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Escuela de Kinesiología realiza programa con niños y niñas del sector La Matriz

Iniciativa busca fomentar la actividad física y estilo de vida saludable entre la población.

La Escuela de Kinesiología de la PUCV culminará a finales de septiembre la iniciativa Kineactívate, donde niños y niñas pertenecientes al programa Futvalores de la Corporación La Matriz, participan de un programa de actividad física personalizada que es diseñada por alumnos de 4° año y dirigida por profesores de la Escuela perteneciente a la Facultad de Ciencias de la PUCV.

“Tenemos por objetivo mantener ciertos niveles de actividad física en los participantes, fomentar la actividad física y en general promover estilos de vida saludable” señaló el Kinesiólogo y encargado del programa, Máximo Poblete, quién destacó la dificultad de contar con espacios e instancias para la práctica de este tipo de actividades, sobre todo en los tiempos actuales de pandemia.

Para el docente de la Escuela de Kinesiología este programa viene a fortalecer el vínculo que ya tiene la carrera con este sector de Valparaíso, agregando al respecto que: “venimos trabajando en conjunto desde hace tiempo y con este programa se busca fortalecer dicha relación y aportar a la comunidad con el conocimiento y motivación de nuestros estudiantes. El programa Futvalores no estuvo exento de complicaciones por la pandemia, por lo que la actividad "kineactívate" complementa lo que vienen haciendo en la corporación y facilita la práctica deportiva de forma más consistente en los participantes”

Todas las clases se han debido realizar en forma remota debido a la contingencia sanitaria que vive el país y el mundo. En la oportunidad, los niños se conectan a la plataforma una vez a la semana en horario fijo, donde se encuentran con una pareja de estudiantes de kinesiología, quienes planifican semana a semana las rutinas, además de observar a cada uno de los participantes y corregirlos en caso de ser necesario. La Escuela de Kinesiología de la Facultad de Ciencias le facilitó a cada niño los implementos necesarios para la realización de las rutinas y gestionó además el acceso a internet en caso de dificultades de conectividad.

Si bien el programa no ha llegado a su fin, el encargado del programa a señalado estar bastante conforme conformes con esta experiencia, destacando la gran acogida por parte de la comunidad, señalando al respecto que: “ha habido buena relación, comunicación y lo más importante que los niños han disfrutado este proceso, que es clave ya que en el crecimiento es donde se van formando hábitos, si el niño disfruta hacer actividad física, probablemente sea un adulto más activo”.

Fuente Facultad de Ciencias