Esta semana comenzó para el mundo católico el periodo de Adviento, tiempo litúrgico que nos invita a preparar el corazón para acoger al Señor que viene. En todos los espacios de fe cristiana son semanas de esperanza, de renovación interior, de oración y de servicio.
El Adviento tiene una profunda importancia para el mundo católico porque marca el inicio del año litúrgico y es un tiempo de espera, preparación y esperanza ante la celebración del nacimiento de Jesús. No es solo una antesala de la Navidad: es un período espiritual que invita a revisar la vida, renovar el sentido de comunidad y fortalecer la fe.
Al respecto, el Vice Gran Canciller de la PUCV, Fray Cristian Eichin ofm, expresó que este es un período para disponernos interiormente a la venida del Señor. “La liturgia nos recuerda que Él vino por primera vez en la humildad de nuestra carne para realizar el plan de redención trazado desde el Antiguo Testamento y abrirnos el camino de la salvación; y que, cuando venga por segunda vez en el esplendor de su grandeza, podamos recibir los bienes prometidos que ahora aguardamos en vigilante espera”, indicó.
“Adviento es una invitación a la vigilancia, para reconocer la presencia de Dios en nuestra vida universitaria; al discernimiento para purificar intenciones, decisiones y relaciones; y al camino hacia la luz, para avanzar juntos en esperanza, verdad y fraternidad. Que este tiempo nos ayude a despertar el corazón, a cuidarnos mutuamente y a preparar, como comunidad universitaria, un lugar donde Cristo pueda nacer nuevamente”, añadió.
En relación al sentido profundo de este tiempo, el Capellán General de la PUCV, padre José Pablo Valencia, explicó que “esperar no es detenerse, es abrirse. La espera es dinámica e involucra una actitud profundamente humana y espiritual; es confiar en que alguien viene y transforma. Es una esperanza que ilumina el presente y orienta el futuro”.
En esta misma línea, agregó que “el Adviento no solo mira hacia adelante, sino que también hacia adentro. La espera nos educa, purifica el corazón y nos ayuda a disponer la vida para lo que viene: justicia, paz, reconciliación y la presencia de Dios”.
Subrayó, además, que la esperanza auténtica no huye del mundo, sino que se encarna en gestos concretos, como solidaridad, diálogo, misericordia y construcción de comunidad. “Esperar es anticipar con nuestras acciones aquello que anhelamos y esperamos”, complementó.
Desde una mirada pastoral, el Adviento nos enseña que la espera es camino, formación y compromiso. “No solo esperamos que Dios venga; preparamos su camino con un corazón abierto y con manos solidarias”, concluyó.
El próximo jueves 04 de diciembre, a las 10 horas, en la Escuela de Ingeniería Mecánica se realizará un Encuentro de Adviento, con el objetivo de reflexionar sobre esta importante etapa en el calendario católico.
La PUCV además efectuará Misas de Navidad en diversos campus. El lunes 15 será el turno de Casa Central (10 horas). El jueves 18 de diciembre en Escuela de Agronomía (10 horas); Capilla IBC de la Facultad de Ingeniería (12:30 horas); Campus Curauma (12:30 horas); y Campus Sausalito (12 horas).
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