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Andrés Santander: El trabajo colectivo y voluntariado como motor de cambio

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Con el objetivo de crear espacios comunitarios desde la Región de Valparaíso, el ex alumno de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Andrés Santander, creó la Fundación Crear Comunidad, una organización sin fines de lucro, integrada por personas de distintos trabajos y oficios motivadas por la toma de acción.

Fue en el 2019 en medio de un encuentro entre amigos, ex compañeros de estudio, ex estudiantes y personas del barrio y vinculadas a organizaciones de la sociedad civil cuando la Fundación tuvo origen con un objetivo claro.

“Lo que motiva a la Fundación es contribuir al desarrollo personal y social de las personas y comunidades, de acuerdo a sus problemáticas compartidas” señaló el ex alumno, Andrés Santander, quien hoy es también presidente de la Fundación.

Las acciones que impulsan en la actualidad son múltiples y abarcan diferentes sectores de la Región. La fundación ha encabezado iniciativas de distribución de ropa en Viña del Mar bajo la idea del “Ropero Solidario”. Asimismo, han realizado cursos y talleres dirigidos a niños y jóvenes de clubes sociales y deportivos con foco en el desarrollo colectivo. Por otro lado, también destacan por su interés por impulsar entornos comunitarios en medio de sociedades cada vez más individualistas.

En ese sentido, admiten que los desafíos para este y los años venidos son de carácter estratégico e involucran la necesidad de vincularse con otros actores de la zona. “Los desafíos son muchos y de diferentes ámbitos, pero el más importante en este proceso se da en el espacio de los entornos comunitarios, lo que implica construir redes con otras organizaciones para concretar actividades en conjunto, un trabajo colaborativo, y que tengan impacto positivo en los barrios y en las personas. Para este propósito, establecemos alianzas tanto con instituciones públicas como privadas, universidades y organizaciones vecinales”.

En esa línea, Andrés señaló que la participación de jóvenes que tengan interés en generar un impacto positivo en sus respectivas comunidades es clave para cumplir los objetivos propuestos. “El interés de las nuevas generaciones es significativo, lo fundamental es que sea más constante, con mayor cobertura y más proactivo”.

El análisis del actual escenario del voluntariado es claro: existe gran cantidad de ONG’s, fundaciones, movimientos y organizaciones que evidencian las múltiples necesidades, pero también hay un valioso número de personas que “muestran entusiasmo, motivación por lo social e incluso vocación, dependiendo de sus proyectos personales, y buscan definir su responsabilidad con la sociedad. Buscan participar e incidir en el apoyo a personas vulnerables”.

Además de la importancia en la participación de las personas, las Universidades y Casas de Estudio son un aliado estratégico para la Fundación. “La promoción de estas iniciativas por parte de las universidades es una forma de vincularse con el medio desde una perspectiva valórica. Además, y en concordancia con lo anterior, las universidades deben incluir en su currículum los aprendizajes éticos, donde la formación para la ciudadanía permita o facilite a los profesionales construir sociedades más democráticas. Se trata de formar buenos profesionales, buenos ciudadanos y buenas personas” admitió el ex estudiante PUCV.

El llamado que realizan hoy es a “apelar a la solidaridad de los ex alumnos de la PUCV para que a través de distintas modalidades, según su tiempo, competencias, grados de acción, interés, etc., canalicen u opten por un compromiso de apoyo para aquellos que no tienen oportunidad de desarrollo, que descubran que es posible dedicar energías, experiencias y sueños a colaborar con los más necesitados”.