Estudiantes de establecimientos educacionales de la Región de Valparaíso participaron de la “35 Olimpiada Nacional de Matemática”, evento organizado por la Sociedad de Matemática de Chile (SOMACHI) que tiene como sede regional al Instituto de Matemáticas de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y que se desarrolló con el propósito de seleccionar a las y los alumnos que competirán en la etapa final de la selección nacional a efectuarse en Santiago en el mes octubre.
“Esta versión de la Olimpiada Nacional de Matemática se caracterizó por una amplia participación de estudiantes de nivel menor, es decir hasta 15 años. En total asistieron más de 150 participantes de distintos colegios. Destaco el interés de los profesores por acercar a sus alumnos a este tipo de actividades, pudiendo observar que varios de los docentes que acompañaban a las y los estudiantes son alumnis PUCV”, señaló la académica Carolina Guerrero, encargada regional de esta actividad.
Las y los competidores de esta etapa de la Olimpiada comentaron sus motivaciones principales para asistir al evento. “Me gustan mucho las matemáticas y me llamó la atención esta competencia. Quería vivir esta experiencia nueva”, comentó Sofía Estay, estudiante de segundo medio del Colegio Nacional de Limache. Por su parte, Gianella Pérez, de séptimo básico del Seminario San Rafael de Valparaíso, indicó que “más que nada quería probar estar en algo así, porque no había tenido la oportunidad antes. Por iniciativa propia quise participar, pues me gustan mucho las matemáticas y quería intentarlo, a ver si resulta algo bueno”.
En tanto, Juan Pablo Fernández, estudiante de tercero medio del Colegio Salesiano de Valparaíso, indicó que “las matemáticas me gustan mucho, porque siento que es un conocimiento con perspectiva. Es una forma que muchas veces significa nada, pero nos hace entender todo. Además, esta competencia se da en un ambiente grato, donde hay competitividad y entretención. Es una instancia súper buena para conocer gente, realmente es una gran oportunidad. Ojalá esta actividad fuera más masiva”.
Por Alejandra García
Instituto de Matemáticas