Ir a pucv.cl

Cinco cuentos japoneses

La mano del sabio 賢者の手--
Anónimo japonés 

Un hombre no sabía qué hacer con la avaricia de su mujer. Era tacaña y miserable incluso con su familia y amigos. No dejaba pasar una oportunidad para ganar o ahorrar algo. Cansado de estas conductas fue a visitar a un viejo sabio que vivía en su aldea. Le contó su situación y juntos volvieron conversando. Al entrar en la casa y sin una palabra. El viejo cerró su puño y lo colocó frente a la mujer. Ella asombrada le preguntó qué quería decir. El sabio le dijo: -Imagínate que mi mano fuera siempre así. Cómo la definirías? Deforme, enferma, contestó la mujer. Entonces abrió su mano y le preguntó: -“ Y si mi mano estuviera siempre extendida, cómo la definirías? La mujer contestó:-También deforme.
Si entiendes esto, eres una buena mujer y estás en el buen camino, continúa por él, concluyó el sabio.
La mujer comprendió la lección y ayudó al marido no sólo a ahorrar, sino también a ayudar y ser solidarios con los más necesitados.
賢者の手--

Una taza de té ティーカップ-- 
Anónimo japonés

Un sabio japonés, conocido por sus doctrinas, recibió la visita de un profesor universitario que había ido a verlo para preguntarle sobre su pensamiento. El profesor tenía fama entre sus pares y alumnos de ser orgulloso, soberbio y petulante. No aceptaba las sugerencias de los demás, creyéndose siempre en posesión de la verdad.
El sabio quiso enseñarle algo. Para ello comenzó por servirle una taza de té.
Empezó echando el té poco a poco. La taza se llenó. El sabio aparentando no darse cuenta de que la taza estaba ya llena, siguió echando té y más té. Hasta que la taza rebalsó y comenzó a manchar el mantel. El sabio mantenía su expresión serena y sonriente.
El profesor miró desbordarse el té y sin contenerse le dijo al anciano:- “¡Está llena, no cabe más maestro!”
El sabio imperturbable y sin inmutarse, le dijo:- Tú también estás lleno de tu cultura, de tus opiniones y conjeturas eruditas y completas, igual como le ocurre a esta taza. ¿Cómo puedo hablarte de sabiduría, que sólo es comprensible a los ánimos sencillos abiertos, si antes no vacías la taza? El profesor comprendió la lección y desde aquel día se esforzó en escuchar las opiniones de los demás.
ティーカップ--

Sombreros  帽子--
Anónimo japonés

Una pareja de viejos pobres estaba muy triste. Era víspera de año nuevo, nevaba fuertemente y no tenían qué comer. La vieja le entregó a su marido unos adornos para el pelo que había fabricado para que los vendiera y a así poder comprar comida.
El viejo partió al mercado a venderlos. En el camino se encontró con tres estatuas de piedra. Se detuvo y les dijo: "¿Tienen frio, no ?".  Y comenzó a sacarles la nieve que tenían en las cabezas.
Estuvo horas en el mercado tratando de vender los adornos. Pero no vendió ninguno. Al rato se le acercó un hombre y le dijo: -“Ha sido un mal día para las ventas. Yo tampoco vendí nada. Te propongo un trueque: te cambio esos tres sombreros por tus adornos. El viejo estuvo de acuerdo y volvió de vuelta a su casa.
Al pasar por las estatuas les dijo- “Por favor usen estos sombreros, seguirá nevando”.
Ya en su casa y mientras le contaba a su mujer lo sucedido sintieron un gran estruendo. Salieron a la puerta y vieron una gran cantidad de paquetes, bolsas con comida y ropas. A los lejos vieron a las tres estatuas de piedra. Ellos habían traído todos esos regalos!
帽子--

Mariposas  蝶--
Anónimo japonés

Una pareja tenía como pasión la jardinería. Su jardín era maravilloso con las más diversas plantas y flores. Tuvieron un hijo que heredó el gusto por las plantas. Envejecieron y murieron trabajando cada día en embellecer el jardín. Este hijo siguió con esmero y devoción el cuidado de ese paraíso.
Una noche soñó que su madre y su padre paseaban por su amado jardín observando detenidamente aquellas plantas que tan bien conocían. De repente, los dos ancianos se convirtieron en dos mariposas volando por el jardín, posándose en las flores. Al día siguiente, el muchacho salió al jardín y vio que la misma pareja de mariposas del sueño y comprendió que eran las almas de sus padres: continuaban disfrutando del placer en que habían ocupado sus vidas.
蝶--

El Espejo 鏡—
Anónimo japonés

Un joven samurái vivía junto a su esposa e hija en una casa muy humilde, de una manera sobria y sin lujos. La mujer era tímida, no muy sociable y de pocas palabras.
Un día ese samurái tuvo que ir a la ciudad a saludar al rey y pasó por un mercado y con alguno de sus ahorros compró dos regalos: una muñeca para su hija y un espejito de mano para su amada mujer. Ella nunca había tenido uno.
Tremenda fue su sorpresa cuando se vio en el espejo. No sabía lo que era y extrañada le preguntó a su marido: “-Y esta mujer tan linda quién es?
– ¿Cómo qué quién es? ¡ Eres tú! ¡Es tu reflejo! La mujer avergonzada por su ignorancia, escondió el espejo en un cajón de un ropero y decidió dejarlo allí para que no se rompiera. Era un regalo delicado lleno de amor de su marido.
Pasaron los años y un día la mujer se enfermó gravemente y llamó a su hija para despedirse antes de su muerte. Le dijo: “-Cuando muera quiero que saques un objeto del cajón del ropero. Al mirarte en él, me verás!
La mujer murió, y la hija, recordando sus palabras, sacó el espejo del cajón, y al mirarse, vio a una mujer joven y muy linda, que se reía con ella… Todos los días miraba el espejo, y le dedicaba bellas y tiernas palabras. Un día, su padre la descubrió hablando con el espejo:
– ¿Qué haces, hija mía?- le preguntó su padre.
– Mira papá…¡Es la mamá! Sonríe cuando yo sonrío. Está aquí con nosotros. Está muy linda y sigue joven…!
鏡--