16.11.2018
“De los componentes que nos configuran como personas y como grupo humano se percata uno de la importancia que tiene la Edad Media: su legado e impronta. Un legado como contenido y como aportador de valores individuales y colectivos. Las universidades por ejemplo tienen sus raíces en Europa del siglo XII. El tipo de letra manuscrita, los números arábicos y un sinfín de valiosos inventos son propios de esta época, por lo tanto, somos deudores de este significativo periodo de la historia”, señaló el doctor Ricardo Iglesias Segura, director del Instituto de Historia de la PUCV, en el discurso inaugural de las XXII Jornadas Medievales que celebró esta unidad académica.
El doctor José Marín, decano de la Facultad de Filosofía y Educación y profesor de Historia Medieval en el Instituto, en las palabras de bienvenida agradeció al profesor Rómulo Hidalgo del Instituto de Literatura y Ciencias del Lenguaje (ILCL) de la PUCV, que es el fundador y organizador de estas jornadas desde cuando era alumno de la Universidad. “Este es un encuentro especial, ya que incluye conferencias plenarias y ponencias, donde alumnos de pregrado y postgrado, junto a profesores de universidades chilenas y extranjeras, dan cuenta de lo que están investigando, convirtiéndose en un evento único en el panorama cultural del país”, informó Marín.
“Acerca de la luz o del comienzo de las formas de Roberto Grosseteste” se tituló la conferencia inaugural dictada por la doctora María Isabel Flisfisch, profesora de la Universidad de Chile. La académica expuso sobre este trabajo de traducción y de historia de la filosofía junto al Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales (1999) Humberto Giannini.
María Isabel Flisfisch es especialista en lenguas clásicas, principalmente en latín clásico y medieval. Su colaboración con Humberto Giannini en una investigación sobre la luz en la filosofía occidental la llevó a traducir este texto, que se publica acompañado de una introducción y citas explicativas sobre el pensamiento y época de Grosseteste a cargo del destacado filósofo chileno.
La académica informó que Robert Grosseteste (1175-1253) fue obispo de Lincoln y probablemente el primer canciller de la Universidad de Oxford. Fue uno de los mayores eruditos de su tiempo, se conocen trabajos suyos de teología, matemáticas, física, óptica, geometría, entre otras disciplinas.
Para Grosseteste la luz es algo extraño y por momentos es difícil entender bien qué es para él. En la citada obra se menciona que luego que Dios creara los cielos y la tierra y donde hubo caos y tinieblas, en ese mismo primer día, Él creó la luz. Con esto hubo un primer ordenamiento entre lo recientemente creado, se separó el día de la noche, la luz de las tinieblas, el orden del caos.
Grosseteste consideraba la luz como la primera materia creada por Dios y a partir de la cual se constituye el universo. Su estudio introductorio permite explicar las circunstancias de la obra, a la vez que la profusión de notas de su traducción, lo que facilita la lectura y comprensión para todo tipo de público.
PRESENTACIÓN DE LIBROS
Las jornadas medievales incluyeron los lanzamientos de la nueva edición del libro “El cantar de hierro. Textos anglosajones en versión del poeta y traductor Armando Roa Vial”, presentado por el profesor Rómulo Hidalgo y del texto “Ensayos sobre el Mundo Medieval de Héctor Herrera Cajas”, edición del profesor Leonardo Carrera Airola, ex alumno del Instituto de Historia PUCV. El texto fue presentado por la hija del doctor Héctor Herrera Cajas, la profesora de la Universidad de la Serena, Amelia Herrera Lavanchy.
“El año pasado, se cumplieron 20 años del fallecimiento del doctor Héctor Herrera Cajas. Por lo que el lanzamiento de la segunda edición de este libro es muy significativo. Agradezco la realización de este trabajo que fue liderado por un ex alumno de este Instituto que nunca tuvo clases de Historia Medieval con mi padre, pero que demuestra que continua la tradición de los estudios de este importante periodo histórico en esta unidad académica”, indicó la profesora.
El Dr. Héctor Herrera Cajas fue contratado en 1954 por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), institución a la que sirvió hasta su muerte en 1997. Se desempeñó como director del Instituto de Historia, decano y vicedecano de la Facultad de Filosofía y Educación, vicerrector, académico y rector interino, además fue uno de los bizantinistas más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
Por Natalia Cabrera Vásquez
Instituto de Historia