde nuestro país ha demostrado que no sólo es la mejor alternativa, sino que la única. Efectivamente la firma del TLC con China, además de cerrar un ciclo de la política exterior chilena hacia Asia-Pacífico, al mismo tiempo ha obligado a nuestro país a abrir uno nuevo período. Confirmando, de paso, que el futuro comercial de Chile no esta sólo relacionado, sino que está encadenado a la región.

Se han concretado acuerdos económicos por el frente nororiental con China, Corea del Sur, Japón y Hong Kong; por el noroccidental con EE.UU., Canadá y México; y por el Suroriental con Nueva Zelanda, Singapur y Brunei, Australia, Malasia, Vietnam y Tailandia.

Las proyecciones y beneficios que el país podría alcanzar como resultado de estos acuerdos han sido extensamente analizados. En este sentido Asia-Pacifico representa el 35 por ciento de la superficie continental e insular del planeta, posee aproximadamente reservas equivalentes al 50 por ciento del gas natural y uranio del mundo, del mismo modo concentra las mayores reservas de níquel, estaño y cobre, genera la mitad de la producción mundial de carbón y es poseedor de una de las mayores reservas de recursos vivos del mundo.

APEC, por su parte, ha logrado transformar la interconectividad económica, tecnológica y política de la regional en una estructura multilateral y culturalmente viable y organizada. Se calcula que el intercambio comercial generado en APEC representa el 56% del GDP mundial y donde se transa casi el 48% del comercio mundial.

Un análisis desagregado de la región nos permite visualizar de mejor manera las proyecciones antes mencionadas. Por ejemplo, en esta zona se encuentran 8 de las 15 más grandes economías del mundo: EE.UU., Japón, China, Canadá, México, Corea del Sur, India y Australia. 

Sin embargo, Chile enfrenta dos problemas que debe resolver a la brevedad :
1) Dice relación con el proceso de consolidación de Chile como plataforma de entrada de las exportaciones de los países asiáticos hacia América del Sur. No cabe duda que en este punto se da una clara dicotomía entre la modernización de infraestructura [terrestre, portuaria y aérea] y de tecnología, alcanzada durante los últimos 10 años, y la clara deficiencia que tenemos de una masa crítica académica, intelectual y empresarial capaz de abordar tal desafío.

2) Derivado del punto anterior la profundización de nuestras relaciones bilaterales pensando en el mediano y largo plazo. Por ejemplo, aún es tiempo para anticiparse y proyectar lo que China desde hoy hasta el año 2040, para cuando se asume que estará junto a EE.UU. disputando la supremacía de la economía más grande del mundo, necesitará. Un trabajo similar debería ser pensado con India, país el cual es considerado por los británicos como el más cercano competidor después de China, y que para 2040 debería haber superado a Alemania, Francia e Inglaterra ubicándose en el lugar 3 de las economías mundiales.

Sólo así, lograremos transformar las oportunidades derivadas de los TLC's firmados con países asiáticos en una paso efectivo para ofrecer algo mas que materias primas y recursos naturales. Sin embargo, el estudio y difusión del Asia-Pacífico requiere de un violento despertar del sector empresarial en general y universitario y académico en particular. Por ejemplo, no debería haber universidad [Estatal y/o Privada] que no contara con un departamento Asia-Pacífico. Desde que, precisamente, la diversidad de la región la transforma en un gran números de distintos mundos, se hace imperativo el que aprendamos a entenderla de manera global y desagregada al mismo tiempo.

A modo de breve ejemplo, decir que en la región Asia-Pacífico se calculan que existen cerca de mil 200 dialectos e idiomas distintos en uso. Cohabitan el Budismo, el Shintoísmo, el Islamismo, el Cristianismo y el Confucianismo, además de otras creencias de minorías étnicas y pueblos originales. De la misma forma, es aquí donde se desarrollan las siempre delicadas y tensas relaciones bilateral Sino-Japón; Sino-Rusas, Rusas-Japonesas, Japonesas-Corea [Sur y Norte], Sino-EE.UU.

En otro ámbito, es aquí también donde el mundo literalmente se renueva tecnológicamente cada tres meses : eso es lo que le toma a la industria japonesa sacar un producto nuevo al mercado. Igualmente interesantes son las demandas no resueltas de pueblos originarios e indígenas. En este sentido la Polinesia, y su aún incompleto proceso de descolonización, está viva y demandando cambios profundos, muchos de los cuales son completamente desconocidos para nosotros. Desde esta perspectiva Asia-Pacífico representa y demanda un conocimiento que a todas luces, en el caso de Chile, es precario.

La región así ofrece una gama de procesos económicos, políticos y sociales sobre los cuales debemos, con urgencia, interiorizarnos. La conquista del Asia-Pacífico necesita de una cirugía mayor. Primero, la designación de cualquier representante chileno en Asia, debería ser considerado con la más alta distinción. Segundo, se debe desarrollar una política de reclutamiento intelectual y empresarial, interconectando a todos aquellos que hemos o estamos interactuado con las culturas de Asia-Pacifico [viviendo, estudiando, negociando o investigando] y, por último, hay que entregar el sitial que les corresponde a ese reducidísimo número de destacadísimos académicos que han, por años, vivido en países como China, India, Japón, Corea y Singapur, también como en Australasia.