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ConexCiencia: el emprendimiento que busca promover el pensamiento científico y las habilidades del siglo XXI

Son talleres prácticos en modalidades sincrónico y asincrónico sobre educación en STEM donde se espera que el conocimiento se vaya “co-creando”.

12.11.2022

El programa de incubación IMPULSA+ es una gama de recursos y servicios para emprendimientos sociales. Trabaja sobre un plan formativo y acompañamiento personalizado y constante, para fortalecer y minimizar los riesgos de fracaso una vez que salgan al mercado. De manera paralela, se trabaja transversalmente en la formación de actores de cambio y la relevancia de su impacto en la sociedad, en las habilidades sociales de cada persona, el trabajo en equipo, la importancia de las vinculaciones y la generación de redes. Esta es una iniciativa de la Dirección de Innovación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, dentro de la Incubadora Social Gen-E, que el año 2013 lanzó su primer programa de incubación con el objetivo de entregar una red de soporte integral para fomentar el emprendimiento social en la Región de Valparaíso.

ConexCiencia es uno de los emprendimientos sociales que forman parte de esta edición de IMPULSA+ 2022. Sobre él se puede decir que nació con el objetivo de aproximar la ciencia de forma práctica a los niños y a sus familias a través. La modalidad ha ido cambiando con los años. En una primera instancia se pilotó un programa de suscripción que entregaría materiales para la realización de experimentos y una revista digital con detalles de las experiencias. Sin embargo, el equipo decidió enfocarse en lo que es la realización de talleres sincrónicos y asincrónicos, así como también actividades presenciales. Este cambio de paradigma les ha traído mayores beneficios, ya que han podido colaborar con varias instituciones como Explora Maule, Valparaíso y Coquimbo, la Biblioteca de Santiago, el Centro Lo Matta Cultural, la Corporación Lo Barnechea y agencias privadas.

Carolina Lagos está detrás de este emprendimiento. Es madre, Biologa Marina y lleva 10 años dedicada a la educación científica. Actualmente está realizando el Magíster en Didáctica de las Ciencias Experimentales en la PUCV y comenta que llevaba varios años con la idea en mente de crear este negocio. Le costó tomar la decisión de realizarlo, hasta que “se lanzó a la piscina” y nació ConexCiencia. Está sacando adelante este proyecto junto a la Ingeniera Informática Karina de la Vega, quien se encarga del diseño y las ilustraciones, además de la Bióloga Marina, Gianina Orsi, quien también trabaja en la realización de los talleres.

Estos talleres de ciencia están diseñados, ejecutados y planificados para niños, jóvenes, adultos y adultos mayores. Los primeros que se realizaron fueron en formato online a causa de la pandemia, pero siempre estuvo eso en mente, ya que la idea principal de Carolina era lanzar una especie de infoproducto que se pudiera vender pensando en las distintas distancias que existen con el objetivo de alcanzar la mayor cantidad de lugares. Uno de esos talleres sincrónicos online fue sobre electricidad. Tuvo una duración de cuatro sesiones, donde al final de cada una se terminaba con la creación de un proyecto.

La idea principal de la suscripción con materiales para hacer un experimento específico más una revista fue desechada cuando descubrieron que existe un rubro competitivo en ese tema. Existen otros emprendimientos que trabajan esa idea, pero sus precios eran más económicos porque encargaban los materiales a China, en cambio Carol desidia comprarlos en Chile. Por otro lado y en base a sus estudios de mercado, se dieron cuenta de que las personas no están invirtiendo en este tipo de material educativo, ya que lo ven como un gasto más. Fue en ese contexto que decidieron dedicarse plenamente a la creación de talleres STEM online y trabajar mano a mano con empresas. Actualmente ConexCiencia está asociada a una fundación que hace el nexo con las empresas que necesitan impartir estos cursos. Con este nuevo giro, decidieron invertir todo su presupuesto en materiales tipo que van a necesitar siempre, como materiales de laboratorio.

A pesar de este cambio metodológico, su objetivo principal sigue siendo el mismo: promover el pensamiento científico y las habilidades de pensamiento del siglo XXI. Las habilidades blandas, creativas, de liderazgo y conectarse a sus capacidades de asombro, curiosidad. Todo eso espera ser fomentado entre niños, jóvenes y toda la familia. Sobre el carácter innovador de ConexCiencia, Carolina afirma que se encuentra en la forma en que se entrega el conocimiento, ya que es dinámico. Está más centrado en la persona que está aprendiendo que quien está hablando. Se va “co-construyendo” el conocimiento ya que los talleres son prácticos y se va aprendiendo en el hacer.

Asimismo, estar en el programa de incubación IMPULSA+ les ha servido mucho, ya que les ha servido para ir piloteando en las ocasiones que han tenido que cambiar el rumbo del emprendimiento. Hasta tener esta versión que es la más cercana a la definitiva y que tiene como foco el trabajo en conjunto con empresas. Este nuevo rumbo les ha ampliado el alcance que tenían previsto, ya que anteriormente hacían clases a diez alumnos, cosa que ha ido en aumento gracias a que son talleres en línea. El trabajo con las empresas les ha permitido conectar con un mayor número de estudiantes de distintos cursos y lo más importante, llevar esos conocimientos científicos a quienes no tienen acceso a él.