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Estudiante del Doctorado en Literatura PUCV recibió “Premio Pablo Neruda de Poesía Joven 2019”

La Licenciada en Educación y Pedagogía en Castellano, Magíster en Lingüística de la Universidad de Valladolid y Doctora (c) en Filosofía y Letras con mención en Filología Hispánica de esta misma casa de estudios española, Gladys González, comentó que su poesía se vincula con representaciones del feminismo, del barrio, de lo urbano y la pobreza.

19.12.19

La Doctoranda en Literatura de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Gladys González, fue distinguida el pasado 13 de diciembre con el “Premio Pablo Neruda de Poesía Joven 2019”, importante distinción que entrega la Fundación del mismo nombre desde el año 1987, con el objetivo de reconocer y difundir el trabajo de autoras y autores vivos, cuya obra sea un real aporte a la cultura nacional.

En este contexto, el jurado integrado por Elvira Hernández, Paula Ilabaca, Juan Antonio Massone, Jaime Pinos y Víctor Hugo Díaz, tomó la decisión de entregar el galardón a la poeta Gladys González, en mérito a una obra que ha contribuido al desarrollo de la poesía actual, introduciendo el paisaje urbano, el lenguaje callejero y su imaginario desde una voz femenina. En esta misma línea su obra es una crítica a la sociedad de consumo, que recupera y valoriza la experiencia de la persona por encima del espectáculo.

Sobre la obtención de estén prestigioso premio, Gladys González indicó: “Es un reconocimiento a otras escrituras, propuestas estéticas y políticas que responden a representaciones del feminismo, del barrio, de lo urbano y la pobreza como una escenificación de lo que canónicamente no estaba inserto en los circuitos literarios”.

“Además, la distinción todavía cobra mayor relevancia porque está vinculada fuertemente con el estallido social que estamos viviendo como país y que para mi trabajo era, y es, un punto de inflexión desde mi primer libro Gran Avenida el año 2004. De esta forma, pude mostrar lo invisibilizado, la periferia y su belleza en su propia visualidad de la demolición, lo que era hace muchos años de difícil interés para el lobby cultural”, comentó.

Por su parte el Dr. Hugo Herrera, profesor del Doctorado en Literatura PUCV, tras felicitar a la estudiante de primer año del programa, indicó: "Para el ILCL es motivo de profundo orgullo que Gladys haya recibido este premio se ha venido asentando en los últimos años, como uno de los reconocimientos poéticos más relevantes en el ámbito nacional, para poetas menores de cuarenta años. A la vez, desde hace ya bastante tiempo, existe consenso en la crítica literaria nacional que la galardonada es una de las poetas más importantes de su generación, inclusive a nivel latinoamericano. Por tanto, la convergencia de premio y poeta es un hecho que potenciará a ambos".

«BITÁCORA»: EXTRACTOS DEL LIBRO DE POESÍA DE GLADYS GONZÁLEZ

Pequeño pájaro azul

fracasar

y sonreír

contemplar

la tormenta

el naufragio

y su grieta

entre cajas

de Naltrexona

y Trankimazín

substituir

a alguien más

en la jaula

manteniendo la obsesión

de buscar

en la catástrofre

algo similar

a la libertad

saberse cazador

y presa herida

bajo la luminaria

donde cuelgan

un par

de zapatillas viejas

repetir los actos

hasta hacerse invisible

apretar los dientes

lanzar golpes al aire

noquear

a la propia sombra

en una calle desierta

ser la imagen

más fiel

al pequeño pájaro azul

seco

por el veneno

 

Rebozo

los ademanes

de la pobreza

la cabeza gacha

la mirada perdida

el rebozo

apolillado y roído

de la dignidad

caminando

bajo la sombra

de una muleta

que reemplaza

a un muñón

el rengeo

al andar

cerro abajo

la soledad del gesto

al saludar

a desconocidos

para entablar

un diálogo mudo

camino al bar

de jubilados

cuidadores de autos

lisiados

domésticos

monrreros

el bar

de antiguos ferroviarios

de traje

sombreros

y corbatas

con manchas de grasa

pantalones zurcidos

y bastas descosidas

donde se respira

a lo lejos

como una brisa

de memoria

el perfume

de mi abuelo

folletos

de carreras de caballos

absorven el agua

del inodoro

que cae

sobre una botella plástica

recortada

un hombre anciano

duerme

con el rostro enrojecido

y rodeado de moscas

sobre una mesa escolar

sin cubierta

mientras

una mujer

con los ojos nublados

por las cataratas

le espera sentada

en la berma

la parafina quemada

que seca las paredes

de cartón y periódico

forma un hilo de plata

y aceite

en la calle

a las once de la mañana

 

Padre

la figura del padre

bebiendo

en el comedor

la dentadura negra

el vacío

de la pulpa

y su hedor

ausencia

de incisivo

y premolar

una habitación

que quedó

en una instantánea

de los ochenta

grasa sobre el barniz

de la mesita de centro

la impresión rugosa

del mismo vaso

en el costado

el papel mural

rosa

y floreado

como una escara

seca

rota

abierta

el recuerdo

de una cama de metal

en un galpón

donde la corriente inflama

y quema los poros

vapor de sudor

gritos

música

a todo volumen

canciones del verano del 73

las imágenes familiares

desplegándose

en la memoria

las fotografías

de una casa en la playa

una esposa

una hija

una identidad

los dedos temblorosos

y finos

las huellas digitales borradas

por el exceso de tabaco

un brazo roto

por la golpiza

de algún desconocido

recogido en la calle

para no beber solo

escucha en la radio

melodías románticas italianas

llora

gime

se desvanece

llama por teléfono

alguien atiende

habla unos minutos

solloza

vacía en su garganta

una botella de pisco

con jugo en polvo

va al baño

toma clorfenamina maleato

para dormir

abrazado a su perro

en la vieja

cama matrimonial

llenándose de pulgas

como si un capullo

lo cubriera

una sarna oscura

y sanguinolenta

que le acompaña

y hunde

otra noche más

(Fuente: lajugueramagazine.cl)

 Por Marcelo Vásquez, Periodista VRIEA PUCV