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Rosanna Domarchi: “Debemos ser agentes multiplicadores de co-responsabilidad social en las políticas nacionales”

El académico de la Escuela de Educación Física de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Luis Peña Contreras y la docente Rosanna Domarchi, trabajaron en un proyecto de inclusión deportiva que gira en torno a Goalball, una actividad que en sus inicios fue diseñada para personas con discapacidad visual pero que hoy practican también personas sin discapacidad bajo el concepto de “inclusión inversa”.

29.09.2018

“Goalball 100% Inclusivo” es un proyecto que pretende propiciar hábitos de vida saludable y fomentar la Inclusión como herramienta educativa y Rosanna Domarchi nos contó más sobre la iniciativa.

¿De qué trata el proyecto?

Nuestro proyecto llamado “Goalball 100% Inclusivo”, es un deporte paralímpico para personas en situación de discapacidad visual. Consideramos que es muy atractivo porque pudimos relacionarnos con el Instituto Antonio Vicente Mosquete de Viña del Mar, que es la única Escuela para personas en situación de discapacidad visual que existe en la región. Al mismo tiempo, podemos mencionar que son escasas las instituciones educativas orientadas a trabajar con estudiantes con necesidades  educativas especiales.

¿Cómo fue el proceso de ejecución?

Nuestro proyecto fue presentado con anterioridad, antes de ser adjudicado, en ese entonces lo encontraron muy atractivo ya que era muy innovador, pero no se ajustaba a las líneas requeridas, lo que nos permitió readecuarlo, mejorándolo de acuerdo a las peticiones que nos hicieron desde la DIE.

Nosotros como equipo “Educadores por el Goalball” desarrollamos un taller en una escuela de la región con niños, niñas y jóvenes con discapacidad visual, donde invitamos a otros estudiantes a participar de un encuentro deportivo recreativo de “inclusión inversa”, lo que nos permitió ampliar la cobertura y difusión deportiva.

Nuestra principal idea era prestar un servicio educativo-físico a las personas en situación de discapacidad visual. Además de adquirir equipamiento específico, entre los que se encuentran balones y antiparras, ya que  en Chile es caro, y se adolece de tiendas deportivas especializadas y de bajo costo.

Durante la ejecución ¿Enfrentaron algún inconveniente?

Tenemos una buena red de apoyo, ya que hemos desarrollado una larga e importante trayectoria profesional, en mi caso trabajo hace veinte años en deportes para personas ciegas y soy árbitro nacional de Goalball, los estudiantes de la Universidad conformaron un equipo multidisciplinario; en una primera instancia se constituyó un grupo de Educación Física, al que sumamos a una egresada de Educación Diferencial y también de Periodismo PUCV, lo que nos permitió ampliar y mejorar nuestro equipo. Me alegra saber que desde este grupo multidisciplinar fuimos capaces de mejorar la idea inicial desarrollando un buen trabajo y  difundirlo.

Pese a lo dicho anteriormente, creo que se debe mejorar los espacios físicos, la acústica, entre otros factores que inciden en la realización.

¿Cómo fue la participación de las personas durante su proyecto?

Fue muy buena, se reunió un grupo significativo de personas, también contamos con el apoyo de familiares. Invitamos a una escuela especial, con estudiantes con Síndrome de Down, y también, un grupo de estudiantes del Colegio Rubén Castro, todos participaron de la instancia recreativa y jugaron Goalball.

Estos encuentros sirven para darnos cuenta que el deporte es una herramienta de verdadera inclusión, pues permite a todos los participantes desarrollar y mejorar sus propias habilidades bio-psico-sociales.

¿Cómo distribuyeron los roles durante la ejecución del proyecto?

Nuestras funciones estaban muy bien definidas, desde las planificaciones de las clases, el equipo ejecutor del taller, voluntarios, el apoyo de educación diferencial y el registro por parte de los periodistas, entre otros.

Lo anterior, nos permitió asumir responsabilidades propias y compartidas, también apoyar las acciones de cada uno, tales como, adquisiciones y compras, planificaciones, transporte, gimnasios, materiales confección de invitaciones, diplomas y afiches. Como también en la actividad final “Encuentro Deportivo-Recreativo de Goalball”.

