
Con el propósito de fortalecer la investigación con enfoque de género en los programas de postgrado, la PUCV implementa la Beca de Acompañamiento para la Incorporación de la Perspectiva de Género en la Investigación, Producción de Conocimiento y Ejercicio Profesional, iniciativa desarrollada por las direcciones de Equidad de Género y de Postgrado, y que busca apoyar a estudiantes que desean integrar esta perspectiva en sus procesos formativos y en el desarrollo de sus proyectos de investigación.
La beca promueve una formación crítica sobre la producción de conocimiento, considerando cómo las desigualdades de género influyen en distintos ámbitos académicos y profesionales, lo que permite fortalecer las capacidades investigativas de mujeres en programas de postgrado y entregar acompañamiento para integrar esta perspectiva en sus propios proyectos.
En coherencia con la Política de Equidad de Género de la Casa de Estudios, esta beca forma parte de los esfuerzos institucionales por avanzar en la incorporación transversal de la perspectiva de género en la vida universitaria. En particular, se vincula con la directriz orientada a institucionalizarla en todas las funciones y procesos, promoviendo una formación con enfoque de equidad y contribuyendo a generar condiciones que fortalezcan la participación y desarrollo académico de mujeres en programas de postgrado.
“Incorporar la perspectiva de género en la investigación y en el ejercicio profesional de postgrado es fundamental para garantizar la producción de conocimientos libres de sesgos de género, éticamente responsables y socialmente relevantes”, señaló Yesika Herrera, directora de Equidad de Género, quien destacó que este enfoque permite “visibilizar y analizar críticamente las desigualdades estructurales que afectan a mujeres y disidencias sexuales y de género, así como cuestionar los supuestos androcéntricos y normativos que históricamente han dominado las ciencias y las prácticas profesionales”.
La iniciativa se articula con la Misión institucional de integrar fe, razón y compromiso social en el quehacer formativo de la Universidad. “Para la Dirección de Postgrado, este programa representa una oportunidad concreta de fortalecer la calidad y la responsabilidad social de la investigación que realizamos en la Universidad. Incorporar la perspectiva de género no es solo una cuestión de equidad, sino también de rigor y de excelencia académica”, indicó Javier Silva, director de Postgrado. “Formar investigadores con sensibilidad ante las desigualdades y capaces de integrar una mirada más completa de la realidad contribuye a un conocimiento verdaderamente humano y orientado al bien común”, agregó.
Las sesiones de acompañamiento están a cargo de María Soledad Ascencio, quien ha conducido los encuentros desde una mirada crítica sobre los procesos de producción de conocimiento y sus implicancias sociales. “He procurado abrir espacios de reflexión crítica sobre cómo las desigualdades de género atraviesan la producción de conocimiento y el ejercicio profesional. Las sesiones se han orientado a reconocer los sesgos de la ciencia tradicional, cuestionar la idea de neutralidad y valorar los aportes de las epistemologías feministas para construir investigaciones más justas, éticas y situadas”, explicó.
Desde su experiencia, incorporar la perspectiva de género en la investigación “permite visibilizar desigualdades, ampliar las preguntas que formulamos y enriquecer la ciencia con miradas diversas, promoviendo una producción de saber más democrática y socialmente responsable”. También, destacó “la fuerza colectiva que surge al compartir experiencias entre investigadoras de distintas áreas, donde la reflexión sobre las propias trayectorias académicas permite comprender que transformar la ciencia también implica transformarnos a nosotras y a nosotros mismos”.
Por su parte, Solange Riquelme, participante de la beca y estudiante de postgrado en Historia, valoró los espacios de diálogo interdisciplinario que se han generado. “Lo que me motivó para participar en este programa fue que no solo entregaba una beca de exención de arancel, sino también un acompañamiento y herramientas para incluir la perspectiva de género en nuestras áreas de estudio. Me parece muy valorable, sobre todo considerando la diversidad de las estudiantes que conformamos el programa”, comentó.
Destacó el carácter multidisciplinario e interdisciplinario de la iniciativa. “En las reuniones mensuales nos encontramos estudiantes de distintas áreas, desde la historia, el derecho y la psicología, hasta las ingenierías, y eso genera discusiones muy enriquecedoras. Entender cómo otras compañeras abordan sus inquietudes y desafíos en sus espacios académicos nos permite ampliar la mirada y reconocer otras realidades”.
De este modo, la Universidad reafirma su compromiso con la construcción de una comunidad académica más equitativa, diversa e inclusiva, en la que la producción de conocimiento dialogue activamente con los desafíos sociales que enfrentamos como sociedad en la actualidad.
Por Yaznarie López
Dirección de Equidad de Género