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Conoce al estudiante de Pedagogía en Matemáticas que es parte del Voluntariado DIE 2022

17.10.2022

Se llama Rodrigo Troncoso, pero sus cercanos y familiares le dicen Rode o Roderich. Es estudiante de tercer año de la carrera de Pedagogía en Matemáticas en la Universidad Austral de Chile, en Puerto Montt. Actualmente forma parte del Voluntariado DIE, apoyando a los estudiantes de la Incubadora Escolar AlCubo. También es parte de la Red de Profesionales Voluntarios de Chile y cumple funciones como mentor del programa PACE.

¿Cómo llegaste al Voluntariado DIE?

Participé en la Red de Movilidad G9 donde hice un curso de participación ciudadana de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Cuando hice ese curso, me empezaron a llegar mensajes sobre iniciativas que se daban en su casa de estudios. Entre ellas estaba este programa de Voluntariado para emprendedores, lo cual me llamó la atención porque antes había estudiado Ingeniería Civil Industrial en la Universidad de Chile donde participé del programa CMS (Construyendo Mis Sueños), que es su símil de aquella Universidad. Me llamó harto la atención, quise postular y también estaba el voluntariado para la Incubadora AlCubo, que está enfocado a los pequeños que están en el colegio y eso me ayuda en mi desarrollo profesional. 

¿Qué opinas del Voluntariado DIE?

Me gusta mucho porque tiene un componente humano muy potente. Con eso me refiero a que son personas trabajando para personas y en ese sentido se transparenta quiénes somos, cuál es nuestra misión y visión, cuáles son nuestros valores o el porqué lo estamos haciendo: la responsabilidad social y el bien común, algo super importante. En ese sentido me gusta porque nos enriquecemos mutuamente. Entregamos conocimientos, pero también recibimos la experiencia de la gente, de cuánto les ha costado y eso también nos ayuda a valorar la posición en la que estamos. La gente también valora el esfuerzo que tú les estás entregando y los conocimientos que les brindas. También va muy asociado a los ODS (Objetivos de Desarrollo Sustentable), pensando en que, bueno, desde mi carrera quiero cambiar al mundo. Ese es mi objetivo muy amplio, pero pienso que si estoy cambiando algo en los territorios es parte de un cambio global. En ese sentido creo que el Voluntariado DIE me ha abierto un nicho, o un espacio, para poder poner mis habilidades a disposición de gente que lo necesita. 

¿Cómo ha sido tu experiencia hasta el momento?

Ha sido muy distinta la experiencia del semestre pasado a este. En la versión anterior, la dinámica fue un poco diferente, ya que teníamos equipos de trabajo de 3 y terminamos con 3 cursos también, quienes lograron hacer su pitch, sin embargo, este año el equipo apoyado ha tenido más dificultades. De igual forma, se valora el esfuerzo realizado por ambas partes y también yo rescataría las actividades grupales que se han hecho, no solamente con el programa AlCubo, sino que también con IMPULSA Tu Proyecto. Entonces ahí hemos podido interactuar con los otros programas y ver como ha sido el avance y eso también ha enriquecido la iniciativa o la dinámica completa. 

¿Qué te llevó a ser voluntario?

Desde una perspectiva más concreta e incluso un poco academicista, intento seguir los ODS, donde uno de ellos plantea al voluntariado con una preponderancia fundamental en el desarrollo de la ciudadanía, a fin de lograr el bien común. Yo creo que para eso estoy trabajando y estamos trabajando varios, no puedo decir todos, pero estamos trabajando bastante comprometidos pensando en un futuro mejor. Creo que brindarles esta posibilidad a las personas que están en situaciones más adversas y que se esfuerzan por tener condiciones de vida más favorables, es un proceso muy loable. El hecho de hacerme partícipe y apoyar desde mi perspectiva y desde mis habilidades me hace enriquecer como persona. Siento que estoy trascendiendo y generando algo más allá.

¿Cuáles son tus retos personales?

