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Contribuir a la minería desde la comunicación: la experiencia de Loreto Urbina Maluenda

La ex alumna fue reconocida por la organización Women in Mining Chile como una de las 100 mujeres líderes a nivel nacional

Martes 11 de enero de 2022

Contribuir a la minería desde la comunicación: la experiencia de Loreto Urbina Maluenda - Foto 1

11.01.2022

Quince años desempeñándose en comunicaciones en el sector minero, posicionan a Loreto Urbina como una referente en la industria. Su trabajo con las comunidades y su liderazgo en grandes empresas de la Región de Coquimbo, fueron reconocidos en diciembre de 2021 con la distinción de Women in Mining Chile.

Loreto es ex alumna de nuestra Escuela y, como dice ella, desde el primer año de la carrera buscó oportunidades de trabajo en los medios y la televisión. Pero un giro profesional la llevó a desempeñarse en empresas mineras de la cuarta región. En la actualidad cuenta con un Máster en Responsabilidad Social Empresarial, Contabilidad y Auditoria Social de la Universidad de Barcelona, además, dirige la consultora y agencia Río, Comunicaciones y Territorio. Desde ese lugar aporta a la industria, a emprendimientos locales e instituciones.

¿Cómo llegas a trabajar en el sector minero?

Desde el primer año que entré en Periodismo me puse a trabajar y lo hice durante los cinco años de la carrera. Hice mi práctica en Coquimbo en TVN; me fue bien y después en los últimos dos años de la carrera viajaba todos los fines de semanas para hacer corresponsalías del canal. Me titulé y me fui a España a estudiar, luego me llamaron nuevamente para trabajar en TVN Red Coquimbo y asumir como periodista. Estuve cuatro años leyendo noticias, siendo parte del equipo de prensa. Era una pega que me encantaba. En un comienzo era media jornada, entonces la otra media jornada trabajaba en el Ministerio de Obras Públicas. Pero llega posibilidad de pasarme al mundo minero, con el dolor de mi corazón porque me encantaba la televisión. Entonces se me presenta esta oportunidad y desde el primer día me saqué los tacos, el maquillaje, los aros y me puse los bototos, jeans y polerón; el cerro me encantó desde el primer momento hasta el día de hoy. Es un espacio donde he podido hacer muchísimas cosas. He desarrollado proyectos en televisión, comunicaciones corporativas, temas radiales, campañas vinculadas a seguridad y salud, medio ambiente, vinculación con la comunidad, con las autoridades, ser vocera de empresas importantes, entre otras cosas. El mundo minero me ha permitido integrar todas las áreas sociales de mi interés.

Yo viajaba mucho trabajando en minería, pero después fui mamá. Ellos estaban acostumbrados a que yo me levantara a las cinco de la mañana y que siempre estuviera viajando. Eso lo puse en la balanza y tuve que hacer un stop; por eso ahora sigo vinculada al mundo minero a través de una consultora de comunicaciones que formé hace dos años. En la actualidad somos cerca de 20 personas que trabajamos en Rio, Comunicaciones y Territorio, donde abordamos temas de comunicaciones, pero de comunicación comunitaria, asuntos públicos y territorio propiamente tal.

En tu experiencia, ¿cuál es el aporte de la Comunicación en el vínculo de las Mineras con las comunidades y los territorios? 

Es como en la vida, la comunicación es clave en cada etapa y momento de desarrollo de un proyecto, de una operación minera.  Es importante a nivel interno con los equipos de trabajo, a nivel externo con las autoridades, pero por sobre todo con las comunidades. Y aquí la comunicación pasa mucho por el cara a cara, por cómo enfrentamos una reunión, cómo se le presenta una información a la comunidad. Y se hace ese trabajo de llevarlo a un mismo lenguaje, de generar espacios de diálogo y que se generen conversaciones con las comunidades. Uno tiene que llegar a zonas rurales donde no hay ningún medio de comunicación, donde el único medio sigue siendo el voz a voz o el WhatsApp.

Es un desafío generar estos espacios de diálogo en esos contextos, pero luego esto tiene que desencadenar en espacios de participación, de entendimiento, de generar acuerdos y propuestas de valor compartido. El desafío de nosotros es cómo aportamos desde las comunicaciones para que se genere este valor compartido y todos quienes estén involucrados, logren los mejores beneficios. Como trabajamos mucho para el sector minero, siempre tenemos presente los temas ambientales, de seguridad y salud y el respeto hacia la comunidad.

En este sentido, ¿qué te aportó la formación de la Escuela para el trabajo con las comunidades?

No conozco la malla curricular actual, pero en ese momento yo sentía que había un fuerte foco por conocer las teorías de la comunicación, estudiar la comunicación del ser humano propiamente tal. Y es algo que aplico completamente en estos espacios de diálogo y relacionamiento con la comunidad. A veces uno no entiende lo que estudia en el momento, pero el gran aporte de la escuela para mí ha sido entender cómo nos comunicamos como ser humano, incluso desde un punto de vista más sociológico, y entender la comunicación más allá de los medios.

¿Qué significa para ti este reconocimiento de Women in Mining Chile?

Es súper valioso. Lo recibo con harto cariño y humildad. Es una muestra de cómo hoy se potencia cada vez más esta apertura de puertas de la mujer hacia el mundo minero. Yo llevo 15 años vinculada a la industria y los tiempos han ido cambiando, se están reduciendo las brechas. Más que personalizarlo en mí, me gusta ser parte de esta generación que ha ido cambiando las cosas para que exista mayor inclusión, para que exista mayor diversidad y equidad de género. Hoy el mundo minero es uno de los más masculinizados y para las mujeres sigue siendo muy desafiante trabajar en esta industria. Yo misma tuve que renunciar por mi rol de mamá. Entonces lo recibo con mucho agradecimiento, pero lo que más abrazo es ser parte de este camino y que se vaya avanzando hacia la diversidad e inclusión.

¿Cómo ha sido tu experiencia como mujer en posiciones de liderazgo, en una industria que tiende a ser más masculina? ¿Qué desafíos has enfrentado en este ámbito? 

He tenido la suerte de estar en dos empresas canadienses que ya tenían esta cultura de la diversidad y la inclusión. En lo personal nunca he sentido que tenga que hacer un esfuerzo mayor para poder ejercer mi rol de liderazgo como jefa de comunicaciones de las empresas. El desafío se te suma cuando eres mamá, porque tienes que compatibilizar este rol con todo el trabajo. Pero en los equipos  he sido muy afortunada y he tenido muy buenas experiencias. He estado en cuatro faenas mineras, hoy estoy en una como contratista y antes ejerciendo roles de liderazgo, pero nunca he sentido que tenga que hacer algo extraordinario para poder validarme.

El trabajo se hace más difícil cuando eres mamá, porque también hay un tema cultural. Cuando somos mamás las mujeres cambiamos. Y ahí tenemos que ser súper sensatas y buscar alternativas, porque se puede seguir trabajando y ser mamá. Siempre se puede hacer, y si no se puede hay que buscar ayuda para intentarlo.

Por Escuela de Periodismo PUCV

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