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Jorge Bermúdez, ex Contralor General de República:

“No hay que desesperarse, hay que ir construyendo con paciencia todos los pasos, para ir alcanzando las metas que uno se trace”

El académico de la Facultad de Derecho PUCV, Jorge Bermúdez, vuelve a su Casa de Estudios luego de un intenso paso de ocho años siendo Contralor General de la República. De regreso, nos relata cómo fue su transición, la experiencia vivida en el sector público y lo que significa para él volver “al lugar al que pertenezco”, según sus propias palabras.

¿Cómo fue el paso de ser académico al mundo público, y en un cargo además tan relevante a nivel nacional? 

Yo soy profesor titular de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y durante todo el tiempo que estuve en la Contraloría, fue con un permiso sin goce de sueldo de la Universidad. Efectivamente mi centro de gravedad, previo a este cargo, era la Universidad y sobre todo tenía una actividad académica muy intensa, muy dedicada, tanto al pre como en el posgrado. 

Yo pensaba que iba a ser un poco más sencillo ese tránsito de la Universidad a la Contraloría porque siempre había tenido experiencia en lo público. Antes de dedicarme tan intensamente al cargo, ya desde el inicio de mi carrera, había trabajado en la Administración del Estado, al principio en CONAF, hace muchos años en el Consejo de Defensa del Estado, después ya me integré a la Universidad, pero siempre tuve una relación de asesoría con la administración pública.

 Sin embargo, es muy distinta la percepción que uno tiene desde lo netamente académico a ya estar al mando de una institución como la Contraloría, tanto porque hay que gestionarla como jefe de servicio hacia adentro; pero también por su función que tiene una gran incidencia en lo público. Todo lo que la Contraloría hace desde el punto de vista del control previo de legalidad, tiene impacto en la gestión pública del Estado, tal como en materia de fiscalización en que auditorías y otros instrumentos de fiscalización, pueden terminar señalando si hay o no elementos para que haya responsabilidad administrativa. 

Entonces, evidentemente que hay una diferencia grande entre la parte más teórica porque yo me dedicaba mucho a los temas de derecho administrativo, y otra cosa es estar dentro de la Administración y ejercer un cargo que tiene tanta relevancia. El cargo de Contralor es de una alta autoridad de la República y de relevancia nacional, entonces es un tránsito que no es tan fácil, pero que se aprende obviamente. Uno tiene las herramientas para hacerlo y en ocho años, hay tiempo también para enmendar cosas que a lo mejor no se hicieron bien al comienzo. 

¿Algunas de esas herramientas tienen que ver con su paso por la Facultad de Derecho de la PUCV como alumno y profesor?

Toda mi formación académica y mi crecimiento profesional es de la Escuela de Derecho PUCV. Soy un agradecido porque la Universidad siempre me dio todas las oportunidades, primero para estudiar y después para poder crecer como profesional, como académico. También tuvo la flexibilidad para que yo pudiera hacer otras cosas. Como Contralor estuve con permiso sin goce de sueldo, o sea, la Universidad siempre tuvo esa visión de permitir que un profesor pudiera estar con esa vinculación en lo público. 

También la Universidad me permitió tener muchos espacios de crecimiento e innovación, tanto de los posgrados que yo ayudé a formar en su momento, como el diplomado de Derecho Administrativo, en el diplomado de Derecho Ambiental, en el programa de Magister general, el diplomado de Derecho del Mar y Marítimo, en el centro de Derecho del Mar. 

La Universidad siempre ha sido abierta y un lugar donde uno puede crecer e innovar, desde lo académico obviamente, herramientas que uno después tiene que incorporar en la práctica. Hay una impronta de mi gestión y que tiene que ver directamente con mi carácter de profesor universitario. Nosotros organizamos en Contraloría, lo que denominamos el Centro de Estudios de la Administración del Estado, vigente desde el año 2017, el cual capacita a los funcionarios públicos de otros servicios, habiéndolo hecho en este periodo con más de 330.000, siendo más de 60.000 de ellos de primer ingreso a la administración y, por lo tanto, han tenido que hacer el curso de inducción a la Administración del Estado. 

