Durante los últimos años, en especial desde 2018 a la fecha, nuestro país ha experimentado una serie de avances en materia de inclusión de género, ofreciendo más posibilidades de crecimiento para las mujeres, donde están ocupando cargos directivos y aportando con su visión a la sociedad. En 2006, Chile fue uno de los primeros países latinoamericanos en tener una Presidenta mujer: Michelle Bachelet.
En el sistema universitario nacional, también es posible apreciar a rectoras mujeres y en la PUCV desde julio del año pasado contamos con dos vicerrectoras: una de ellas es Claudia Mejías Alonzo, académica de la Escuela de Derecho, que asumió en el cargo de vicerrectora Académica y anteriormente había sido directora de esta Unidad Académica, siendo la primera en 126 años.
Sobre cómo ve el avance de las mujeres dentro de la PUCV, la especialista en Derecho Civil, agrega que “hay más apertura para incorporar a la mujer en la Universidad. No sólo a nivel de Rectoría, sino que también en las unidades académicas y facultades. Esto se percibe además en el Consejo Superior donde se han integrado más mujeres. El avance ha sido paulatino y sostenido, lo que es muy bueno, pero una real igualdad de género va a tardar más tiempo por la modificación de las plantas de profesores”, expresó.
¿Cuánto se ha avanzado en materia de maternidad e inclusión de género dentro de la PUCV? La vicerrectora destaca que la Universidad ofrece un importante apoyo a través del financiamiento de salas cuna para hijos e hijas de profesoras y funcionarias, además de otros incentivos en materia de escolaridad y bienestar del personal, entre ellos la gratuidad si ingresan a la Católica de Valparaíso.
“Cuando uno trabaja en la PUCV, los hijos e hijas en edad preescolar pueden estudiar en lugares donde a uno le acomode. Mis hijos estuvieron en un jardín Montessori y sabía que estaban bien, felices y desarrollándose con muchas herramientas y eso me permitió continuar con mi actividad profesional con tranquilidad. Iniciativas como esas y otras que existen a nivel país, en los proyectos FONDECYT, se están ampliando los años de investigación en la evaluación de currículos, para incorporar a aquellas investigadoras que deben conjugar el estudio con la maternidad, son acciones que van en una línea que nos permite generar mayor equidad”, señaló.
Sobre la incorporación de la mujer dentro de la Universidad, la Dra. en Derecho, advierte que últimamente se ha generado un cambio de mentalidad al interior de la PUCV. “El contexto universitario es privilegiado pues nos movemos en un ambiente donde se comparte una misma visión y ciertos valores, donde es más fácil distribuir la tarea, pero a nivel nacional hay una deuda en muchos trabajos respecto a la equidad de género. En la academia, afortunadamente hay flexibilidad horaria lo que facilita la corresponsabilidad parental y permite asumir en mejores condiciones ciertas tareas directivas”, advirtió.
DESAFÍOS FORMATIVOS
Dentro de los desafíos que se abordarán desde la Vicerrectoría Académica en la PUCV, la profesora Mejías destaca dos: mejorar la articulación entre pregrado y postgrado con una oferta de programas que sea pertinente y atractiva para el país; y propiciar la formación integral de nuestros y nuestras estudiantes, considerando los desafíos del mundo de hoy.
“En la parte de formación continua nos encontramos revisando la oferta y las posibilidades de articulación entre pregrado y postgrado. Uno puede concebir la trayectoria universitaria como un continuo y generar articulaciones. Se puede concebir un sólido pregrado, con postítulos interesantes, articulación de los magísteres académicos con el doctorado, que permita al estudiante visualizar desde el inicio una oferta completa y no sólo al término del proceso”, indicó.
En el ámbito estudiantil, se están incorporando a nivel curricular los aspectos sociocognitivos, actitudinales y emocionales, desarrollando un plan preventivo vinculado al ámbito genérico de la salud mental. “Hay que dotar a los y las estudiantes de herramientas que les permita enfrentar de mejor forma su vida universitaria, desde el manejo de estrés, ansiedad, cómo organizar el tiempo, trabajar en equipo, talleres de mindfulness, una visión más amplia de sus distintas necesidades”, concluyó.
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