Karen Lindh Allen, Alumni Derecho PUCV
De las dudas iniciales a encontrar su lugar en el derecho ambiental
28.08.2025
Cuando Karen Lindh Allen ingresó a estudiar Derecho en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) en 2006, lo hizo cargando consigo una fuerte vocación por la justicia, aunque aún sin claridad absoluta de hacia dónde la llevaría la carrera. “En el colegio -Sagrado Corazón de Reñaca- me iba súper bien en todo, pero esto conllevaba un problema vocacional. Mis opciones, a comienzos de 4° Medio, eran estudiar odontología, ingeniería ambiental o derecho. Ya a mediados de año me incliné por Derecho porque me llama la atención buscar justicia y equilibrios en las relaciones dentro de la sociedad. Además, elegí Derecho de la PUCV porque mi mamá y mi papá son de esta Universidad”.
“Ahora mirando con perspectiva, pienso que derecho es una carrera que te permite realizar una vocación en el servicio público y, en el colegio, siempre estuve ligada a la acción social”, recuerda.
El paso de las ciencias naturales al mundo de las humanidades y clases de derecho romano fue, reconoce, duro. Sin embargo, todo cambió cuando en tercer año cursó derecho administrativo con el profesor Jorge Bermúdez: “Ahí me di cuenta que me gustaba el área y que quería trabajar en algún tema relacionado a derecho administrativo. Encontré mi camino y tuve la suerte de tener al profesor adecuado. Él aterrizaba todo con ejemplos prácticos. También, me había gustado mucho, en segundo año, el ramo de Derechos Fundamentales, con la profesora Jessica Fuentes, entonces fue un complemento perfecto”. Esa experiencia marcó su ruta profesional y la llevó a realizar su pasantía en 5° año y la tesina en la misma área.
El 31 de diciembre de 2014 juró como abogada. Apenas unos días después, una anécdota cambió el rumbo de su futuro: “En los primeros días de enero me encontré con un amigo que me pidió el currículum. Así partí en un estudio jurídico, aunque tenía claro que era algo transitorio”.
La oportunidad que buscaba llegó en mayo de 2015, cuando ingresó al Ministerio de Defensa, donde permaneció casi seis años en el Departamento de Asuntos Marítimos. Su rol comenzó como analista en la tramitación de concesiones marítimas, pero con el tiempo asumió más responsabilidades, como coordinar materias intersectoriales con otros Ministerios y servicios públicos, en materias relacionadas con el uso y administración del borde costero, y asesorar a jefes de departamento y de división.
“El Ministerio de Defensa administra todo el borde costero, es decir, el mar territorial, las playas, la faja de terrenos de playa fiscales de 80 metros. Además, los ríos y lagos navegables, entonces cualquier actividad que requieras ejecutar en estos espacios, —desde un puerto hasta un quiosco— necesita esa concesión. Era un trabajo muy interesante porque mezclaba derecho administrativo con temas ambientales relacionados a las concesiones y permisos”, explica.
Más adelante, decidió dar un paso al mundo privado, manteniéndose en la misma temática: asesorías vinculadas a concesiones marítimas y permisos sectoriales. “Sentía que tenía experiencia, pero me faltaba el magíster. Por eso ingresé al Magíster en Derecho Regulatorio en la Pontificia Universidad Católica de Chile, mientras seguía postulando a nuevos desafíos laborales”.
En julio de 2023, se incorporó como abogada de la Unidad de Estudios del Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta, cargo que implicó un cambio radical en su vida: mudarse al norte y volcarse de lleno al derecho ambiental.
Su trabajo actual combina dos ejes: investigación jurídica y vinculación con el medio. En el primero, realiza seguimiento de fallos de tribunales ambientales, elabora reportes de sentencias, manuales de temas ambientales, minutas de proyectos de ley en tramitación y prepara informes para ministros del tribunal en causas específicas. En el segundo, ha capacitado a estudiantes universitarios, a Autoridades Marítimas, además de organizar conversatorios y actividades académicas. Incluso lideró el primer número de la Revista Ambiental de Derecho y Ciencia del Primer Tribunal Ambiental.
“Me gusta porque junté ambos mundos: lo científico con el derecho. Por eso también he hecho cursos de geografía, hidrógeno verde y evalúo posibilidad de hacer un diplomado en Litio, ya que lo interdisciplinario es fundamental en lo que hago hoy”, comenta.
Con la perspectiva que le dan más de diez años de ejercicio profesional, Karen destaca la preparación recibida en la Escuela de Derecho PUCV: “La formación es muy sólida, especialmente en derecho público. Pero también hay un método de trabajo que marca la diferencia. La exigencia de la universidad te da un estándar que después se refleja en el ámbito laboral. Eso lo valoré mucho más con los años”.
Los profesores José Antonio Galván, en todo el ciclo de derecho civil y Faruk Garfe, en derecho internacional público, marcaron a su curso por la vocación que tenían como maestros y por su calidad humana. Además, en lo particular, Bermúdez en derecho administrativo, determinó su vocación.
A los futuros abogados PUCV, les entrega un consejo claro: “Es fundamental tener la formación de base que da la universidad, pero también perfeccionarse continuamente, porque el mercado laboral es muy competitivo. Hoy es muy positivo que en la formación curricular de la Escuela se estén incorporando ramos de inglés, negociación como ramo obligatorio, comunicación y otras herramientas que fortalecen las habilidades blandas”.
Otro aspecto que valora profundamente son los lazos humanos que se tejen en la vida universitaria: “Los amigos de la universidad cumplen un rol clave. Aún mantengo vínculos con muchos que hice la Universidad, de mi curso (generación 2006, paralelo 01), del paralelo, e incluso de cursos más arriba que conocí y nos acompañamos durante el proceso de estudio para el examen de grado. Siempre nos estamos apoyando, porque cada uno tiene su área de experticia. Aunque trabajemos en distintas ciudades o materias, la experiencia común en la Escuela, nos unió mucho y nos mantiene en contacto”.
De aquella estudiante que alguna vez dudó de su vocación, a la abogada que hoy combina derecho administrativo, ambiental y un enfoque interdisciplinario en el Tribunal Ambiental de Antofagasta, la trayectoria de Karen Lindh Allen muestra cómo la vocación se va afinando en el camino.
“Al final, uno se da cuenta de que cada vuelta, incluso las que parecen más difíciles, tienen sentido. Pasé de ciencias naturales a las ciencias jurídicas, después me especialicé en administrativo, y hoy estoy en lo ambiental, uniendo todo lo que me interesa”, concluye.
Facultad y Escuela de Derecho PUCV