Algo muy concreto, quiero llegar a ser Ministro de Educación. A eso estoy apelando y por eso estoy trabajando. Es una misión a largo plazo. Siento que todavía queda mucho, pero también he visto el avance que he estado realizando. No soy tan joven, tengo 27 años y aunque no he terminado mi carrera, ya estoy haciendo clases en la Universidad y estoy haciendo programas de voluntariado. He aprovechado estos últimos años y en ese sentido siento que voy bien encaminado a esa meta concreta. Siento que desde ahí puedo aportar mucho más al cumplimiento de los ODS. Eso en el largo plazo. En el corto plazo, mis expectativas son terminar mi carrera y poder seguir participando en programas de voluntariado en los que sea competente. 

¿Cómo es un día típico para ti?

Me levanto a las 7 de la mañana. En general tengo clases a las 8 en la Universidad, hasta las 15h. Después en la tarde hago ayudantías, clases particulares y después trabajo en la casa porque hay que lavar la loza, ordenar, pero ahí no pierdo mucho tiempo. Normalmente yo no termino antes de las 6 de la tarde porque me piden varias ayudantías y varias clases. Entonces esa es más o menos la dinámica normal en un día de la semana y bueno, en la noche, después de terminar todos mis deberes, tengo que estudiar. Entonces utilizo la noche hasta las 00 para repasar contenidos, hacer tareas y ponerme al día con ese tipo de cosas. 

¿Qué te da motivación cada día?

La motivación me la dan las personas, ver a mis papás por ejemplo, su motivación de querer apoyarme en todo. Acá donde vivo, mis compañeros me ayudan con las tareas que tenemos distribuidas porque saben que siempre estoy muy ocupado, eso me motiva mucho. Hace poco conseguí pareja y eso me tiene muy contento. Ella también me apoya a full, entonces me ha ayudado a organizarme con mis tiempos y a como debo plantear mis ideas. Entonces todo ese conjunto de personas son las que me motivan y siento de una manera que yo los motivo. La reciprocidad me mantiene siempre adelante. 

¿Cómo te gusta ser reconocido por tus cercanos y en ambientes laborales?

Como alguien muy motivado, muy esforzado, que lo daría todo por sus metas, sus ideales y sus valores. No necesariamente soy el mejor, pero si no lo soy voy a esforzarme por serlo. 

Si pudieras cambiar algo del mundo, que sería?

El egoísmo. Creo que el individualismo es uno de los problemas fundamentales que tenemos como sociedad. De hecho la sociedad viene de un colectivo. Entonces el acto individualista es para mí un atentado contra el precepto social. En las sociedades donde están nuestras fortalezas, somos seres tremendamente frágiles. No somos capaces de cazar a menos que tengamos un arma, por así decirlo, no somos resistentes al frío, no podemos aguantar mucho sin comer. Entonces es este constructo social el que nos protege y el que nos brinda todo lo que necesitamos y en ese sentido, es tremendamente indispensable protegerlo. Entonces cuando uno genera conductas egoístas e individualistas lo que hace es atentar contra lo que somos todos.

¿Tienes algunas palabras para las personas que quieran participar de un voluntariado?

Yo les diría que si eres consciente de ti mismo y del impacto que generas en tu entorno y en el mundo, siempre deberías hacer un voluntariado, porque manifiestas, primero, un acto desinteresado de apoyo a quienes lo necesitan, que engrandece tu espíritu humano y segundo, nutres a la sociedad con este elemento de reciprocidad de “ok, yo recibo cariño, compasión, afecto, apoyo y de alguna manera tengo que retribuirlo”. A veces no tienes posibilidad de retribuirlo, porque fuiste muy pequeño, fuiste ingenuo, fuiste inmaduro o porque ya hay una deuda muy extensa en términos emocionales, por así decirlo, y sientes que es insalvable. Entonces en ese aspecto y para sentirte conforme y no sentir que le debes nada a nadie, creo que un programa de voluntariado ayuda mucho a sentir que lo das todo por hacer un futuro mejor.