26.12.2019
Una acogedora Nochebuena se vivió en Casa Central de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, oportunidad en la que una gran cantidad de personas en situación de calle se dio cita para compartir una cena con la que se celebró el nacimiento de Jesús.
Esta cena que se realiza desde hace 26 años en la ciudad puerto, históricamente había tenido lugar en el tradicional Mercado Cardonal, pero para esta Navidad se trasladó al gimnasio de la Casa de Estudios. De hecho, desde 2017 que se venían utilizando las cocinas de la Universidad.
El profesor del Instituto de Literatura y Ciencias del Lenguaje de la PUCV, Pedro Alfaro, es voluntario desde hace una década y ahora es coordinador de cocina: “ahí nos encargamos de preparar más de cuatrocientas raciones. Yo coordino lo que ocurre en la cocina con las demás áreas: preparación y servicio de mesas, regalos para los invitados, recepción de invitados, entre otras funciones”.
Para la realización de este evento, que se construye a partir de donaciones, es fundamental la ayuda que prestan distintas empresas y organizaciones, entre ellas la propia Católica de Valparaíso que desde este año entrega una donación económica, así como también la labor que desarrollan voluntarias y voluntarios individuales, donde por años ha destacado la participación de profesoras y profesores de distintas unidades académicas, estudiantes, alumni, funcionarias y funcionarios de la Universidad.
“El objetivo de la cena es vivir la Navidad con los más necesitados, pero no de forma asistencialista sino que como si los estuviera invitando como a tu propia casa. Por eso es una cena en que el cariño por el otro es algo central”, explicó Pedro Alfaro.
La creadora de esta cena hace 26 años, Natacha Solís, señaló que “hoy la cena se realiza con las mismas bases, todas son donaciones de personas, instituciones o empresas que han querido participar y confiar, siempre se realiza con la ayuda de voluntarios, algunos aparecen todos los años, otros nos acompañan esporádicamente y todos los años llegan nuevos, aquellos que vemos sorprendidos con esta experiencia”.
Y concluye: “para algunos será por ver en ellos a Jesús mismo, para otros la idea de que en esta fecha se haga algo más allá de lo acostumbrado por la mayoría y encuentran aquí un sentido distinto para esta fecha, el dar y no esperar nada a cambio, el convivir con una real realidad y sentirnos partícipes de que podemos hacer más por ellos. Y se nos regala un día al año para compartir y vivir algo profundo, una experiencia que a nadie deja indiferente”.
Dirección General de Vinculación con el Medio