Pudimos delegar y funcionó, incluso conseguimos colaciones saludables para los niños y jóvenes. Personalmente me siento súper orgullosa porque sobrepasamos nuestro mismo accionar.

¿Nos podría explicar en qué consiste el Goalball?

El Goalball es el único deporte paralímpico creado para ciegos y personas con baja visión que nace después de la segunda guerra mundial. Un austríaco y un alemán lo crearon y utilizaron como medio de rehabilitación para personas ciegas, para que se pudieran integrar a la vida.

En Chile, llega a través de docentes españoles en el año 1992, en donde se daba cita “Los 3°Juegos Nacionales Escolares para Ciegos” precisamente en la Escuela de Educación Física de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

El juego consiste en el que dos equipos de tres jugadores cada uno intentan meter gol en la portería contraria mediante el lanzamiento del balón con la mano. El balón pesa 1,250 Kgs y  tiene cascabeles en su interior, se lanza a ras de piso, entonces las capacidades condicionantes y coordinativas de los jugadores se ponen a prueba, porque a través de la orientación auditiva y espacial, tienen que seguir la trayectoria de ese balón.  La cancha es de 9 por 18 metros y tiene además demarcaciones táctiles, que son referencias importantes para los jugadores.

Resulta innovador porque es altamente atractivo para el público espectador, al cual se le solicita silencio para escuchar el sonido del balón. Todos los jugadores llevan antiparras para homologar la condición de visión.

¿Qué otras instituciones están fomentando este deporte?

Este deporte es un referente para el colectivo visual a nivel nacional, podemos mencionar que Cristián Valenzuela es uno de los deportistas más admirados, por ser el primero en obtener una medalla paralímpica para Chile en Atletismo, donde también apoya y fomenta el Goalball.

Entonces se constituye en una bandera de lucha  importantísima dentro del colectivo. En Chile existe la Federación Nacional de Goalball de Chile (Fenagochi) unideportiva, que aúna a 12 clubes deportivos desde Tarapacá hasta Magallanes. Al mismo tiempo, podemos indicar que en otros países se practica en Enseñanza Media como parte de su desarrollo educativo físico.

¿Cuáles son los implementos que necesitan para desarrollar este deporte?

Los balones de Goalball son recursos materiales específicos, no se fabrican en Chile, existe poco conocimiento y difusión de material deportivo adaptado. También se utilizan las antiparras, que son de alto costo.

Con el proyecto adjudicado de la Dirección de Innovación y Emprendimiento PUCV pudimos comprar estos implementos para poder hacer nuestro Taller y Encuentro.

Actualmente ¿En qué etapa se encuentra este proyecto?

Lo finalizamos, pero nuestras proyecciones son ambiciosas. Logramos que las escuelas y colegios en las que los estudiantes PUCV hicieron su práctica profesional, incorporen el Goalball como taller deportivo, que se basa en la Inclusión como medio de aprendizaje y da respuesta a las leyes y normativas vigentes.

¿Cuáles son sus proyecciones a futuro?

Nosotros vamos a seguir promocionando y difundiendo este deporte, en distintas iniciativas en torno al Goalball, porque somos árbitros nacionales, considerando el significativo porcentaje de personas en situación de discapacidad visual del país, según la Endisc 2015, que indica que la cantidad de afecciones a la visión es la más alta.

¿Qué consejos les daría a las nuevas generaciones de educadores?

Que el sello valórico que tiene la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, respecto a ser un agente de promoción de valores sociales se debe incorporar tempranamente en la vida personal y profesional. Lo anterior, permite que seamos agentes multiplicadores de co-responsabilidad social en las políticas nacionales.

¿Qué le parece que la Dirección de Innovación y Emprendimiento apoye estos proyectos?

Yo creo que es vital, porque a nivel nacional en materia de deporte adaptado y paralímpico estamos al debe, en especial a las nuevas generaciones de profesores de Educación Física. La misma situación ocurre en la temática de necesidades educativas especiales y discapacidad, todavía nos falta mucho como sociedad ser realmente inclusivos. Entonces considero que el soporte de la DIE nos permite ejecutar nuestros proyectos y hacer realidad nuestras ideas, constituyéndo en ejemplo para otras iniciativas a nivel nacional.