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Caldal crea innovadora solución para evitar la contaminación efectuada por las estufas a leña

La empresa es parte de la ruta del emprendimiento PUCV y es una de las seleccionadas en los Concursos DIE en su categoría DESARROLLA.

05.11.2021 

Filtro para chimeneas Phantom es un filtro basado en el principio electrostático, diseñado para instalarse en cualquier chimenea y que atrapa las partículas ultrafinas del humo, reduciendo la contaminación en un 95% de material particulado. La empresa detrás de este invento, Caldal, está formada por estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Johan Calderón de la Escuela de Ingeniería Química, Rubén Alvarado de la Escuela de Automatización y Control Industrial e Iván Calderón, de la Escuela de Ingeniería Civil Metalúrgica. 

Johan Calderón nos contó sobre el proceso creativo detrás del invento, así como su experiencia dentro de la ruta del emprendimiento PUCV.

¿Nos puede contar de qué se trata el proyecto Filtro para chimeneas Phantom?

Bueno, en primer lugar nosotros solucionamos la contaminación producto de la estufa a leña. Chile tiene 9 ciudades en el ranking de 10 ciudades con la peor calidad del aire en Latinoamérica y esto se ve más complejo a medida que pasa el tiempo y llega el invierno, porque en el sur ocupan 100% estufa a leña. Por eso nosotros en Caldal creamos a Phantom. Phantom es un filtro que se instala fácilmente en cualquier estufa a leña. Con Phantom, mediante la convección del aire podemos reducir la contaminación en un 90%, a parte de reducir el consumo de leña en más de un 40%. Por eso Phantom no es solamente una compra, sino una inversión para la familia.

¿Quienes trabajan en este proyecto?

El equipo de Caldal está compuesto por Rubén Alvarado, que es estudiante de Automatización y Control Industrial e Iván Calderón, que es estudiante de Ingeniería Civil Metalúrgica de la PUCV.

¿Cómo nació esta idea?

La idea ocurrió aquí en mi casa, yo vivo en Río Blanco, que es un pueblo que se ubica en la cordillera de Los Andes, acá en la ciudad de Los Andes. Un día estaba nevando y yo salí a mirar la cordillera, pero no veía nada porque estaba llena de humo, en ese momento nació el Phantom.

¿De qué manera siente que la ruta del emprendimiento PUCV le ha ayudado en su consolidación?

Empezamos de 0 con The Lift, éramos solamente una idea y The Lift nos enseñó todo lo básico de emprendimiento. Con The Lift ganamos el Torneo Lift me up 4, que nos permitió hacer nuestro primer prototipo, luego estuvimos con el MakerSpace, aprender a prototipar de mejor manera, después postulamos al CREA de la DIE, con ese financiamiento seguimos mejorando el prototipo y también registramos el nombre de la marca y eventualmente estamos trabajando con Chrysalis en el Programa Zero y también con el DESARROLLA de la DIE. En este último hicimos el prototipo final de Phantom y esperamos prontamente sacarlo al mercado.

¿Qué retroalimentación han recibido de parte de sus eventuales clientes?

Con los clientes nos dimos cuenta que estamos juntando de una mal manera, a la gente no le importa que si contamina o no, importaba cuánto ahorrar, por eso cambiamos nuestro pitch a decirle a la gente que con Phantom pueden ahorrar su dinero, a parte ahora estamos en crisis y lo que a la gente lo que más le importa es su dinero. Entonces le decimos que pueden ahorrar el 40%, que serían cerca de $129.000 al año. También nos fueron dando consejos en diseño, que no fuera tan grande y tampoco tan molesto para un próximo envío.

¿Cómo proyecta que será su emprendimiento en el futuro?

Con Phantom nos proyectamos que el próximo año empezaremos con nuestras ventas, ahora estamos buscando algún taller que pueda ser nuestro proyecto y también buscar si hay alguna alianza con, no sé, municipalidades o con el gobierno, para ya venderlo de una manera más masiva al mercado.