Esa idea obviamente se le ocurre a una persona que sabe la relevancia que tiene la formación continua y la importancia de la capacitación que deben tener los funcionarios, y eso solo viene de la Universidad. También hay una línea de publicaciones que tiene el mismo Centro de Estudios, las actividades de extensión, todo eso son obviamente cosas que uno aprende en la Universidad y que en otro nivel y con otro objetivo, están puestos en la Contraloría.

En su gestión, planteó 5 ejes claros, ¿cómo podríamos incluirlos en la formación de los estudiantes de pre y de posgrado? 

La carrera universitaria es una herramienta para desempeñar un cargo, pero no es la única, ya que hay que tener también toda una experiencia. Yo le diría a los estudiantes que no hay que desesperarse porque a veces uno ve como muy lejano llegar a ser Contralor General o un cargo similar, lo que en el ámbito del Derecho Administrativo, es una cúspide, pero las carreras no tienen que ser todas iguales. Uno siempre tiene que tener en cuenta que va dando pequeños pasos a través de su carrera. No hay que desesperarse, hay que ir construyendo con paciencia todos los pasos, para poder ir alcanzando las metas que uno se trace, que obviamente que pueden ser muy diversas.

Uno de los ejes de su gestión es innovación y tecnología, ¿cómo se trabaja eso desde la labor de los abogados? 

Cuando uno está a cargo de una institución, la profesión si bien puede ser importante, también hay que tratar de desarrollar otro tipo de expertise. Primero, hay que estar abierto al conocimiento técnico que tienen otros profesionales y también a que el uso de la tecnología en todo ámbito es una cosa que viene de hace mucho tiempo, y que hay que tenerla muy en cuenta. Entonces yo creo que esa conjunción entre profesionales que te asesoran, que son expertos en la materia, en este caso en el uso de datos, o que se dan cuenta que hacia allá va la evolución del trabajo, en todo ámbito incluyendo el sector público, es fundamental.

Pero yo no soy experto en datos. La virtud que yo veo acá es simplemente haberme dado cuenta de que hay tecnología que otros hacen, y que esa tecnología se puede usar para hacer mejor tu trabajo en la Administración. Pero obviamente uno no puede ser experto en todo. 

¿Cómo desarrolló eso en la Contraloría?

Eso nos llevó a desarrollar varios proyectos y por eso hoy día la Contraloría se define como una institución impulsada por datos, los que se usan en todos los procesos. La Contraloría básicamente lo que hace es control de legalidad. Un elemento importante de la legalidad es saber si se cumplen ciertas reglas de probidad, por ejemplo, si hay conflictos de interés o no. El uso de esos datos nos permite acceder a las bases que tenemos en las declaraciones de intereses y patrimonio para saber si hay un contrato público de la administración o conocer si hay algún tipo de conflicto de interés entre quienes participaron en la elaboración y suscripción del contrato y aquellos que lo están suscribiendo como proveedores del Estado, etc. Entonces ahí está claramente el uso de datos por parte de la Contraloría y con muchos resultados. 

Cuando fui a despedirme en la Comisión de Constitución del Senado, uno de los senadores dijo que había demostrado que la Contraloría había hecho mucho más con prácticamente los mismos recursos y ese mucho más, había sido porque se había usado decididamente la tecnología. Hoy en todas las áreas de trabajo en la Contraloría, sea la parte jurídica, en control del personal de administración del Estado, de la parte contable o la parte auditora, en todas se usan datos y eso hace más eficientes los procesos. Eso trajo como consecuencia que el nivel de hallazgo es muchísimo más alto que antaño, se puede hacer un mejor análisis de riesgo, apuntar mejor y lograr mejor resultado. 

¿Cómo valora la internacionalización que tiene la PUCV y la posibilidad de que nuestros estudiantes de derecho puedan cursar un semestre en el extranjero?

Tener habilidades que a uno le permitan relacionarse con otras culturas, personas que vienen de otros países y, sobre todo, si hablan otros idiomas, es fundamental. Hoy en día para tener un ejercicio profesional en cualquier ámbito, si uno quiere tener una aspiración de tener un trabajo que sea interesante, que sea desafiante, donde uno pueda aprender, donde uno pueda crecer, evidentemente que esa experiencia internacional, es fundamental. Y ahí de nuevo viene mi agradecimiento con la Católica Valparaíso, que me apoyó para mis estudios de doctorado en España y luego me permitió hacer estadías en el extranjero, en algunos casos con becas postdoctorales. Poder estar un par de meses fuera que te permite hacer esos contactos, eso fue una experiencia que a mí me sirvió para poder fomentar esa área y que la Contraloría de Chile tuviera una voz también a nivel internacional. 

