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Fernando Gómez:

“Una estimación precisa de la tasa de letalidad es imposible en la actualidad”

El virus del síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) que se propago el año 2003 y que causó la muerte de 774 personas en todo el mundo tiene, una similitud de un 80% en comparación al coronavirus que provoca la enfermedad Covid-19. Ambos casos pertenecen a los tres brotes de coronavirus de reservorio animal que causan enfermedades graves y problemas de transmisión global en el siglo XXI.

Con estos datos y los estudios científicos disponibles, que señalan avances en vacunas para el posible control de esta enfermedad, el profesor Fernando Gómez, Doctor en Biotecnología y Académico del Instituto de Biología, perteneciente a la Facultad de Ciencias de la PUCV, señaló lo siguiente:

Respecto a los análisis para SARS-Cov, ¿se podría extrapolar algunos de ellos para crear una nueva vacuna capaz de prevenir completamente el COVID.19?

Existen varias aproximaciones que permitirían desarrollar una vacuna para el control de Covid-19. A mi parecer, una de las mejores estrategias sería el desarrollo de una vacuna de subunidades formada por epítopes provenientes de diferentes proteínas del virus, las que sean capaces de generar altos títulos de anticuerpos neutralizantes. Para ello, se debería buscar las regiones más inmunogénicas de las proteínas virales, ya sea por herramientas bioinformáticas (vacunología reversa) o por estrategias inmunológicas clásicas, para seleccionar el o los mejores candidatos a vacuna.

¿Se puede conocer o entender el comportamiento del virus?

Debido a la cercanía filogenética de SARS-Cov con el actual Coronavirus, éste último debe poseer la capacidad de evadir respuesta antiviral innata de las células para replicarse eficientemente en el huésped, lo que ha sido evidenciado con la pandemia que está afectando al mundo en la actualidad. La forma de contagio, vía aerosol, también es un comportamiento similar entre ambos virus. Pero a pesar de ello, hay varias preguntas que no creo puedan ser contestadas con este artículo, tales como: ¿cuánto dura el período de incubación?, ¿cuál es el rol de los infectados asintomáticos en la pandemia existente?, ¿cuánto tiempo persiste la eliminación del virus después de la desaparición de los síntomas, ¿puede ocurrir una reinfección?, ¿qué tan alto es el índice de letalidad?

¿Cómo podemos encontrar estas respuestas?

Todas las interrogantes anteriores solo podrán ser dilucidadas una vez que se conozca por completo la biología de este nuevo Coronavirus. En este contexto, durante el transcurso del 2020, se han publicado varios datos respecto al comportamiento del virus. Según ciertos autores, las respuestas a muchas de estas interrogantes son críticas para predecir la dinámica del brote, para adaptar medidas de prevención apropiadas y efectivas, y para prepararse para una pandemia potencial. Por ejemplo, se señala que las estimaciones precisas de la tasa de letalidad y la fracción de infecciones que requieren hospitalización son críticas para equilibrar la carga socioeconómica de las intervenciones de control de infecciones contra su beneficio potencial para la humanidad. Por lo tanto, una de las cifras más importantes para determinar es la tasa de casos asintomáticos y leves que permiten poner cursos severos y tasas de mortalidad en un contexto preciso.

Según Battegay y colaboradores (2020), es tentador estimar la tasa de letalidad al dividir el número de muertes conocidas por el número de casos confirmados, pero el número resultante, no representa la verdadera tasa de letalidad y puede estar desestimado por varias órdenes de magnitud, dado que la pandemia está activa en la actualidad. El diagnóstico de infección viral precederá la recuperación o la muerte de días a semanas y, por lo tanto, el número de muertes debe compararse con los recuentos de casos anteriores, lo que explica este retraso que aumenta la estimación de la tasa de letalidad. Por otro lado, es probable que los casos en las estadísticas oficiales sean una subestimación severa del total; explicar esta subestimación disminuirá la tasa de letalidad. El tiempo entre el diagnóstico y la muerte / recuperación y el grado de subregistro variarán con el tiempo, así como entre ciudades y países. Por lo tanto, una estimación precisa de la tasa de letalidad es imposible en la actualidad.

¿Qué señalan los estudios respecto a la propagación del virus?

De acuerdo a estudios recientes, se ha estimado que el nuevo Coronavirus puede mantenerse como aerosol o en las partículas del aire alrededor de 3 horas. En otras superficies como el cobre se mantiene 4 horas, en cartón hasta 24 horas y hasta 2 a 3 días en plástico y acero inoxidable. Dado a estos antecedentes es recomendable desinfectar con cloro o algún otro componente a base de alcohol cada 2 horas todas las superficies expuestas. Del mismo modo, cuando se recurra al uso de mascarillas y guantes, éstos deben retirarse con mucho cuidado para evitar el contacto directo con zonas expuestas, por lo que se recomienda mover mascarillas desde los elásticos, sin tocar la tela, y los guantes sacarlos desde el brazo hacia abajo.

La OMS señala que "el virus causante de la Covid-19 se transmite principalmente por contacto con gotículas respiratorias, más que por el aire". Estas gotas, lanzadas por una persona infectada al toser, al respirar o al hablar, aterrizan rápidamente sobre los objetos del entorno, donde son rebañadas con las manos por otras personas, que se contagian al tocarse los ojos, la nariz o la boca. Ese mecanismo y la posibilidad de inhalar al vuelo una gota recién lanzada justifican las principales recomendaciones sanitarias: lavarse las manos frecuentemente, toser en el codo, no tocarse la cara y mantenerse a una distancia de entre uno y dos metros de otras personas.

¿Cuáles son las ventajas de una cuarentena y por qué es necesaria frente a una pandemia como la que estamos viviendo

De acuerdo a lo señalado anteriormente, las ventajas de realizar una cuarentena disminuyen los riesgos de exposición a superficies contaminadas, lo que disminuye el riesgo de contagio. De hecho, según los estudios realizados, se estima que una persona infectada podría contagiar a al menos 2 o 3 personas más, por lo que la cuarentena es la mejor forma de disminuir las tasas de contagio y disminuir la presencia del virus en las ciudades más impactadas.