Con el propósito de abordar los cambios y beneficios de la nueva normativa del sistema de facturación electrónica, que paulatinamente ha venido entrando en vigencia desde 2014, la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Asociación Chilena de Empresas de Factoring, AChEF, realizaron el seminario “La nueva regulación de la factura y factoring electrónico”, en el Centro de Estudios Avanzados y Extensión PUCV.
La normativa, enmarcada en la Ley 20.727, busca que a febrero de 2018 todas las organizaciones del país abandonen de manera definitiva las facturas a papel.
En la oportunidad, el académico y experto en derecho informático de la PUCV, Renato Jijena, abordó de manera cronológica la evolución de las facturas a lo largo de la historia y explicó algunos conceptos claves para el entendimiento de la nueva regulación, como son el emisor y receptor electrónico, el archivo electrónico de cesión, el Registro Público Electrónico de Transferencias de Crédito (RPETC) en la emisión de una factura electrónica, y el procedimiento de cesión de la facturación electrónica.
Jijena se refirió, además, a las novedades de este año en materia de facturación electrónica, como son el desarrollo de una agenda de productividad y mejora para el financiamiento de las PYMEs, el acuse de recibo tácito por el transcurso de un lapso de ocho días contados desde la recepción de la factura sin haber sido reclamada, y la presunción legal de la entrega de las mercancías y de la prestación de los servicios, entre otros.
Por su parte, el director de Servicio de Impuestos Internos, Fernando Barraza, señaló que actualmente existen 150 mil contribuyentes facturando electrónicamente y que a la fecha se han emitido 315 billones de documentos electrónicos en el país, lo que representa el 90% de las facturas que se emiten en esta naturaleza. El 2003 se inició la facturación electrónica y ya el 2013 se emitió un 51.7% de estas boletas. “Se debe incorporar al modelo de facturación electrónica una transacción tradicional que le permita al receptor electrónico o manual, poder manifestar explícitamente su aceptación o rechazo. Eso permitirá que exista un lugar público donde los interesados puedan verificar la validez de sus facturas”, explicó Barraza sobre uno de los puntos más cuestionados de la ley.
El director del SII se refirió también a la creación de un sitio web cuyo objetivo es que los intervinientes puedan tener certeza respecto a la eventualidad de algún rechazo y así los distintos actores involucrados puedan tener acceso a esa información. A su vez, explicó que el servicio debe definir la fecha de recepción de una boleta (octavo día) porque “no va a faltar quien diga que no la recibió”.
La industria de factoring también ha evolucionado desde que aparecieron las primeras instituciones en 1989. Como representante de este grupo en Chile, el presidente de la Asociación Chilena de Empresas de Factoring (AChEF), Claudio Martínez, se refirió a los avances y variables del factoring en Chile, el panorama general para la industria, sus características, la reducción de los tiempos de cobro, el riesgo de no pago de las cuentas por cobrar y un complemento de las líneas de crédito tradicionales. Indicó que “los cambios legales propuestos permitirían contar con acuse recibo y mérito de la factura, fortaleciendo aún más la factura para su adquisición por parte de las instituciones financieras y el mercado secundario”. Al resecto, agregó que el futuro se presenta como un escenario 100% electrónico a través de la tecnología mobile y de internet.
Centro de Estudios Avanzados y Extensión