Uno es la participación de la Contraloría en la Junta de Auditores de Naciones Unidas, lo que nos permitió desarrollar toda un área de trabajo, de ganar una expertise que no teníamos para el uso de tecnologías y de metodologías de auditoría importándolas a Chile, y mejorar muchísimo el estándar de lo que se estaba haciendo. 

Entonces, esa es toda un área de internacionalización. Ahí uno ve la importancia que tiene, por ejemplo, el poder manejar inglés. Nos costó muchísimo poder armar un equipo auditor que fuera bilingüe. Entonces, se abrió toda un área para los auditores que era súper interesante, muy bonita, pero había que saber inglés, además de tener las ganas o el conocimiento de la materia. Abrimos este espacio a nivel de latinoamericano, en la Organización Latinoamericana y el Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores, y a nivel global, en la Organización Global de Entidades Fiscalizadoras Superiores. 

Y ahí también la Contraloría ha jugado un rol muy relevante en tres ámbitos. Uno, que es entender que las entidades fiscalizadoras superiores juegan un rol contra la corrupción, y eso no es evidente todavía para muchas entidades fiscalizadoras superiores de otros países. Para nosotros sí, es evidente que la Contraloría lucha contra la corrupción, entonces, tuvimos un rol de liderazgo en ese ámbito internacional. El otro, en materias de equidad de género, ya que la Contraloría tiene una política de equidad de género muy asentada. Y también en materia medioambiental. Es decir, cómo uno puede orientar la fiscalización también a alcanzar ciertos objetivos de fiscalización ambiental, como por ejemplo los planes de adaptación al cambio climático. Entonces, todas esas son áreas donde uno ve que la internacionalización es fundamental, lo más evidente es que el trabajo se vuelve muchísimo más interesante, pero también gana el Estado, porque pone de relieve sus propias instituciones, o sea, la imagen del país. Imagínate lo que significa para Chile que su Contraloría esté fiscalizando y auditando a Naciones Unidas, junto con China y Francia. Eso es un tremendo reconocimiento a las instituciones de Chile y a la Contraloría en particular. 

¿Cómo ve su regreso a la PUCV? 

Será un regreso gradual, porque será un cambio brusco. Me tengo que ir bajando del cargo, paulatinamente, tener un poco de vacaciones primero, después ir retomando algunas actividades y ver qué otros desafíos se pueden plantear desde la Universidad. Es como volver a tu casa también. Yo siento que estoy volviendo a un lugar donde he pertenecido por mucho tiempo. De alguna manera siempre estuve vinculado. 

¿Un mensaje final para los estudiantes?

Tal vez un pequeño consejo para la formación de cualquier estudiante, no de derecho, sino que de cualquier área de periodismo, de psicología, de ingeniería, es desarrollar algunas herramientas de liderazgo, algunas de negociación y algunas de innovación. Esos tres pilares son fundamentales cuando uno asume este tipo de cargos u otros, y debieran estar en cualquier formación profesional.

A los de derecho, les diría que a veces es bien tedioso estudiar en general y estudiar derecho es más aún. Y eso yo lo comprendo y lo comparto porque a mí también me pasó. Y creo que hoy día además los estudiantes tienen un desafío adicional porque poder concentrarse por largos periodos, es cada vez más difícil con los estímulos que uno tiene por las redes sociales y las pantallas en general. Pero también el ejercicio del derecho administrativo es muy interesante y muy desafiante. En cualquier ámbito, desde el más pequeño que puede ser una municipalidad en una ciudad en cualquier parte de Chile, hasta ser Contralor. Puede ser súper desafiante y muy bonito. Es una carrera larga, pero con hartas posibilidades. Pero uno también tiene que forjar esas posibilidades porque no te van a ir a buscar a la casa. 

Facultad y Escuela de Derecho PUCV