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Dr. Rodrigo Valdés: “Estamos generando modelos de negocios inclusivos para que las Pymes agrícolas accedan a grandes mercados sin intermediarios”

Académico de la Escuela de Negocios y Economía de la PUCV, Dr. Rodrigo Valdés, explicó que pequeños y medianos productores agrícolas requieren mayor acceso información, tecnología, infraestructura y capacitación para acceder a los mercados finales.

06.06.18

El Ingeniero Agrónomo y Profesor Asociado de la Escuela de Negocios y Economía de la PUCV, Dr. Rodrigo Valdés, especialista en economía agraria, administración y gerencia de empresas agroindustriales, ha desarrollado una línea de investigación en cadenas de valor y de comercialización, vinculada fuertemente a pequeños y medianos productores agrícolas.

Antes de convertirse en investigador, realizó un largo camino que comienza el año 2003 como ingeniero trainee en el grupo empresarial Sigdo Koppers en Santiago, donde trabajó en el área de desarrollo de negocios de maquinaria agrícola, haciendo una carrera de excelencia que lo llevó a convertirse 4 años después, en product manager del área de negocios industriales.

Su inquietud por especializarse en economía agraria, lo llevó el 2007 a postular y adjudicarse una beca del gobierno alemán, para estudiar un master científico (master of science) en agronegocios internacionales de la Universidad de Gottingen, muy orientado a la investigación. En este contexto, tuvo como tutor de su maestría al editor en jefe de la revista más importante a nivel mundial en el area de economía agraria, el Dr. Stephan von Cramon-Taubadel, lo que le motivó mucho para especializarse en el área.

Al finalizar sus estudios en Alemania el 2009, el Dr. Rodrigo Valdés, toma una plaza laboral en el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil, como jefe del área de análisis de activos riesgosos, donde elaboraba estrategias para rescatar empresas de la quiebra cuyo capital poseía inversiones del BNDES, específicamente del área biotecnológica.

¿Cómo llega a Brasil después de realizar su master en Alemania?

Durante mi maestría debíamos realizar múltiples estudios de campo en diversios paises, tales como Israel, Mongolia, Ucrania, Ghana, Camerún y Brasil. En este último pais, ejecuté la mayor parte de estos trabajos. De igual manera existían varios proyectos conjuntos con Brasil y en la etapa de desarrollo de mi tesis, me especialicé en análisis de eficiencia de cadenas de valor y comercialización, la cuales eran prioritarias en el ámbito de la investigacion en economia rural brasileira. Esto me permitió generar redes y contactos con profesionales de este país.

¿Cuándo toma la decisión de abocarse 100% a la investigación?

Tras estar 3 años en Brasil y conocer aspectos muy complejos del área de cadenas de valor y de la eficiencia en comercialización, principalmente vinculados a pequeñas y medianas empresas que tenían gran dificultad para acceder a los grandes mercados locales e internacionales y que vivían en permanentemente bajo un stress financiero, decidí continuar especializándome cursando un doctorado y, por supuesto, mi opción natural era volver a Alemania.

Así postulé a la beca CONICYT de doctorado, lo que me permitió volver a la Universidad de Gottingen, en esta oportunidad vinculado más directamente a la economía agraria y eficiencia de mercados y siendo guiado por el mismo tutor que trabajó conmigo en la maestria. Terminé en el segundo semestre de 2015, especializándome en optimización de cadenas de valor, con un fuerte acento en eficiencia de cadenas de comercialización. De mi tesis doctoral surgieron dos artículos publicados y otro actualmente en revisión.

¿Qué lo llevó a volver a Chile?

El ofrecimiento de un colega chileno quien había estudiado sus postgrados en Alemania, me ofreció volver al país como director de la Escuela de Agronomía de la Universidad de Talca. En este contexto, me desempeñé por 18 meses como director, investigador y docente de pre y postgrado, lo que de cierta manera me quitaba bastante tiempo para dedicarme a la investigación.

¿Y cómo llega a la PUCV?

Desde un punto de vista familiar, siempre quisimos vivir en una ciudad que tuviera la mejor calidad de vida posible. Fue así como mientras estábamos en Talca, se abrió un concurso público para integrarse a la PUCV y no dudé en postular, ya que conocía perfectamente su prestigio, calidad, tradición y apoyo que entrega a la investigación. Además, tenía muy buenas referencias de colegas de la escuela de Agronomía.

La plataforma de fomento a la investigación, sin duda, fue la gran motivación para venir a la PUCV. En la actualidad, creo que fue la mejor decisión ya que pude comprobar el apoyo que se entrega a la generación de conocimiento y, desde otra perspectiva, todo se potencia por vivir en una de las regiones más bellas de Chile.

