16.11.2020
El año 2016 este innovador proyecto desarrollado por investigadores de Centro Ceres se adjudicó el premio “Ray of Hope Prize”, otorgado por Biomimicry Institute (Montana, Usa), distinción que permitió que esta iniciativa se desarrollara en diferentes etapas, con el fin de encontrar una solución al problema de “replante” o también llamado “fatiga de suelo” que afecta a huertos frutales de diversas especies.
Desde hace varios años, se ha observado que en la agricultura los suelos han presentado diferentes problemas a la hora de replantar alguna especie de frutales, lo que se ha identificado como “fatiga de suelo”. En dicho caso, los árboles que fueron sembrados presentan problemas en su crecimiento como también un bajo rendimiento, y en casos extremos, no logran sobrevivir.
Fue en el marco de esta problemática donde emerge el proyecto Bionurse, búsqueda culmina con Biopatch, un producto biológico cuyo diseño se inspiró en el efecto nodriza de la yareta zonas montañosas y altiplano de Los Andes. Esta solución consiste en un colchón biodegradable de raíces que posee alveolos enriquecidos con bioestimulantes y biofortificantes; que albergan plantas de especies seleccionadas por su sistema de radicales capaces de dar estructura, y recuperar el equilibrio biológico y bioquímico del suelo.
Con la adjudicación del premio “Ray of Hope Prize” entregado por Biomimicry Institute, una organización norteamericana sin fines de lucro con sede en Montana y que tiene como propósito de promover el diseño biomimético, la transferencia de ideas y estrategias de la biología a sistemas humanos sostenibles. El reconocimiento consistió en el aporte de $100,000 dólares, donde los organizadores de la Conferencia Nacional de Bioneers 2016 señalaron que “una de las razones de la entrega del galardón fue: su bajo costo de producción; que los agricultores no tenían que arrancar los cultivos para tratar el suelo, teniendo que usarlo durante solo una temporada; además de tener en cuenta que un 25% del suelo del mundo está degradado”.
Actualmente, el proyecto se encuentra en la etapa de seleccionar las especies idóneas para conformar los conglomerados vegetales para la restauración de suelo. Javiera Díaz, ingeniera agrónoma, ecóloga y parte del proyecto señaló que, “para eso estamos evaluando la morfología, arquitectura y volumen aéreo y radical de las especies, además de la velocidad de crecimiento, y como se complementan”. El paso siguiente es proponer conglomerados y hacer pruebas en suelos degradados de huertas frutales
“Bionurse, además tiene un impacto positivo en el medioambiente ya que tiene que ver con un cambio de enfoque, de entender el suelo como la base de los ecosistemas, a lo que se suma comprender que el suelo está vivo y que, en el caso de la agricultura, es la base para el crecimiento de las plantas”, enfatiza Díaz.
Ante la emergencia climática que atraviesa el país y el mundo actualmente, Bionurse se convierte en una estrategia para mejorar y asegurar suelos que sean capaces de almacenar grandes cantidades de carbono y a su vez proveer los alimentos que la población necesita.
“Se ha ido avanzando en el proyecto desde diferentes disciplinas, como el diseño, la ecología y la agronomía, hasta llegar a esta etapa de seleccionar los conglomerados, y esperamos que más adelante podamos entender como los prototipos permitirán que las plantas reestablezcan su crecimiento y productividad. Para eso se necesita un equipo multidisciplinario, y centro Ceres cuenta con eso”, indico la Dra. Isabel González coordinadora actual del proyecto.
Fuente: Centro Ceres