10.01.2018
“Una fe que no nos pone en crisis es una fe en crisis; una fe que no nos hace crecer es una fe que debe crecer; una fe que no nos interroga es una fe sobre la cual debemos preguntarnos; una fe que no nos anima es una fe que debe estar animada; una fe que no nos conmueve es una fe que debe ser sacudida. En realidad, una fe solamente intelectual o tibia es sólo una propuesta de fe que para llegar a realizarse tendría que implicar al corazón, al alma, al espíritu y a todo nuestro ser” (del saludo navideño a la Curia Romana, 21 de diciembre de 2017).
Deseamos que sus palabras y su testimonio de vida nos confirmen en la fe y nos alienten en nuestra vocación de ser una Universidad “en salida”: que construye una comunidad formada por docentes, estudiantes y administrativos; que se preocupa por las personas más desfavorecidas; que propicia el diálogo entre los diversos saberes; que sirve a su ciudad y al mundo.
¡Con afecto filial, nuestra Casa de Estudios le reitera la alegría de tenerlo entre nosotros!