¿Nos podría contar cómo ha evolucionado su línea de investigación sobre cadenas de valor y de comercialización?

Esta línea se ha optimizado con el paso de los años. Comenzamos investigando en el máster las principales falencias que se producen en las cadenas de valor de los productos agrícolas. Es decir, cómo estas imperfecciones afectan a pequeños y medianos productores, al acceder a mercados formales o cadenas de valor superiores como supermercados o retail. De esta manera, en los inicios esta investigación tenía una especie de sesgo, dado que nos focalizábamos en la realidad europea, donde existe una política de subsidios muy importante, la que se acompaña con un gran desarrollo tecnológico en este segmento.

Luego, en el doctorado nos detuvimos en las brechas o imperfecciones que existen en paises en desarrollo, especialmente Chile, diseñando acciones para que los productores puedan acceder a mercados formales o masivos, como lo dije anteriormente. Este problema se ha estudiado poco en este tipo de países, lo que me impulsó a investigar sobre mecanismos que fomenten la integración de estos pequeños o medianos productores a los grandes mercados. Para ello utilicé una metodología vinculada a la transmisión de señales de precios.

¿Nos podría explicar un poco más sobre esta metodología de señales de precios?

Lo haré con un ejemplo. Estamos con un pequeño productor de tomates de Quillota que vende su producción a un supermercado de las grandes cadenas urbanas. En este punto, al existir un aumento de demanda de este producto en el supermercado, el distribuidor sube los precios aumentando sus utilidades las que no son traspasadas al productor, ya que no tiene acceso a esta información o no tiene capacidad de negociación. Si a esto agregamos la precariedad que existe en el modo de transportar los tomates desde Quillota a estos grandes centros de distribución, el problema se agudiza. Al final, todo influye en la velocidad en que estos precios se transmiten.

Este mecanismo de transmisión y arbitraje de precios tiene directa relación con el concepto de costos de transacción. Cuando éstos son altos, al productor le va a ser mucho más difícil acceder al mercado final. De esta manera, en mi tesis doctorado investigué la estructura, el nivel de los costos de transacción en las cadenas de valor del mercado agrícola chileno.

¿Cómo los pequeños y medianos productores pueden enterarse de estas variaciones de precio si, en su mayoría, no tienen acceso a tecnología? 

Ahí radica la mayor dificultad, porque en diversos rubros, los pequeños y medianos productores no tienen el soporte o la capacitación para acceder a estos medios. Esto genera dos problemas.

El primero tiene que ver con las cadenas agrícolas nacionales, donde es muy común que existan muchos intermediarios que manejan los precios. Así, los productores en pequeña escala, muchas veces se someten a los precios fijados por estos intermediarios que, a su vez,  hacen el nexo con el gran distribuidor (supermercado). Finalmente, los que incrementan sus utilidades en el escenario de shocks de demanda son los intermediarios y no los productores, porque en Chile esta situación está poco regulada, lo que es otro problema más. 

El segundo problema es el acceso a tecnología. En este punto está demostrado que cuando los productores tienen mayor acceso a tecnología, información, infraestructura y nivel educacional para acceder a los mercados finales, el nivel de bienestar de estos productores mejora. Esto que parece muy lógico en Europa, en Chile no es tan lógico, porque no existen políticas agrícolas claras de largo plazo y tendientes a disminuir estos costos de transacción de manera eficiente.

En síntesis, queremos generar modelos de negocios inclusivos para que las Pymes agrícolas accedan a grandes mercados sin intermediarios.

¿En qué se está fallando?

Uno no saca nada con subsidiar a un productor para que compre mejores semillas o maquinarias, si la infraestructura entre el lugar de producción y los canales finales de distribución es precaria. La capacitación es vital y si bien hay un avance en los últimos años, esto no se ha traducido en mayores niveles de competitividad.

Un ejemplo de ello, lo vemos a diario en la migración campo-ciudad, ya que, si hubiera resultados profundos, esto no seguiría ocurriendo como hasta hoy.

Tras su investigación ¿se han producido algunos cambios?

En la actualidad, estoy desarrollando un proyecto del Programa de Cooperación Internacional de CONICYT, para generar modelos de negocios inclusivos para pequeños y medianos productores. Esto implica desarrollar aptitudes y mecanismos para que puedan acceder a grandes mercados como el retail. Así, junto a dos universidades nacionales (U. Católica del Norte y U. Católica del Maule) y otras dos internacionales (U. de Gottingen de Alemania y la U. de Costa Rica), estamos aportando capacitación, tecnología, optimización de procesos y certificación de productos, a pequeños productores.   

En este contexto, somos socios estratégicos del Ministerio de Agricultura, a través del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), para que los resultados puedan ser traspasados a los pequeños productores.

¿Qué esperas hacer con estos resultados?

