
Con tres décadas de labor académica, entre docencia, formación, investigación y divulgación, la profesora Elizabeth Montoya, del Instituto de Matemática de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, se ha consolidado como una de las voces más influyentes en la didáctica de la matemática en Chile, disciplina científica que estudia los procesos de enseñanza y aprendizaje de los conocimientos matemáticos.
Su trayectoria, marcada por un profundo compromiso formativo, tiene como eje central una fuerte convicción: la matemática es un espacio de descubrimiento que todas y todos pueden habitar.
“De niña siempre me gustaron las matemáticas de forma natural. Siempre vibraba con la matemática, cuando había un problema del cual se podía saber y más”, recuerda la Doctora en Didáctica de la Matemática por la Universidad Paris Cité sobre una pasión que la condujo a la docencia y a participar activamente en iniciativas de divulgación, como el Festival de Matemáticas que busca acercar la disciplina a la ciudadanía.
La académica ha focalizado su investigación en procesos de enseñanza y aprendizaje de la matemática en educación superior, con especial foco en la línea del pensamiento matemático específico como el cálculo, la geometría y la modelación matemática en educación. Su propósito ha sido comprender y superar los obstáculos que dificultan el aprendizaje en esta disciplina.
“Cuando una persona dice ‘¡pude!’, y se sorprende de su propia capacidad, ahí se genera algo significativo”, comenta. Un instante que la impulsa a seguir creando experiencias de aprendizaje innovadoras y motivadoras, inspirando a futuros docentes.
“Soy didacta de la matemática, investigo en los procesos cuando las personas aprenden y enseñan en matemática”, sostiene la profesora que ha liderado proyectos nacionales e internacionales en investigación e innovación en el aula.
“Para mí, ampliar y fortalecer mi disciplina en Chile es fundamental”, enfatiza Montoya, quien, a través de diversas colaboraciones internacionales, ha contribuido al desarrollo de la teoría de los Espacios de Trabajo Matemático junto a equipos de Francia, España, Canadá, Grecia, México y Perú.
“Los resultados en nuestra disciplina no son generalizables, pero permiten comprender la complejidad de los procesos de aprendizaje y enseñanza de la matemática”, explica la docente que hoy explora los usos y límites de la inteligencia artificial en el trabajo matemático a través de un estudio, aún en etapa inicial, que analiza las interacciones de estudiantes en formación docente con inteligencias artificiales generativas y simbólicas.
De esta forma, para Elizabeth Montoya la matemática es un campo vivo, una invitación permanente a descubrir. Desde la investigación, la formación docente y la divulgación, su propósito es claro: seguir aportando a la comprensión de esta disciplina y acercarla a las personas en su aprendizaje, sin miedo y con curiosidad. “Si alguien puede disfrutar lo que yo disfruto con la matemática, esto ya es un éxito para mí”, concluye.
Por Vanessa López
Dirección de Comunicación Estratégica