Me gustaría mucho profundizar mi investigación en la capacidad de respuesta de pequeños y medianos productores frente a shocks de demanda. A modo de ejemplo, es importante conocer la capacidad de respuesta en el corto plazo de los productores agrícolas, ante aumentos sorpresivos de demanda.

Lo que hoy estamos viendo es que los productores agrícolas pequeños y medianos, ya sea por falta de capacitación, liquidez, tecnología o infraestructura, no están siendo capaces de responder a estos shocks de demanda, lo que ha provocado que los mercados finales se ven en la obligación de importar productos o bien, dejar de comercializarlos.

¿En qué zonas están trabajando?

Actualmente en la Región de Valparaíso y Región del Maule con pequeños productores hortofrutícolas.

¿Este proyecto viene a romper de cierta manera una estructura que está arraigada en la cultura agrícola chilena?

Así es, por ello estamos desarrollando herramientas para que los pequeños y medianos productores puedan optimizar sus procesos productivos y de comercialización. Hasta el momento, nos ha ido muy bien en las encuestas realizadas junto al equipo de INDAP en la zona interior de la Región de Valparaiso, donde hemos podido conocer en terreno la realidad de estos pequeños productores.

En este punto hay mucho que trabajar, por ejemplo, en el sistema de fijación de precios, ya que, ante la inexistencia de bandas de precios en algunos sub-sectores agrícolas, las grandes cadenas de distribución los fijan unilateralmente y pagan diferido a 3 o 4 meses, lo que provoca una situación muy compleja para pequeños y medianos productores, quienes no tienen respaldos financieros para sostenerse durante ese tiempo. Otro tema complejo son los estándares de calidad exigidos, que muchas veces no son alcanzados por estos productores, quedándose fuera de estos mercados.

Como puedes ver hay mucho que trabajar en el tema, ya que los productores requieren de mucho apoyo para mejorar su nivel de bienestar.  

¿Está desarrollando algún otro proyecto en esta línea?

Sí. Paralelamente estoy liderando otro proyecto de investigación financiado por Bayer AG - Alemania y Syngenta AG - Suiza, donde estamos realizando una evaluación del impacto económico de la restricción del uso de insecticidas en nuestro país. Esto ha sido gracias a la línea de investigación de estas empresas europeas, que otorgan financiamiento internacional para estudiar y solucionar temas de alto impacto ambiental como el uso de insecticidas.

Los resultados parciales nos han permitido cuantificar los efectos del mal uso de insecticidas. Además, muchos productores usan insecticidas de fórmulas muy tóxicas y con bajos niveles de eficiencia, ya que requieren de una gran dosis para alcanzar el nivel de control adecuado y que tienen períodos de carencia muy altos, es decir, que permanecen mucho tiempo en la planta y en el fruto o producto final, eventualmente causando problemas de salud al ser humano.  

¿Ha tenido el apoyo de la PUCV para llevar adelante estos proyectos?

He podido confirmar lo que había escuchado sobre la robusta política de investigación PUCV. En este sentido, hay varias herramientas de apoyo muy interesantes, como la línea de revisión y traducción de artículos, la que me ha sido de gran ayuda, la gestión de documentación para la elaboración y ejecución de proyectos, como también la obtención de cartas de patrocinio o ciertas documentaciónes específicas para cada proyecto.    

En este punto y considerando que se requiere mucho tiempo para generar conocimiento y publicar, quiero aprovechar de destacar el apoyo recibido por parte de la Escuela de Negocios y Economía de la Universidad para lo anterior.

¿Cómo ves el impacto de la investigación en la formación de las nuevas generaciones de profesionales PUCV?

Mis lienas de investigación son eminentemente aplicadas. Para nuestros estudiantes, la aplicación en el mundo real de lo que investigamos es sumamente relevante para sus procesos formativos. Sin ir más allá el lema de nuestra Escuela, se sustenta en la idea de formar profesionales para el mundo real y, desde esta perspectiva, las nuevas generaciones de ingenieros comerciales están muy interesados en apoyar nuestras investigaciones. En esta línea, la PUCV ha generado instrumentos para apoyar investigaciones desde el pregrado, lo que sin duda es un gran aporte a la generación de conocimiento.  

¿Qué aconsejarías a los estudiantes que quieran dedicar su vida a la investigación?

Que lo hagan por vocación y con mucha paciencia, ya que investigar en ciencias sociales y económicas, requiere de plazos muy largos, sobre todo, si nos referimos a investigación aplicada. Asimismo, que tomen conciencia que el proceso de investigación está lleno de éxitos, pero también de muchas frustraciones y, por ello, siempre el llamado es a no desistir ante resultados negativos o no esperados.

 

Por Marcelo Vásquez, periodista VRIEA PUCV